Archivo de la etiqueta: Construcción

es content solo

Sánchez Unzueta y Machinena pretenden vaciar el centro histórico para construir después negocios de elite

El historiador Joaquín Muñoz Mendoza acusó al ex gobernador Horacio Sánchez Unzueta y al delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Juan Carlos Machinena Morales, de realizar excavaciones en el centro histórico de la capital sin tener un programa elaborado. Expuso que las tardadas obras, donde se corta la energía eléctrica y agua a los establecimientos, semeja a lo que ya se hizo en otras partes como Zacatecas, donde quebraron decenas de negocios, para después suplirlos por otros de mayores ingresos donde la única que se beneficia es la oligarquía. Expuso que empresarios de elite le solicitaron un diseño para suplir el mercado República, que sería demolido, para abrirle paso a un centro comercial exclusivo, donde se vendan los mejores quesos y vinos del mundo. El también ex delegado del INAH puso en duda la capacidad académica e intelectual de Machinena, al que acusó de plagiar un folleto sobre monumentos históricos. Se atrevió a presentarlo en público y dedicarlo a su mecenas y cónyuge, la actual directora del Consejo Tutelar de Menores, Concepción Guadalupe Nava Calvillo. Añadió que los prolegómenos de declaratoria los hizo el coordionador de monumentos de la dependencia federal, Salvador Díaz Berrio en 1976, pero quedaron congelados. «Era una propuesta que llegaba después de la alameda Juan Sarabia. Era inviable porque había afectaciones a la propiedad privada. Estuve de funcionario de 1988 a 1993. Agarro la iniciativa que tenía 13 años detenida. Conseguí el objetivo con mi equipo de trabajo. Tardamos como 8 meses. Se consignó el perímetro a y b como zona de bajo impacto. El a era el sector Reforma, que antes fue un río, dejó de serlo entrado el siglo 20. Eran los límites de la ciudad. El sitio b incluía parte del primero. Había que determinar lugares muy específicos que tuvieran el carácter histórico con el criterio que se manejaría para solicitar los trámites a la presidencia de la república».

«El que se usó antes fue algo arbitrario, ya que eran pocos los edificios históricos, no coloniales, como iglesias y grandes casonas. Fue lo que hizo Díaz Berrio. Cambié el criterio, consideré que dominaba la arquitectura vernácula, popular, del siglo 19. Barrí con las parroquias y los grandes monumentos porque eran del siglo 17 y 18. Como el convento de San Francisco. Descubrimos que fue construido en 1592, a finales del siglo 16. Empezamos a detectar todos los elementos propios de la arquitectura popular del siglo 19 como la altura, entrada de las casas y las crujías internas para proteger el fachadismo que se dio en la época en el Estado de México. Las fachadas eran bonitas, encaladas de blanco, pero se perdía el contenido de identidad cultural de la época y de los potosinos actuales. Se detectaron más de 3 mil monumentos históricos, como una casa del siglo 19, muy conservada, con criterio de la ley federal. Nos colocamos en tercer lugar en importancia numérica en la república, solo aventajados por el Distrito Federal y Puebla de los Ángeles. Era muy importante la declaratoria para echar andar el reglamento de la zona de monumentos y el registro de una zona de monumentos históricos para San Luis dentro de lo que era el registro municipal. Se tocaron muchos intereses y avanzamos en las exigencias de la Unesco. Los diversos gobernadores nos mintieron. Primero Horacio Sánchez Unzueta que dijo se iba a conseguir rápido. Declaré lo contrario, porque había una bola de gente que no estaba preparada, como los arquitectos Juan Carlos Machinena y Marco Antonio Garfias, capaz en lo técnico pero con una ausencia absoluta de datos históricos, donde el uso erróneo de un concepto cambia todo el significado. Un monumento histórico es el que tiene la solera, trayectoria en el tiempo que define la esencia de una ciudad, región, estado, una calle. La Unesco pide monumentos históricos porque lo establece el ejecutivo federal, una zona de monumentos históricos, no edificios bonitos».

