Archivo de la etiqueta: Juan Manuel Carreras

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San Luis en bancarrota

Al asumir la gubernatura en el 2021, el gobernador Ricardo Gallardo Cardona alardeó sus dotes de Casanova, que le han dejado varios hijos, “y los que vienen”, pero también acusó a su antecesor, Juan Manuel Carreras, heredarle un hoyo negro, financiero, por más de 20 mil millones de pesos. Pero nunca lo requirió, no obstante ubicarlo como el ícono e ideólogo de la “herencia maldita”.

Fue un pacto de sangre, ya que el doctor en derecho, tampoco emprendió acciones judiciales contra el ex alcalde de la capital, Ricardo Gallardo Juárez, padre del mandatario, implicado en peculados que pueden superar los 3 mil millones de pesos.

Agotados todos los nichos de ingresos, Gallardo recurre constante a los caros créditos quirografarios, de rápido reembolso. Tan sólo en el 2024, solicitó 4, por un monto de 2 mil 290 millones de pesos. A Banorte le pidió 990 millones. A Scotiabank 650 y Banco Bilbao Vizcaya Accival o Bancomer, otros 650, por los que cubrió casi 204 millones de pesos en intereses. Lo que debía ejercer según lo establecido en el presupuesto anual, lo saca de improviso, para saldar aguinaldos del magisterio, burocracia y tal vez los costos de la Feria Nacional Potosina, donde en el 2025, podría malversar 200 millones de pesos.

Experto en vaciar las arcas públicas y no dar el mínimo dato de su conducta fraudulenta, ya se alista para endeudar sin ambages a los potosinos. Antes de irse, podría heredarles un déficit cercano a los 40 mil millones de pesos.

Es por lo que le urge y nadie le habrá de impedir que deje como relevo a su cónyuge, la senadora del Verde Ecologista, Ruth González Silva. Además, ya anunció que en el 2026, se sumará a la abierta y prematura campaña, para también blindarse como futuro diputado federal. Lo calculó todo, sin el mínimo error.

El 14 de agosto del 2020, el entonces encargado de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto Castillo, acusó ante el fiscal de la república, Alejandro Gertz Manero, al ahora gobernador Ricardo Gallardo Cardona y al diputado federal, Ricardo Gallardo Juárez, por el lavado de 724 millones 608 mil 296.43 pesos, delincuencia organizada, uso de recursos de procedencia ilícita, evasores fiscales y corruptelas. El dinero fue extraído de los ayuntamientos de Soledad y la capital.

Las pesquisas también alcanzaron al magnate acerero, Juan Carlos Valladares García, padre del legislador federal, Juan Carlos Valladares Eichelmann, ex secretario de fomento económico y virtual candidato a la alcaldía de San Luis. Para dispersar los recursos, usaron 20 sociedades mercantiles y 19 personas físicas. El dinero terminó en las reservas del ahora mandatario y sus allegados.

Usaron empresas fachadas para actividades simuladas, falsearon declaraciones fiscales, por lo que les aseguraron 178 cuentas bancarias. Utilizaron a Investigaciones Médicas del Potosí, donde apareció el director del hospital Lomas, Manuel Trigo Velasco y Valladares García, al que también involucraron en la compra fraudulenta de lámparas led con la firma Panavi, que Gallardo Juárez desacreditó, ya que no le dejaron un amplio margen de ganancia.

Otra empresa implicada fue la Clínica de Especialidades Wong, que tuvo de accionistas a los hermanos Enrique y Jorge Wong Castañeda. El apoderado legal fue Miguel Ángel Wong Zamudio. Apareció el Grupo Axioma Kusuri. Los socios mayoritarios fueron Juan Carlos Negrete Ayala y Juan Carlos Jiménez Rivera. Negrete fue compañero de Gallardo en la escuela, luego director de servicios médicos del ayuntamiento de Soledad. Es médico de cabecera de su jefe.

“Un porcentaje de los recursos fondearon las cuentas de Gallardo Cardona a través de depósitos millonarios en efectivo. Fue como expandieron las inversiones, que luego integraron como capitales en apariencia lícitos, a través de personas morales, compra de inmuebles y diversas transferencias internacionales dirigidas a Estados Unidos y Australia”.

También fueron denunciados Gallardo Continental, Distribuidora Gallardo, Tangamanga Continental, Inversión Creativa Desarrollos Inmobiliarios, Inmobiliaria Jorica, Renueva con Coordinación Profesional, Creativa Motors, Agroindustrias Ricón, Acabados Finos del Centro, Dealers Motors San Luis Potosí, RG Eventos Sociales, Texano Food, Institución Educativa Potosina, Tangamanga Andre, Marketing Visual del Pacífico, 79 Integración Empresarial Center y Quality Inmobiliaria Potosina.

