La delegada en San Luis de la Red de Organizaciones Ciudadanas, YasmÃn Escobar DomÃnguez, calificó de misógino al gobernador Juan Manuel Carreras López, al que no le interesa saber el destino de las mujeres desaparecidas, violadas y asesinadas. Apenas se mueve por las marchas y protestas de los padres que reclaman el paradero de sus hijas raptadas. Dudó que exista la figura del mandatario, que sólo ha demeritado las instituciones que deberÃan apoyar a las vÃctimas. Su conducta excluyente también se refleja con el escaso número de colaboradoras en el gabinete, como la secretaria de salud, Mónica Rangel. Censuró la apatÃa de las diversas dependencias estatales para atender los casos donde se violentan las garantÃas del sector femenino. Aludió a las cambiantes cifras de la procuradurÃa de justicia, que manejó primero 6 y luego 13 desaparecidas. El organismo de Escobar consignó 44. Expuso que una excusa muy recurrente para no investigar, es atribuir las causas al crimen organizado. Según sus pesquisas, en la zona norte de la capital es donde se registra un alto Ãndice de atentados contra las mujeres y menores, ya que los padres acuden a trabajar a la zona industrial. Los vacÃos se llenan con la influencia perniciosa de las redes sociales.
-¿Cuál es la cifra real de las desaparecidas en San Luis Potos�.
-Oscila en 47 personas, de las que he tenido la oportunidad de documentarlo. Pero hay algo. No todas son desaparecidas por el crimen organizado, por cuestiones de delito. Según el trabajo que he realizado en la zona norte. Pedà desde el año anterior, cuando inició la administración estatal, que serÃa importante hacer un mapa de riesgo, que nos sentáramos a elaborarlo. Clasificar las zonas donde se han dado los secuestros y tipificar por qué se registran. Por la experiencia adquirida, las desapariciones de personas menores de 12 años, algunas veces ocurren por cuestiones de divorcios, pensiones alimenticias, conflictos. No se ha documentado que sea robo de infante. En la entidad, no tenemos la certeza de que sea ejecutado por una banda. Se limitan a decir que vieron una camioneta rara por una escuela. Suben fotos de personas porque alguien las busca. Las autoridades no han salido, no han desmentido nada. Les conviene distraernos. Las desapariciones de chamacas de 13 años a 22 años, son por el mal uso de las redes sociales. Lo mencioné en abril del año en curso. Incide además la carencia de valores, la falta de diálogo entre las familias, de los cuidadores, cuando no tienen a sus papás. Es la permisividad».
«Está el caso de una joven a la que le destrozaron el cráneo en la huasteca. Fue un grupo de su escuela. Se fue con los muchachos, le aplican el conocido bullyng y la masacran. La desaparición por trata de personas es distinto, cae en la categorÃa de los 19 a 30 años. Tenemos la historia de una niña de 15 años. Fue enganchada por la red social. Junto con una amiga, se ponen de acuerdo para verse con un sujeto. La compañera se regresó con el novio, que era el enganchador. Al final se logró rescatar. Otro caso muy doloroso sucedió en el 2013, con la señora Verónica Ruiz Manzanares, en la capital. Una amiga se la llevó y la vendió en Zacatecas. Le gustó a un hombre del crimen organizado. Le entramos a una campaña internacional para recuperarla. Hicimos postales. Una pintora nos regaló su trabajo para ayudar a todas las desaparecidas locales. La vÃctima dejó dos niños que adoptaron los abuelos. No tienen casa propia, rentan una de interés social, pequeña. La responsable, para mantenerlos, vende dulces afuera de una escuela. El niño más grande ya tiene 18 años, dejó de estudiar porque no tuvo acceso a los programas de apoyo. El más pequeño está en la primaria. Es un caso de trata de blancas. Se la llevó el crimen organizado. Se denunció el lugar donde está en Zacatecas. Es un pueblo tomado por tales hombres. Ya casi se volvió fantasma».
«La procuradurÃa no quiso investigar porque estaba en Zacatecas, sabÃan que se la llevaron de San Luis el 20 de septiembre del 2013, en el sexenio de Fernando Toranzo. La mamá es una persona humilde, llegó hasta la comunidad, la amenzaron, puso la denuncia en Zacatecas. Hubo un ministerio público y de la marina que se comprometieron ayudarla, pero luego los cambiaron. El que los relevó, le dijo que la olvidara y se retirara. La que la vendió confesó y está libre. Estuve hace poco con los papás de la afectada. Me dijeron que la enganchadora se fue a vivir a Saltillo. Es un caso real. La secuestrada tiene ahora 32 años. También está la historia de la periodista de Rioverde, YasmÃn Alcaraz López. Junto con otras compañeras de lucha, empezamos a investigar. Nos reclamaron que ya no le moviéramos al asunto. Les dijimos que era amiga y conocida. Nos contestaron: aquà está, hecha pedacitos. ¿Quieren terminar igual?, sÃganle. Para su infortunio, fue pareja de un ex jefe de la policÃa municipal de Rioverde y Cárdenas, llamado Juan Blanco. Los señores del crimen organizado, cuando alguien entra en sus redes y alegan que son traicionados, acaban con toda la familia. Muchos de los policÃas están inmersos en tantos delitos. Ya no llevamos el tema de Alcaraz ni de otras desaparecidas. Sólo el de Zacatecas. Lo de la reportera, la familia lo dejó por la paz ante las amenazas. Lo único que quieren saber es dónde está el cuerpo, si ya falleció. La afectó estar ligada con alguien metido en el crimen organizado. TemÃan que supiera algunos detalles no gratos».
