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El creciente número de feminicidios

En la vorágine de violencia que han vivido los potosinos, en lo que va del 2017, se disparó en forma alarmante, en mayo y junio, el delito de feminicidio. El gobierno estatal no es capaz siquiera de conciliar las cifras de mujeres asesinadas entre sus propias dependencias. El procurador Federico Garza Herrera informó el 24 de mayo que se tenían registrados 6 feminicidos. A los 28 días, antes de declararse la alerta de género en 6 municipios, la Comisión Estatal de Atención a Víctimas destacó que eran 14.

En un recuento hemerográfico de lo publicado en los medios, se manejó que hubo 17 mujeres asesinadas, con las características de feminicidio en el primer semestre del 2017. El miércoles 3 de enero una mujer de casi 30 años fue asesinada a balazos por su ex pareja, el agente de la policía estatal, Julio, alias «El Camello». El crimen se registró al medio día en la casa donde habitó la víctima, en la calle del Manantial, en la Unidad Habitacional Rancho Pavón. El agresor llegó, tocó la puerta. La fémina abrió, el sujeto sacó el arma, a sangre fría, le disparó en la cabeza y en el pecho. El agente fue detenido horas después, cuando huyó en un vehículo por la carretera 57.

El 19 de enero fue encontrada sin vida en su recámara una mujer en el barrio de las Clavillinas, Charcas. El cuerpo de la occisa presentaba golpes en la cabeza y huellas de estrangulamiento. La hermana fue quien reportó el crimen a la policía. Informó que el día anterior se retiró a dormir. A la mañana siguiente al ver que no salía de su cuarto, decidió tocarle. Como no le respondía, optó romper el vidrio de la puerta y la encontró tirada a un lado de la cama. Señaló que estaba separada del esposo.

En la comunidad de Escalerillas fue asesinada a balazos por su esposo, Martha, una mujer de 25 años. Los hechos ocurrieron cuando el agresor y la ahora occisa se encontraban a bordo de una camioneta. Mientras discutían el hombre sacó el arma y le disparó en 4 ocasiones, para después huir. Al percatarse de lo sucedido, los vecinos persiguieron al asesino, lo detuvieron y llamaron a la policía. Otros trasladaron a la mujer con vida al Hospital Central donde falleció horas después.

El 7 de marzo, unas horas antes de conmemorarse el día internacional de la mujer, en la comunidad de Venaditos de Villa Hidalgo, fue encontrada sin vida Aracely de 45 años, en su propia alcoba. Al lado del cuerpo estaba un cable eléctrico con el que según el reporte policiaco pudo ser estrangulada. La madre señaló que su hija laboraba en Villa Hidalgo, a donde viajaba todos los días a las ocho de mañana. Pero el lunes fatídico no regresó ni contestó el celular, por lo que acudió a buscarla a su domicilio en la calle 20 de noviembre de la localidad donde la encontró muerta.

El domingo 19 de marzo, dos días después de que salió de su casa en la comunidad del Cañón, en Xilitla, Bianca de 26 años, fue encontrada muerta en una vereda que conduce al poblado de Huizquilico. La joven pertenecía a la etnia Tének y estudiaba en la Universidad Politécnica en la cabecera municipal de Tamazunchale. El cuerpo de Bianca presentaba huellas de violencia, signos de haber sido violada. Tenía una herida con arma blanca en la espalda, estableció el reporte policiaco.

Mayo fue un mes trágico para las potosinas. El 18 en Valles fue asesinada la directora de albergues para niños y presidenta del organismo Formación y Protección de la Mujer y el Menor, Diva Gayoso Reyes. La doctora fue apuñalada por un menor que había sido interno en uno sus albergues. El homicidio ocurrió a pleno medio día en el número 669 de la calle Damián Carmona en la zona centro. La mujer fue herida en el interior del domicilio, todavía alcanzó a salir a pedir auxilio, pero en la puerta se desvaneció.

En medio de un enorme charco de sangre y cubierto el rostro con una almohada, fue encontrado el cadáver de una mujer en el baño de la recámara 10 del motel El Mesón del Río ubicado en el barrio de Tlaxcala. El hallazgo fue reportado a la policía el lunes 22 de mayo por una empleada del negocio que acudió a las dos de la tarde a realizar la limpieza. Se informó que la dama ingresó al motel en compañía de un hombre en la madrugada del domingo…continúa (tomado de la versión impresa, Junio 2017)