«Tenemos de sobra monumentos históricos, pero echaron a andar el proyecto con aspectos de la época colonial. La declaratoria era de monumentos de arquitectura popular y los responsables la manejaban con otros términos, como si la arquitectura de San Luis fuera de corte faraónico, egipcio. Un absurdo. Hasta la fecha se maneja igual porque hay un problema ideológico, aunque no parezca. No es lo mismo declarar una zona de arquitectura vernácula que edificios de la oligarquía, donde figura la catedral, conventos, el palacio de Iturbide. Para la alta sociedad potosina es inadmisible la caractericen en el plano popular. Es donde radica el detalle del asunto. No solo era un problema de intereses económicos, también de carácter político, ideológico. Los gobernadores en turno, ignorantes estructurales, no se daban cuenta de las circunstancias aunque se las explicaran. Contra toda lógica científica y técnica, llegaba un hijo de la familia Valladares, Torres Corzo o como te de la gana y pedían incluir el edificio que compraron para meter un hotel. Fue donde hubo un choque de trenes muy importante que casi me cuesta el puesto. Pero me hizo fuerte el entonces secretario de gobernación, Manuel Bartlet y el presidente de la Comisión Nacional de Cultura, Víctor Flores Olea. Hicimos un trabajo importante con el que le doblamos las manitas a los gobernadores y avanzó la declaratoria como debía ser. El mandatario era Leopoldino Ortiz Santos con el que se consigue el objetivo. No se metió para nada. Sánchez Unzueta intervino en el plano declarativo. ¿Entonces cómo le preocupan ahora los monumentos históricos, si cuando estuvo al frente, se los pasaba por la polla?. En los planes no se mete la Unesco, primero el INAH, que los revisa y da luz roja. Entonces la propuesta de declaratoria pasa a un listado nacional que maneja la Secretaría de Educación, que por lo regular, revisa 16 temáticas»… continúa (tomado de la versión impresa, marzo 2017)

es content solo

El Metrobús, para beneficio de los grandes capitales foráneos

Como un proyecto ambicioso y parteaguas para el nuevo San Luis que busca crecer, fue como el titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano, Vivienda y Obras Públicas, Leopoldo Stevens Amaro, llamó al Primer Corredor de Transporte Masivo con Autobuses Rápidos y Troncales de la Zona Metropolitana de San Luis Potosí, mejor conocido como Metrobús.

Al principio se contemplaron dos vías de trasporte tipo Metrobús que iban a pasar por la carretera 57 con un gasto de mil 600 millones de pesos. La deuda la pagarán los potosinos en un lapso de 29 años. Sin embargo, por el grado de peligrosidad que se tenía para construir los carriles en una zona de alto aforo, se optó reubicar el transporte a la avenida Industrias. El cambio de ruta iba a disminuir los costos de las obras debido a la infraestructura que ya tiene el sitio. El tipo de vehículo es intermedio, con una capacidad para 100 personas, el cual se moverá con gas natural. El área destinada para el paso del Metrobús tendrá un ancho de 3.5 metros, con un lapso de recorrido que se estima de 35 a 40 minutos desde la zona de transferencia hasta el último parque industrial, con lo que se calcula un ahorro de 20 minutos.

Con los ajustes al plan inicial, el Metrobús tendrá una longitud de 38.8 kilómetros de longitud con un costo cercano a los 200 millones de pesos. En la primera etapa se invertirán 75 millones de pesos. Los trabajos serán ejecutados por las empresas Construcción y Supervisión de San Luis, encargada de la obra del tramo de Villa de Pozos al distribuidor Juárez, lateral norte. Tiene un plazo de 243 días. Cobrará 29 millones 877 mil 338.89 pesos. La constructora Tecnodren del Centro de México, construirá el tramo de Villa de Pozos al distribuidor Juárez, lateral sur, en 243 días. Cobrará 37 millones 458 mil 879.29 pesos. El Grupo Constructor 3M realizará el tramo de la zona de transferencia a la Alameda Juan Sarabia. No se especificaron costos ni tiempos.