Las personas físicas coludidas son Miguel Ángel Wong Zamudio, Juan Carlos Negrete Ayala, María Elena Rodríguez Álvarez, Juan Carlos Jiménez Rivera, Jesús Ernesto de la Maza, María del Pilar Cardona Reyna, Kimberly Guadalupe Gallardo Cardona, Verónica Williams Méndez, Karina Lizet Cardoso Amaya, Marta Amaya Covarrubias, Juan Carlos Valladares García, Manuel Trigo Velasco, Candy Araceli Gallardo Cardona, Roberto Carlos Cardona Reyes, Fernando Juan Marcos Issa, Yonabad Nava Tovar y Eduardo Hernández Tovar.

En noviembre del 2024, el columnista de Pulso, Juan José Rodríguez Medina, reveló que el expediente criminal fue reactivado por la fiscalía de la república, tras cuatro años de estar empolvado. Entre los motivos, destaca la conducta atrabiliaria y voraz de Gallardo Cardona.

Otro de los lastres financieros más voluminosos que ponen en riesgo la seguridad física de Gallardo Cardona, es colapsar el manejo administrativo y político del aparato gubernamental, con el débito que arrastra por casi 6 mil millones de pesos en el sistema de pensiones.

Ante los desplantes de prepotencia y sentirse intocable, si el poder central decide mandarlo a la banca, neutralizará sus peligrosos despliegues. Ya tiene con el inmenso pasivo a los jubilados, el pretexto ideal para enterrar sus pretensiones transexenales.  En un solo lance lo pueden borrar del mapa, junto con su cónyuge, la faltista senadora, metida a instalar boyas sin las mínimas planeaciones, Ruth González Silva y el padre, con expedientes criminales inconclusos, que podrían superar los 3 mil millones de pesos, en la etapa que fue alcalde de la capital, donde impuso un estilo tenebroso de sobornos y chantajes al sector inmobiliario.

Si buscaban hacer un edificio, tenían que darle uno o dos departamentos, a cambio de autorizarles todos los trámites. Se salvó de pisar la cárcel, por el contubernio que tejió con el ex gobernador Juan Manuel Carreras López, al que el hijo acusa de robarse 20 mil millones de pesos del erario, además, ser el ideólogo y líder de la llamada “herencia maldita”.

Sin importarle las constantes zancadillas y sabotajes que le ha endilgado a la presidenta de la república, Claudia Sheinbaum, como echarle por la alcantarilla, la iniciativa de ley para vetar el nepotismo, Gallardo busca sin reposo, endosarle el atroz déficit y los 800 millones de pesos que elude con el sistema de Telesecundarias.

Para zafarse de las presiones de miles de profesores, inventó la charada del fantasma de una mujer desnuda en la segunda planta del palacio de gobierno, lo que generó carcajadas planetarias. El volátil ejecutivo se ganó el título del “estúpido más grande de México”.

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Carreras, el tartufo de la política, que sólo trajo calamidades a los potosinos

Antes y después de alcanzar la gubernatura, el doctor en derecho, Juan Manuel Carreras, siempre fue visto como el carga maletines de su primer mecenas, el ex mandatario interino, Gonzalo Martínez Corbalá, al que ubicaron como el mentor político del ex presidente Carlos Salinas. Lo cierto es que alcanzó el cenit gracias al empuje del maximato Horacio Sánchez Unzueta y su alumno, Fernando Silva, que lo hicieron secretario de desarrollo social, diputado federal y titular del ramo educativo. En lugar de apoyar al candidato del PRI a la presidencia de la república, Roberto Madrazo, convenenciero, se arrojó a los brazos del panista Felipe Calderón. En un mitin celebrado en la Plaza del Carmen, se puso la camiseta del adversario, lo que le valió insertarse en la nómina federal, como director del Fideicomiso de Ahorro de Energía Eléctrica y titular de la Comisión Reguladora de la Tenencia de la Tierra.

Acostumbrado a avanzar sin el mínimo esfuerzo, ponto se ganó la fama de pusilánime. En plena campaña por la gubernatura, el que luego fue su secretario de finanzas, José Luis Ugalde, lo llamó hombre sin huevos, proclive a la transa. Lo corrió hasta que se enteró que hacía pingues negocios con los invernaderos de Santa Rita. Si había 5 trailes de hortalizas que se vendían al extranjero, el funcionario sólo reportaba 3, el resto lo consideraba desperdicio, aunque los ofertaba al mismo costo.

Apenas se había sentado en el cargo y Carreras fue denunciado de comprar un terreno para la armadora Ford en 265 millones de pesos a su compadre, Roberto del Valle López, lo que evidenció conflicto de intereses. Entonces ordenó que no le pagaran un centímetro de publicidad al medio La Orquesta, que lo había desenmascarado. Pero sus órdenes las ignoró la encargada administrativa de la secretaría de educación, Sandra Rojas Ramírez. En una acalorada asamblea, no la pudo intimidar Carreras, el secretario del ramo, Joel Ramírez, el vocero gubernamental, Raúl Camacho y su asistente contable, Edilberto Tapia. Carreras volvió a quedar en ridículo. Luego vendría un descalabro más, cuando el diputado local, Alejandro Segovia, le dijo también que le faltaban tanates para combatir a fondo la inseguridad que aun azota a los potosinos. Jamás lo llamó a cuentas.