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Carreras, misógino

La delegada en San Luis de la Red de Organizaciones Ciudadanas, Yasmín Escobar Domínguez, calificó de misógino al gobernador Juan Manuel Carreras López, al que no le interesa saber el destino de las mujeres desaparecidas, violadas y asesinadas. Apenas se mueve por las marchas y protestas de los padres que reclaman el paradero de sus hijas raptadas. Dudó que exista la figura del mandatario, que sólo ha demeritado las instituciones que deberían apoyar a las víctimas. Su conducta excluyente también se refleja con el escaso número de colaboradoras en el gabinete, como la secretaria de salud, Mónica Rangel. Censuró la apatía de las diversas dependencias estatales para atender los casos donde se violentan las garantías del sector femenino. Aludió a las cambiantes cifras de la procuraduría de justicia, que manejó primero 6 y luego 13 desaparecidas. El organismo de Escobar consignó 44. Expuso que una excusa muy recurrente para no investigar, es atribuir las causas al crimen organizado. Según sus pesquisas, en la zona norte de la capital es donde se registra un alto índice de atentados contra las mujeres y menores, ya que los padres acuden a trabajar a la zona industrial. Los vacíos se llenan con la influencia perniciosa de las redes sociales.

-¿Cuál es la cifra real de las desaparecidas en San Luis Potosí?.

-Oscila en 47 personas, de las que he tenido la oportunidad de documentarlo. Pero hay algo. No todas son desaparecidas por el crimen organizado, por cuestiones de delito. Según el trabajo que he realizado en la zona norte. Pedí desde el año anterior, cuando inició la administración estatal, que sería importante hacer un mapa de riesgo, que nos sentáramos a elaborarlo. Clasificar las zonas donde se han dado los secuestros y tipificar por qué se registran. Por la experiencia adquirida, las desapariciones de personas menores de 12 años, algunas veces ocurren por cuestiones de divorcios, pensiones alimenticias, conflictos. No se ha documentado que sea robo de infante. En la entidad, no tenemos la certeza de que sea ejecutado por una banda. Se limitan a decir que vieron una camioneta rara por una escuela. Suben fotos de personas porque alguien las busca. Las autoridades no han salido, no han desmentido nada. Les conviene distraernos. Las desapariciones de chamacas de 13 años a 22 años, son por el mal uso de las redes sociales. Lo mencioné en abril del año en curso. Incide además la carencia de valores, la falta de diálogo entre las familias, de los cuidadores, cuando no tienen a sus papás. Es la permisividad».

«Está el caso de una joven a la que le destrozaron el cráneo en la huasteca. Fue un grupo de su escuela. Se fue con los muchachos, le aplican el conocido bullyng y la masacran. La desaparición por trata de personas es distinto, cae en la categoría de los 19 a 30 años. Tenemos la historia de una niña de 15 años. Fue enganchada por la red social. Junto con una amiga, se ponen de acuerdo para verse con un sujeto. La compañera se regresó con el novio, que era el enganchador. Al final se logró rescatar. Otro caso muy doloroso sucedió en el 2013, con la señora Verónica Ruiz Manzanares, en la capital. Una amiga se la llevó y la vendió en Zacatecas. Le gustó a un hombre del crimen organizado. Le entramos a una campaña internacional para recuperarla. Hicimos postales. Una pintora nos regaló su trabajo para ayudar a todas las desaparecidas locales. La víctima dejó dos niños que adoptaron los abuelos. No tienen casa propia, rentan una de interés social, pequeña. La responsable, para mantenerlos, vende dulces afuera de una escuela. El niño más grande ya tiene 18 años, dejó de estudiar porque no tuvo acceso a los programas de apoyo. El más pequeño está en la primaria. Es un caso de trata de blancas. Se la llevó el crimen organizado. Se denunció el lugar donde está en Zacatecas. Es un pueblo tomado por tales hombres. Ya casi se volvió fantasma».

«La procuraduría no quiso investigar porque estaba en Zacatecas, sabían que se la llevaron de San Luis el 20 de septiembre del 2013, en el sexenio de Fernando Toranzo. La mamá es una persona humilde, llegó hasta la comunidad, la amenzaron, puso la denuncia en Zacatecas. Hubo un ministerio público y de la marina que se comprometieron ayudarla, pero luego los cambiaron. El que los relevó, le dijo que la olvidara y se retirara. La que la vendió confesó y está libre. Estuve hace poco con los papás de la afectada. Me dijeron que la enganchadora se fue a vivir a Saltillo. Es un caso real. La secuestrada tiene ahora 32 años. También está la historia de la periodista de Rioverde, Yasmín Alcaraz López. Junto con otras compañeras de lucha, empezamos a investigar. Nos reclamaron que ya no le moviéramos al asunto. Les dijimos que era amiga y conocida. Nos contestaron: aquí está, hecha pedacitos. ¿Quieren terminar igual?, síganle. Para su infortunio, fue pareja de un ex jefe de la policía municipal de Rioverde y Cárdenas, llamado Juan Blanco. Los señores del crimen organizado, cuando alguien entra en sus redes y alegan que son traicionados, acaban con toda la familia. Muchos de los policías están inmersos en tantos delitos. Ya no llevamos el tema de Alcaraz ni de otras desaparecidas. Sólo el de Zacatecas. Lo de la reportera, la familia lo dejó por la paz ante las amenazas. Lo único que quieren saber es dónde está el cuerpo, si ya falleció. La afectó estar ligada con alguien metido en el crimen organizado. Temían que supiera algunos detalles no gratos».