«Al gobierno le interesa tratar a la gente con paternalismos, callarla con dádivas. Nosotras queremos hacer un mapa de riesgo y si tienen el interés que trabajemos juntos, lo hagamos. Consiste en clasificar todos los casos que se han dado. Si se ausentaron por la amiga, redes sociales, fin de semana o en realidad están desaparecidas. Conocer las circunstancias para clasificarlas, abrir los ojos. En la zona norte, se pierden mujeres de 13 a 20 años. En el oriente y otros municipios, si revisamos la declaratoria, hay hasta de 70 años que traemos en las listas. La procuradurÃa ni siquiera manifiesta las causales. Existe algo importante y lo reitero: a la autoridad no le interesa el tema de las mujeres violentadas, revictimizadas, desaparecidas. Antes de las marchas, no recuperaban a nadie. Pero en los dÃas que presionamos, hallaron tres o cuatro. Necesitamos reclamar de manera constante. En el caso de Paola Castro, la procuradurÃa tiene varias lÃneas de análisis. Dicen que tuvo una desavenencia con la pareja, que anda en las marchas. Cuántos casos tenemos que las matan o encostalan y se hacen visibles para ver cuánto se avanza en las pesquisas. No quiero decir que sea responsable, porque tampoco existe una lÃnea concreta. Como representante de la red nacional de organizaciones civiles, estamos preocupadas y pedimos una cita con el gobernador Carreras, para abordar el uso negativo de las redes sociales».
«Hay muchos perfiles de jovencitas donde los sujetos ponen una foto atractiva y las engañan. Hicimos algunas pruebas. Tuve la oportunidad de trabajar en prevenir el delito. Realizamos algunos sondeos con perfiles falsos, donde se les pregunta si están en equis escuela, contestan a la que asisten. Cuál deporte les gusta. Les sacan todos los datos. Es algo muy grave. Se pierde credibilidad en las desapariciones. Son chamacas que se fueron con el novio porque les dio la gana. Hay varios casos. Hace poco se perdieron cuatro jovencitas de secundaria en el sector norte. Salieron a divertirse con los amigos. Me tocó constatar un caso en Tequis, cuando sujetos que viajaban en una camioneta roja doble cabina, trataron de llevarse a dos jóvenes que se dirigÃan a la universidad. Gritaron pero nadie salió. Lograron zafarse. Se encierran. Mi hijo les llama porque no llegan. Las busca y encuentra aterrorizadas. Un dÃa de febrero a las siete de la mañana, rescatamos a una joven que se la trajo un hombre de la zona media. Estaba en el hotel España, que se ubica en Universidad. El sitio tiene algo de raro, también agarraron a unos seudo sicarios. Sacamos a la muchacha, le conseguimos un lugar donde estudiar. TenÃa 22 años. En su perfil, el sujeto exhibÃa mujeres desnudas. La niña optó seguirlo. No le gustaba la disciplina. Le valió, andaba en sandalias y con lo que traÃa puesto. Se volvió a escapar. ¡Cuántas desaparecidas quisieran otra oportunidad!. Como red, hacemos un documento para entregarlo al congreso y ejecutivo, para cuando surjan casos similares, de las que huyen para probar lo que se siente, traer a la autoridad y familia como locos, se les aplique un trabajo comunitario, darles terapia psicológica. A los padres fijarles una pena administrativa en pesos, semejante a los que son encontrados al momento de orinar en la vÃa publica. Todo se genera por la permisividad de los padres, que ahora les dejan el cuidado de los hijos a los medios electrónicos. Se carece de valores y falta de comunicación. Es lo que provoca tantos descalabros y le resta credibilidad a las demás situaciones que muchas veces son reales. La mamá de la joven secuestrada en Zacatecas me abordó en un acto del ayuntamiento. Me imaginaba que el problema de las desaparecidas era algo mÃnimo, pero me equivoqué. En San Luis Potosà las activistas no se meten de lleno. Son de oportunidad. No acuden a la procuradurÃa por un documento, que se investigue. No hay seguimiento en los medios. La procuradurÃa maneja números rosas. Les pedà todo el 2015, cuántos feminicidios hubo de enero a diciembre en lo general. Despues solicité el dato desglosado, por municipios. Añadà robos con violencia, violaciones, extorsiones»… continúa (tomada de la versión impresa, Octubre 2016)