Carreras fue el gran beneficiario de la captura del ex alcalde de Soledad, Ricardo Gallardo Cardona, acusado de lavado de dinero por 200 millones y nexos con la delincuencia organizada. Lo que le valió ser encarcelado en un penal de Hermosillo, Sonora y Ocampo, Guanajuato, por casi un año. Sánchez Unzueta y el gobernador saliente, Fernando Toranzo, chantajearon al padre, al feroz cacique, Ricardo Gallardo Juárez. Le exigieron, los ayudara a ganar las elecciones para Carreras. A cambio, dejan al hijo libre y le entregan la alcaldía de la capital. La maquinaria del fraude se activó para enterrar a la opositora panista, Sonia Mendoza, cuyo triunfo parecía inminente. Luego se quejó de una maniobra de estado para enterrarla. En las redes sociales se ventiló que al mapache le entregaron miles de boletas con las que rellenó las urnas. Se habían elaborado en la imprenta del secretario de gobierno, Alejandro Leal Tovías.

Carreras después fue amenazado de muerte por Gallardo Juárez, quien le reclamó, no se atreviera a hacerle fraude a su hijo, que ganó las elecciones para la gubernatura. En la Plaza de Fundadores, energúmeno, deslizó que también le quitaron el triunfo en el 2018, cuando se confrontó con Xavier Nava. Los seguidores del comerciante pollero narran que habían ganado las elecciones, pero Carreras giró órdenes de no hacer alboroto, por lo que jamás estrenaron sus camisetas para festejar. Gallardo se aguantó el coraje. Pero el doctor el derecho negoció sus intereses personales por los colectivos. Se hizo el desentendido ante las denuncias

penales que presentó el edil Xavier Nava, quien acusó a Gallardo Juárez de haber cometido un fraude que supera los 2 mil millones de pesos. Si Carreras hubiera actuado, cambia el escenario político inmediato.

Acostumbrado a los fáciles bandazos, en lugar de inclinarse por el candidato a la gubernatura de la alianza Sí por San Luis, Octavio Pedroza, Carreras jugó triple. Los seguidores de la combativa líder sindical, Francisca Reséndiz, denunciaron que compró en una cifra millonaria, la posición para su ex secretaria de salud, Mónica Rangel, que cargaba el desprestigio a cuestas, por denuncias de peculado, que podrían alcanzar los 500 millones de pesos. El objetivo, usarla de distractora. En la maniobra pudo estar de acuerdo con el líder nacional de Morena, Mario Delgado y el mismo presidente, Andrés Manuel López Obrador, con el propósito de beneficiar a ultranza al postulado por el Verde Ecologista, Ricardo Gallardo Cardona, al que usaron de instrumento para acabar con el cacicazgo de 30 años de Sánchez Unzueta. Era también la alternativa de salvar el mediocre sexenio, con obras nulas. El tabasqueño lo premió con la carretera y libramiento a Tamazunchale, una añeja demanda postergada.

Fue entonces cuando Carreras le entregó por completo a los Gallardo, la estructura del Consejo Estatal Electoral. Su presidenta, Laura Elena Fonseca, también resultó amenazada de muerte por Gallardo Juárez, si su hijo no salía victorioso. Los demás consejeros temieron por su vida y dejaron el camino abierto. El candidato de Nueva Alianza a la alcaldía de Soledad, Roberto Cervantes, denunció que funcionarios del consejo electoral, de manera abierta y ostensible, antes de abrir las casillas, se dedicaron a embarazar urnas a favor de la abanderada del Verde Ecologista, Leonor Noyola, incondicional del peligroso dueto. Se demostró que fueron clonadas miles de actas de escrutinio y boletas electorales, con papel de diferente grosor y dimensiones.

En síntesis, Carreras puso al servicio de sus cómplices, al árbitro electoral y toda la estructura administrativa para hacerle fraude a sus presuntos aliados, Octavio Pedroza y Mónica Rangel, a los que dejó en completo abandono. Cerró la traición cuando su único seguidor honesto, el presidente estatal del PRI, Elías Pecina, desistió de impugnar los resultados ante los integrantes del tribunal local electoral. Al parecer, Carreras cubrió las facturas pendientes con sus históricos alquimistas que lo hicieron ganar y perder en su accidentada y vergonzosa trayectoria.

Enemigo de la transparencia, para esconder los incontables saqueos al erario, el doctor en derecho designó como fiscal anti corrupción al ex diputado local, Jorge Alejandro Vega Noyola, hijo del sempiterno dueño del partido Conciencia Popular, Óscar Vera, enquistado en el poder legislativo durante los últimos 15 años. Fue por lo que nunca hubo pesquisas sobre la compra que hizo el Hospital Central de medicamentos caducos o alterados para el cáncer de mama y gástricos, por más de 120 millones de pesos. Su ácido aliado, Ricardo Gallardo, al asumir el cargo, ante cientos de invitados, fanfarroneó que su antecesor, tan sólo en el sector salud, le dejó un boquete económico por 20 mil millones de pesos. Para impedir que nadie escarbara en sus incontables latrocinios, Carreras compró la voluntad de los diputados locales e impuso como relevo de Vera, al que fue asesor del secretario de gobierno, Alejandro Leal, el litigante Felipe Aurelio Torres Zúñiga, rechazado varias veces por organizaciones cívicas, que se opusieron a su llegada, ya que sólo iba a garantizar impunidad a su jefe.