Stevens informó que se iniciaron labores desde Rutilo Torres hasta Comisión Federal de Electricidad, entre el eje 122 y ampliación en la zona industrial. Las obras se harán de manera ordenada, para no entorpecer las vialidades. También se arregla el eje 100 al eje 120 con excavaciones, compactado de sub rasante, nivelado de carriles y cortes de pavimentaciones. Ante las inconformidades de grupos de vecinos por donde pasará el Metrobús, el funcionario destacó que la gente fue consultada. Estuvo de acuerdo debido a que habría mayores beneficios. En las reuniones con los quejosos, enfatizó, se estipuló dejar espacios suficientes para estacionar los vehículos. Los árboles que existen en los camellones, serán reubicados. Ante el reclamo de volverlo al planteamiento original, imperativo, negó el cambio de ruta, debido a que los planes están en marcha.

Contrario a las versiones de Stevens, el líder de los quejosos y dueño de una ferretera ubicada en Industrias, Luis Ernesto Peñuelas Cervantes, declaró que al Metrobús le falta legalidad por parte de la Seduvop debido a que se carece de un esquema ejecutivo que haga referencia al impacto ambiental. Los permisos para remover los cerca de 3 mil árboles y que se esclarezcan las consecuencias en el ámbito ecológico, social y económico. Enfatizó que se trata de un proyecto desfasado, debido a que se maneja como sustentable, al asegurar que usarán combustibles fósiles. Pero a nivel internacional ningún gobierno los requiere. Censuró la ruta por donde pasará el Metrobús. Es incongruente que salga de la Alameda hacia la zona industrial debido a que en el centro histórico es donde menos habitantes hay. Debe partir de sitios más poblados que se encuentran en la orillas. Señaló que por ley, las empresas están obligadas a proporcionar trasporte a los trabajadores desde sus hogares a destinos de labores.

Cervantes denunció que Stevens ha dado nulas respuestas a las peticiones de diálogo y buscar otras alternativas, ya que no se oponen al progreso. Pero enumeró las afectaciones inminentes. Se perderá la mayoría de los árboles. Los que llegaran a subsistir, caerán con el paso del tiempo, ya que las máquinas les arrancarán las raíces. Luego vendrá una zona muerta, debido a que no habrá acceso a ningún transeúnte, lo que afectará de tajo el comercio, actividad que da vida a Valle Dorado e Industrias.

El quejoso, como los demás afectados, tienen más de 25 años de habitar el sector, lo que les da derecho a defenderlo. Exigen les fundamenten y motiven el plan. Dijeron que Stevens actúa en forma arbitraria, que los insta a emprender la resistencia civil. Los habitantes promovieron un amparo a través del litigante y activista del Movimiento de Regeneración Nacional, Guillermo Morales, quien destacó que su injerencia es jurídica. Respeta que entre los vecinos existan diversas ideologías y militancias diferentes. Invitó a los demás partidos políticos que se sumen a la ciudadanía organizada y acudan a sus asambleas.

Morales planteó violaciones a la seguridad jurídica establecida en los artículos 14, 16 y 17 de la constitución. Estableció que las obras del Metrobús comenzaron sin los permisos necesarios, donde ni el ayuntamiento estaba enterado de que ya habían comenzado. Adelantó que no existen estudios técnicos, lo que perjudicará el comercio. Habrá caos vial y económico, debido a que el espacio es insuficiente para un carril del Metrobús, dos para el tráfico vehicular, una banqueta y estacionamiento, tal como lo prevé la ley de reglamentos municipales.

Añadió que el gobierno municipal y estatal no consultó a ninguno de los 340 dueños de negocios ni vecinos, lo que constituye una agresión a su patrimonio y manera honesta de vivir. Expuso que los parroquianos no rechazan los cambios, pero solicitan se reubique el nuevo transporte a donde no ocasione perjuicios de ninguna naturaleza, como la lateral de la carretera 57 o el río Españita.

Morales indicó que en capital se necesita una alternativa de transporte convencional, que incluya a la ciudadanía, planificado, para no agraviar a terceros como sucede en Industrias, ya que no se busca ayudar a la gente y sí a los capitales que arriban a la ciudad, como las grandes armadoras vehiculares, las principales beneficiarias del Metrobús, como lo dijera el gobernador Juan Manuel Carreras. (tomado de la versión impresa, Septiembre 2016)