«Al gobierno le interesa tratar a la gente con paternalismos, callarla con dádivas. Nosotras queremos hacer un mapa de riesgo y si tienen el interés que trabajemos juntos, lo hagamos. Consiste en clasificar todos los casos que se han dado. Si se ausentaron por la amiga, redes sociales, fin de semana o en realidad están desaparecidas. Conocer las circunstancias para clasificarlas, abrir los ojos. En la zona norte, se pierden mujeres de 13 a 20 años. En el oriente y otros municipios, si revisamos la declaratoria, hay hasta de 70 años que traemos en las listas. La procuraduría ni siquiera manifiesta las causales. Existe algo importante y lo reitero: a la autoridad no le interesa el tema de las mujeres violentadas, revictimizadas, desaparecidas. Antes de las marchas, no recuperaban a nadie. Pero en los días que presionamos, hallaron tres o cuatro. Necesitamos reclamar de manera constante. En el caso de Paola Castro, la procuraduría tiene varias líneas de análisis. Dicen que tuvo una desavenencia con la pareja, que anda en las marchas. Cuántos casos tenemos que las matan o encostalan y se hacen visibles para ver cuánto se avanza en las pesquisas. No quiero decir que sea responsable, porque tampoco existe una línea concreta. Como representante de la red nacional de organizaciones civiles, estamos preocupadas y pedimos una cita con el gobernador Carreras, para abordar el uso negativo de las redes sociales».

«Hay muchos perfiles de jovencitas donde los sujetos ponen una foto atractiva y las engañan. Hicimos algunas pruebas. Tuve la oportunidad de trabajar en prevenir el delito. Realizamos algunos sondeos con perfiles falsos, donde se les pregunta si están en equis escuela, contestan a la que asisten. Cuál deporte les gusta. Les sacan todos los datos. Es algo muy grave. Se pierde credibilidad en las desapariciones. Son chamacas que se fueron con el novio porque les dio la gana. Hay varios casos. Hace poco se perdieron cuatro jovencitas de secundaria en el sector norte. Salieron a divertirse con los amigos. Me tocó constatar un caso en Tequis, cuando sujetos que viajaban en una camioneta roja doble cabina, trataron de llevarse a dos jóvenes que se dirigían a la universidad. Gritaron pero nadie salió. Lograron zafarse. Se encierran. Mi hijo les llama porque no llegan. Las busca y encuentra aterrorizadas. Un día de febrero a las siete de la mañana, rescatamos a una joven que se la trajo un hombre de la zona media. Estaba en el hotel España, que se ubica en Universidad. El sitio tiene algo de raro, también agarraron a unos seudo sicarios. Sacamos a la muchacha, le conseguimos un lugar donde estudiar. Tenía 22 años. En su perfil, el sujeto exhibía mujeres desnudas. La niña optó seguirlo. No le gustaba la disciplina. Le valió, andaba en sandalias y con lo que traía puesto. Se volvió a escapar. ¡Cuántas desaparecidas quisieran otra oportunidad!. Como red, hacemos un documento para entregarlo al congreso y ejecutivo, para cuando surjan casos similares, de las que huyen para probar lo que se siente, traer a la autoridad y familia como locos, se les aplique un trabajo comunitario, darles terapia psicológica. A los padres fijarles una pena administrativa en pesos, semejante a los que son encontrados al momento de orinar en la vía publica. Todo se genera por la permisividad de los padres, que ahora les dejan el cuidado de los hijos a los medios electrónicos. Se carece de valores y falta de comunicación. Es lo que provoca tantos descalabros y le resta credibilidad a las demás situaciones que muchas veces son reales. La mamá de la joven secuestrada en Zacatecas me abordó en un acto del ayuntamiento. Me imaginaba que el problema de las desaparecidas era algo mínimo, pero me equivoqué. En San Luis Potosí las activistas no se meten de lleno. Son de oportunidad. No acuden a la procuraduría por un documento, que se investigue. No hay seguimiento en los medios. La procuraduría maneja números rosas. Les pedí todo el 2015, cuántos feminicidios hubo de enero a diciembre en lo general. Despues solicité el dato desglosado, por municipios. Añadí robos con violencia, violaciones, extorsiones»… continúa (tomada de la versión impresa, Octubre 2016)