Los días finales de Carreras fueron los más desastrosos. Se concretó el sello de un mandato deshonesto, sin pies ni cabeza, nulas obras relevantes, cero justicia, plagado de desapariciones forzadas, secuestros, homicidios dolosos, feminicidios, cooptado por el arribo de 6 cárteles que se dividieron la entidad a su antojo. Carreras encubrió el turbio despliegue del director de la policía investigadora, José Guadalupe Castillo Celestino, al que grupos criminales acusaron de encabezar el Cartel de la Ministerial. Coló de fiscal al ineficiente notario 26, Federico Garza, que alardeó resolver el secuestro del sexenio, en la figura de la niña Zoé Zuleica.

Tampoco aclaró el asesinato del foto periodista, Daniel Esqueda, que pudo ser ejecutado por agentes ministeriales. Garza hizo el ridículo cuando empantanó las investigaciones sobre el deceso del ex presidente estatal del PRI, Aurelio Gancedo, que apareció descuartizado en la cajuela de su mini Cooper. Tenía las huellas inequívocas de que fue víctima del crimen organizado. El bonachón funcionario lo convirtió en crimen pasional. Temeroso de que Gallardo Cardona lo llame a cuentas por haber aceptado las denuncias contra su padre y no identificarse con el grupo que asume el mando, Garza alegó motivos personales y renunció al cargo tres años antes. Se le ubicó como el próximo secretario de la universidad autónoma.

El culmen del sexenio de Carreras resultó un balance objetivo del fracaso. Un estilo de gobierno fincado en una conducta frívola, corrupta, irracional, inhumana, irresponsable. Hacia fuera se proyectó como un tartufo, un patiño de la política. El actual secretario de transportes, Leonel Serrato, lo ridiculizó con el mote de “Carreritas”, con lo que aludió a un personaje mediocre del cine nacional, “Gutierritos”, un papanatas sin carácter, manipulable y cobarde. Pero en corto, en privado, fuera de los reflectores, cuentan que se convertía en un patán. La ofensa maternal era el castigo verbal más noble que usó contra la mínima falla de sus ayudantes.

A unas cuantas horas de irse, los ministerios públicos y policías investigadores bloquearon el acceso al distribuidor Juárez y parte de la carretera 57. Exigieron el pago del 5% al salario y retroactivos que se negaron a cubrirles durante meses de reclamos. Maestros de telesecundaria bloquearon el acceso a la secretaría de educación, ya que no les habían cubierto bonos y se retardó el pago a jubilados. Taxistas de la huasteca obstruyen el cruce de Muñoz y Hernán Cortés. Se quejan del nulo respaldo para atender las añejas demandas de conseguir un trato equitativo en las zonas indígenas. Ventajoso, el vocero gubernamental, Raúl Camacho, engatusó a varias decenas de propietarios de portales electrónicos y escritos, a los que no les pagó servicios publicitarios que contrató en los últimos dos años.

Los montos pueden superar los 20 millones de pesos. Para que los quejosos no salgan a la calle, los encerró en las oficinas de la secretaría de educación, donde los hace firmar, convenios y facturas chafas que no le cubre a la mayoría. El objetivo era ganar tiempo para dejarlos indefensos. Los afectados contemplan hacer una demanda colectiva contra Carreras y Camacho, por el delito de fraude, ya que, con la mano en la cintura, ignoran las deudas contraídas. Una imagen demoledora sintetiza el inútil mandato del doctor en derecho. Camina con la cabeza gacha, triste y sin moral, en los pasillos del palacio estatal. A su lado, sonriente, con el dorso henchido, su relevo, Ricardo Gallardo. Es la placa de la derrota y el éxito. El retrato del verdugo y el lacayo.

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Xavier Nava, el candidato de López Obrador

Dicen que la política es fondo y forma. En la última visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a San Luis, además del griterío a favor y en contra del alcalde Xavier Nava y del diputado federal, Ricardo Gallardo Cardona, se dio también un plebiscito subliminal que puede marcar el futuro político de la entidad. Siempre cercanos al tabasqueño se mantuvieron Nava y el gobernador Juan Manuel Carreras. En la fría orilla, sólo para cubrirle el adeudo por el aporte de 10 votos en el congreso, que le permiten mayoría, el mandatario permitió el acceso de Gallardo Cardona.

Cuentan que después del acto protocolario, Nava se juntó con el ejecutivo federal y sellaron un pacto secreto. Hasta en días recientes, empezaron a surgir los primeros atisbos que pusieron nerviosos a varios aspirantes a la gubernatura. En los jardines que controla el ayuntamiento de la capital, casetas de policías y accesos, se desarrolla una especie de doble fenómeno. Los trabajadores quitaron inexorables el color amarillo del PRD que antes cobijó al controvertido ex edil, Ricardo Gallardo Juárez. Ahora usan los distintivos blanco y marrón de Morena. Es el primer mensaje que denota una alianza en trance.

Gente cercana al actual munícipe asegura que es un hecho sin reversa: Nava cuenta con el padrinazgo de López Obrador para buscar suceder a Juan Manuel Carreras en el 2021. Otro aviso complementario se dio con el lance a la yugular de los regidores del PAN, encabezados por el dirigente del comité municipal, Maximino Jasso, contra Nava y el secretario del ayuntamiento, Sebastián Pérez. Exigieron un castigo ejemplar contra el que hubiera girado instrucciones al director de la policía preventiva, Édgar Oswaldo Arcadia, quién ordenó a sus subalternos, sacar con fuerza excesiva, a la ex oficial del registro civil once, María Teresa Carrizales, de sus oficinas, ya que había sido relevada del cargo. Otra vertiente es que las cúpulas estatales del PAN, ya no están dispuestas a respaldar a Nava en sus próximas aspiraciones.

Se maneja que el senador Marco Antonio Gama, aceita la estructura para dar caballazo, aliado con la diputada local, Sonia Mendoza. En la jugarreta se les puede sumar el ex edil y ex senador, Octavio Pedroza. Jasso trabaja para que otro alfil de Gama, el legislador local, Rubén Guajardo, bloquee a Nava en una supuesta intentona por reelegirse.

López Obrador le hizo creer a Gallardo Cardona que le entregará el control de Morena en la entidad, pero cercanos los tiempos electorales, lo va a enterrar con un cúmulo de expedientes criminales. Tal vez le perdone los millonarios saqueos a la hacienda pública y le permita continuar con el control patrimonial de la alcaldía de Soledad, donde el PRI, PAN y la familia Arreola, volverán a morder el polvo. Los Gallardo saben que López Obrador no les permitirá ninguna rebeldía. No tendrán la chance de buscar la revancha contra Nava a través del Verde Ecologista.

Se van a subordinar al esquema presidencialista. No sería descabellado que en los próximos días, se sumen a la cargada de Nava, el senador de Morena, Primo Dothé, que obedece al maximato Horacio Sánchez Unzueta, tío de Nava. No se quedará atrás el super delegado, Gabino Morales.El empresario, Antonio Lorca, sobrino de Carreras. El encargado metropolitano de los programas integrales, Leonel Serrato, al que Sánchez Unzueta hizo notario. Cuentan que no resultó difícil para López Obrador decidir entre Nava y Gallardo. A uno lo respalda el linaje del matador de dragones, Salvador Nava, con que tendió una amistad entrañable, que rompe la berrera del tiempo y de la muerte.

El otro es un advenedizo, oportunista, violador de la norma, que antes, con su padre, Ricardo Gallardo Juárez, lo “levantaron” en el trayecto del río Santiago, para imponerle condiciones leoninas, cuando eran los caciques de horca y cuchillo. La síntesis adelantada es que en San Luis, el Peje, ya tiene candidato. Otra pista más.

Confiado en que va en caballo de hacienda, Nava bajó la guardia en el escándalo de Carrizales y el tema de las controvertidas ciclo vías, criticadas por su mediana eficacia y elevados costos.

 

 

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El PRI y su Consulta a la Base

Que los militantes decidan// Abrazar la democracia// Riesgo de división interna// José Narro hace proselitismo en San Luis// Elección hasta agosto.

Se ha complicado la elección de los nuevos dirigentes nacionales en el PRI. Todo marchaba muy bien hasta que el Instituto Nacional Electoral (INE) puso condiciones imposibles de cumplir.

Hace dos semanas el INE hizo saber a Claudia Ruiz Massieu, dirigente nacional, que para proceder a la elección, el PRI tendría que pagar 230 millones de pesos. Además, le dejó en claro que el proceso electivo se llevaría a cabo siempre y cuando existiera un padrón de militantes debidamente avalado por la autoridad electoral.

El partido tricolor afirma tener 6 millones de militantes en su registro partidario. Pero hay indicios de que miles de ellos fueron incluidos de manera irregular por lo que de comprobarse esta anomalía se haría acreedor a multas multimillonarias. El INE presentó ya 10 mil denuncias por esta alteración por lo que el PRI puede alcanzar una sanción de 430 millones de pesos. Además, no cuenta con finanzas fuertes. Este año sus prerrogativas disminuyeron, rondan los 840 millones de pesos, ello debido al desplome en su votación el año pasado. Sólo para comparar hay que decir que en 2018 el PRI recibió mil 95 millones de pesos en subsidios. Así que si se suman los 230 millones que costaría organizar la elección, más las posibles multas por presuntas irregularidades de su padrón de militantes (430 millones) tenemos un panorama desolador que inhibe la intención de que sea el INE quien organice la elección.

Ante estos obstáculos intransitables los sectores más conservadores del PRI vieron la oportunidad de regresar a viejas y desprestigiadas prácticas de “democracia dirigida” (dedazo disfrazado). Empezaron a presionar para que se cambiara el método y se optara por una elección cerrada en donde votarán únicamente los consejeros políticos nacionales y estatales. Unos 18 mil priistas de élite.

Esta conspiración para cambiar lo acordado el pasado 27 de febrero por el Consejo Político Nacional (CPN) cuando decretó utilizar la Consulta a la Base Militante y firmar convenio con el INE, provocó de inmediato reacciones de rechazo abanderadas principalmente por Ivón Ortega y Alejandro Moreno – dos de los precandidatos- porque se interpretó como una jugada tramposa para beneficiar a uno de los aspirantes.

Las acciones de resistencia frente a este intento de desvío presionaron fuertemente a Claudia Ruiz Massieu a tal grado que en la Sesión Extraordinaria del Consejo Político Nacional del pasado 6 de mayo, se vio obligada a manifestar que el método originalmente acordado no se cambiaría y que el PRI organizaría por sí mismo la elección.

Aún no hay convocatoria, ni se ha instalado la Comisión de Procesos Internos (El Colegio Electoral priista) para recibir las solicitudes de los aspirantes; tampoco se sabe si entre competidores se pactarán alianzas, pero la elección debe llevarse a cabo a más tardar la última semana de agosto, fecha en que termina el periodo estatutario de Claudia Ruiz Massieu y Arturo Zamora Jiménez.

La Consulta a la Base Militante es una apuesta riesgosa. Puede ser el inicio de una etapa en la que se acredite que ha quedado atrás la era de la imposición y la antidemocracia, pero también hay que reconocer que cuando se ha practicado termina provocando profundas divisiones.

Ha sido un verdadero dilema decidir qué método emplear. A los conservadores del PRI no les gusta correr riesgos. Quieren una elección a la antigüita donde la cultura de la “línea” sea la que decida. Pero miles de priistas en el país exigen democracia porque, como ha dicho Ivón Ortega, “los militantes están encabronados porque no se les toma en cuenta”.

Así que como dijo el clásico: “haiga sido como haiga sido” el caso es que la Consulta a la Militancia va.

Si el experimento funciona el PRI podrá decir que ha iniciado un ciclo virtuoso de renovación. Pero si termina mal, la crisis que hoy vive se acentuará y el desprestigio aumentará.

La suerte está echada. Veremos qué pasa.

José Narro hace proselitismo en San Luis. Es un fuerte aspirante.

Le fue bien al doctor José Narro Robles en su gira proselitista por San Luis Potosí. Tuvo encuentros con dirigentes y militantes del PRI que lo cuestionaron y le hicieron saber de sus agravios. El doctor se vio bien en sus respuestas y convenció.

Estuvo en Ciudad Valles, Rioverde y la capital del estado.

Es un hombre sencillo, que comunica bien. Goza de enorme prestigio, experiencia y conocimiento de la política nacional. Dejó una buena impresión entre los priistas.

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Los que buscan relevar a Oviedo

Las negociaciones para elegir a la nueva oficial mayor del congreso, agarran fuera de lugar al aprendiz de cacique, Gabino Morales. Se especula que podría apoyar a la todavía directora del registro civil, Luz María Lastras, que tendrá el aval del gobernador Juan Manuel Carreras y de su mentor, el magistrado administrativo, Juan Ramiro Robledo, el delfín predilecto del extinto ex rector de la universidad autónoma, Alfonso Lastras, padre de la funcionaria. Si Lastras se cuela, es tácito el acuerdo del super delegado federal con el doctor en derecho, que ya no escarbará en expedientes incómodos y ambos buscarán impulsar a Robledo como el candidato idóneo de Morena a la gubernatura en el 2021.

Pero es una alianza improbable, ya que el dueto Lastras-Robledo tienen rencillas históricas con su verdugo, que nunca los dejó ingresar al partido, so pretexto de que buscarían saboteaerlo. En tal sentido, se complica además el arribo del psicólogo Gerardo Chávez Reyna, “El Borrego”, durante mucho tiempo fiel seguidor de Robledo. Aunque se menciona que lo empuja su hermano, el ex candidato a diputado federal por el distrito de Matehuala, Ariel Chávez Reyna. Cuenta con el aval de 5 diputados de Morena. Antes tuvo mayoría, pero no llegó. También se rumoró que a Lastras la propuso en primera instancia, el ex diputado federal, Cándido Ochoa, lo que dibuja otras complejas alianzas.

En las negociaciones secretas, se habló que Morales propuso una candidata oriunda de Guadalajara. Otro que suena es el ex regidor de Soledad, Óscar Barba, que se sumó a la lucha ciudadana para evitar el fraudulento negocio que el ex edil de la capital, Ricardo Gallardo Juárez, buscó cerrar con la empresa vendedora de lámparas lead, Panavi. El diputado local de Morena, Pedro Carrizales, propuso a su consejero, Óscar David Reyes Medrano, que antes participó de manera activa en el Frente Anticorrupción, donde hizo equipo con el vocero, Manuel Nava Calvillo, tío del alcalde Xavier Nava. Se mencionó al ex jefe de compras del ayuntamiento con Victoria Labastida, al polémico Martín Vázquez, que figuró en el comité municipal del PRD, bajo el mando de Miguel Ángel Hernández Calvillo. También pasó por Conciencia Popular, cuyo dueño es el varias veces legislador, Óscar Carlos Vera Fabregat. Vázquez ahora obedece al coordinador metropolitano de programas especiales, Leonel Serrato, que impuso a la ingeniera Marcelina Oviedo, corrida por usurpar funciones. Lo cierto es que ventiló las corruptelas internas y se peleó con las diputadas Sonia Mendoza y Beatriz Benavente.

El equipo que rodea al coordinador de la bancada de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política, Edson Quintanar, le remarcan que tiene la mayoría de votos para designar al relevo de Oviedo. Además, es un cargo que les pertenece, por lo que no debe estar sujeto a discusiones. Temen que por su inexperiencia, le den un revés. El dirigente de los comerciantes del Rebote, Juan Antonio Rodríguez Chessani, no se quiebra la cabeza. Adelanta que va a quedar quien garantice el saqueo del erario, los acuerdos contra el pueblo, la que cubra los desfalcos millonarios.

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La oligarquía local, atrás de la golpiza a Carlos Covarrubias

La bestial golpiza que sufrió el litigante Carlos Covarrubias Rendón es un fiero aviso de hasta dónde puede llegar la oligarquía potosina, empeñada en quedarse, en una primera etapa, con 2 mil hectáreas de terrenos de alta plusvalía, conurbados, en la última gran reserva territorial que debía ser reclamada para los potosinos por el gobernador Juan Manuel Carreras y el alcalde de la capital, Xavier Nava Palacios, para crear parques públicos, escuelas, universidades, complejos habitacionales a bajo costo. En diversas entrevistas, Covarrubias ha mencionado que San Juan de Guadalupe será el despojo del siglo que durante décadas ha acariciado el magnate Carlos López Medina, ya que no tiene a dónde ensanchar su exclusivo Club de Golf La Loma, que llegó a sus últimas ventas.

En días recientes, el abogado que resultó con la nariz y cinco costillas fracturadas, organizó un debate público sobre el agua en el congreso local. Otra vez deslizó que mientras los potosinos no tienen una gota para sus necesidades básicas, López Medina logró aterrizar en sus propiedades un canal directo desde la presa del Realito, para no sufrir ningún menoscabo. El incidente de violencia debe hacer meditar a Nava si habrá de continuar con las obras que necesita su mecenas para facilitar el acceso al emporio inmobiliario.

El fiscal Federico Garza debe investigar los ominosos hechos y meter a la cárcel a los cobardes agresores, que no se mandan solos. Covarrubias acrecentó el nivel de las protestas empujado por el diputado federal de Morena, Ricardo del Sol, quien, lo menos que puede conseguir, es motivar la atención del presidente Andrés Manuel López Obrador ante un conflicto que tiende a complicarse. Y de un herido indefenso, terminar en una masacre, con decenas de muertos.


Tras la evaluación médica, se dijo que Covarrubias Rendón tiene 5 costillas rotas con riesgo de perforarle el pulmón, la clavícula rota y la nariz desviada, por lo que fue necesario operarlo. Denunció que un empresarios dio dinero a los agresores para realizar el intento de homicidio. También les ha pagado para que se manifiestan afuera de la Procuraduría Agraria. “Los atacantes de manera clara mostraron la intención de acabarme”.

Covarrubias Rendón declaró que entre sus agresores pudo identificar a Alejandro Jasso Dávalos y Salomé Marín Castillo, junto con hombres armados, agentes de la Policía Ministerial y Policía Metropolitana, quienes cuidaron a los presuntos matones.

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Los pleitos intestinos de Morena

Un nuevo escándalo cimbra a Morena en la entidad. Ahora lo protagoniza el sector femenino. El ala que se identifica con el dirigente estatal del partido, Sergio Serrano, le endilgó en días recientes, varios golpazos al coordinador estatal de programas productivos, Gabino Morales, al que acusaron de misógino y machacaron sus tendecias sexuales. Lo que incidió para que le suspendieran lios derechos partidistas un semestre. Ahora, un grupo de activistas que defienden a Morales, acusaron a sus contrarias de los mismos defectos. Antes, Serrano y Morales formaron un bimonio sólido desde los prolegómenos del partido y la fallida campaña por la gubernatura.

Los intereses y posiciones políticas los separa y confronta. Atentos a la descarnada lucha fraticida, permanece el senador Primo Dothé y el diputado federal Ricardo del Sol, que cada día hace acuerdos con los más disímbolos grupos en su incontenible carrera por la gubernatura. No se mira por dónde alguien serene las facciones encolerizadas. El mismo presidente Andrés Manuel López Obrador defendió a ultranza a su delfín Morales. Se trata de grillas y politiquerías,dijo en su ayuda. Lo cierto es que los constantes pleitos intestinos, sólo le facilitan el camino al maximato Horacio Sánchez Unzueta para colar a su sobrino, el alcalde panista, Xavier Nava Palacios, al que gustoso el doctor en derecho, Juan Manuel Carreras, le cerderá la estafeta.

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Gallardo Cardona, el verdadero alcalde de Soledad

En el acto donde el alcalde de Soledad, Gilberto Hernández Villafuerte entregó varias patrullas, con las que pretende “abolir” la inseguridad, se desprenden al menos dos lecturas superfluas: el verdadero edil es el diputado federal del PRD, Ricardo Gallardo Cardona, al que sus adeptos gritaban hasta desgañitarse. Hernández pasó a un triste y lamentable segundo plano. Se corrobora que es una auténtica marioneta. Su feroz verdugo no lo dejó poner ningún cuadro.

La que también manda es la titular del DIF, Ruth González Silva, esposa de Gallardo. Es la que toma las decisiones más importantes ante la ausencia del cónyuge. Hernández ya se ganó una estatua al servilismo. Ahora es el encargado de patrocinar los costosos medios electrónicos que utilizan sus mecenas para denostar al munícipe de la capital, Xavier Nava.

Otro aporte es que se confirma la vigente complicidad del gobernador Juan Manuel Carreras con sus vecinos que le ayudaron a ganar con chicanas el cargo. Ya se había rumorado que apenas lo invita Gallardo a visitas proselitistas en su distrito y el doctor en derecho abandona sus tareas primigenias para complacerlo. Cuán lejos está el fiscal Federico Garza de abrirle un expediente criminal a la familia Gallardo, acusada de enriquecimiento ilícito y fraudes fiscales. Con el respaldo de Carreras, seguirán impunes otros 3 años.

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Llaman a Primo Dothé para rescatar a Tamazunchale

El ex alcalde de Tamazunchale, Baldemar Orta, dejó un auténtico desastre financiero, nómina inflada de aviadores, obras caras e inconclusas, laudos laborales, compró un aire acondicionado que no aparece. Junto con el gobernador Juan Manuel Carreras, dejaron a su suerte a los locatarios del mercado municipal, que después del incendio de las instalaciones, optaron invadir la plaza principal, que se convirtió en un sitio intransitable. Ante el apocalipsis que enfrenta, el alcalde panista, Antonio Costa, hizo una alianza con el senador de Morena, Primo Dothé para sacar al municipio del hoyanco. En una reciente visita, el también líder del Frente Ciudadano Salvador Nava, tardó más de una hora en caminar apenas una cuadra. No lo dejaron avanzar sus simpatizantes. Dicen que es un termómetro de las simpatías que goza en caso de buscar la gubernatura.

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Xavier Nava, errático y sin programa

Las críticas, descalificaciones y comentarios negativos, empiezan a llegar de todos lados: Xavier Nava Palacios abdicó muy pronto a sus tareas de alcalde. Ya se cansó, está decepcionado del cargo que no le interesa ya que la mayor parte de la vida se la pasó fuera de la capital, como se dijo de su tío, el maximato, Horacio Sánchez Unzueta, al que en pleno mandato se le conocía como “El Chihuahueño”.

Algunas vertientes tratan de explicar el desencanto por las incontables raterías de su antecesor Ricardo Gallardo Juárez, que le dejó vacíos todos los cajones. Sus simpatizantes, optimistas, lo emplazan radicales: si mete a la cárcel al comerciante de pollos, ya cumplió, está del otro lado del río, aunque no tape un hoyo en tres años. Una corriente ligada a los ambulantes y comerciantes fijos ya estableció una frase distintiva: no se deja ayudar.

Desecha sin el mínimo análisis las propuestas para reducir la inseguridad, reivindicar las juntas de mejoras, iluminar las calles, incentivar programas sociales, implementar medidas recaudatorias viables, ágiles y sin lesionar a los más pobres. Sobre todas las observaciones al edil que no alcanza a despegar, parece que se impone una drástica y peligrosa realidad: se imagina un candidato de estado, que por ósmosis, lo harán gobernador el influyente Sánchez Unzueta y el doctor en derecho, Juan Manuel Carreras. Y que los potosinos se las arreglen como puedan.

Lo cierto es que sus más cercanos seguidores ya lo emplazaron: si en 6 meses no se notan cambios sustantivos en la capital, empezarán a emigrar a Morena, donde podrían tener mejor cobijo. La mayor y contundente prueba de insensibilidad, nulo sentido común y hasta fobia clasista, se dio con la fallida intentona de aumentar la tarifa de agua potable un 40% sin el mínimo cabildeo con los diputados, sindicatos, organizaciones sociales, colonos y trabajadores, los que iban a resentir el brutal cobro. Se dijo que confió el éxito de las negociaciones a Carreras con los legisladores, que al final lo dejó colgado de la brocha, después del estrepitoso descalabro.

Luego de casi 4 meses, el desempeño de Nava se puede calificar de errático, sin el mínimo sustento programático, rehén de su peor enemigo, Gallardo, al que no le hará ni cosquillas. Su trienio lo encasillan como el de los grandes negocios inmobiliarios, donde su principal tarea será aprobar 2 mil hectáreas de alta plusvalía en San Juan de Guadalupe al magnate Carlos López Medina, que se jacta de pagar con creces los favores que recibe.