Cuando hablamos de acuerdos, pactos o convenios, en general, les antecede un conflicto, pues resulta que en la desesperaci贸n del presidente de todos los mexicanos, al tratar de realizar alguna maniobra para detener el enojo social con el repudiado gasolinazo, se ha concentrado en llamar a los diversos sectores a firmar el denominado 鈥淎cuerdo para el Fortalecimiento Econ贸mico y la Protecci贸n de la Econom铆a Familiar鈥, suena atractivo pero demasiado gen茅rico. Se dice que busca detener la escalada en el alza de los precios de casi todo. La verdad, es muy so帽adora la pretensi贸n. Est谩 complicado que haya alguien dispuesto a mantener los precios y costos a pesar de su detrimento financiero.
Quiz谩s en el terreno inmediato, se logre que no suban los costos de sus inventarios existentes. Pero vender barato y comprar caro como 鈥淛uan Garabato鈥 como que no suena. Los que oferten su inventario a precios actuales, sin incrementos proporcionales, que es lo deseable, comprar谩 y resurtir谩 al nuevo precio. Es il贸gico y so帽ador imaginar que no se dar谩 un aumento. M谩s all谩 de la materia prima, el precio final del producto se determina despu茅s de la transportaci贸n. Por ejemplo a los productos del campo, los encarece el costo del traslado. Tal vez el precio de la semilla, agua para el riego y hasta el jornal pudiera mantenerse, pero los aceites y combustibles para el tractor, la luz del pozo, la maquinaria, moverlo al lugar de consumo, depende del costo de los energ茅ticos.
Pero que alguien m谩s habilidoso o imaginativo me explique c贸mo mantener un precio igual ante un aumento del costo del proceso y su distribuci贸n. Insisto, se trata de un pacto demasiado gen茅rico o digamos poco objetivo y exacto. Me atrevo a pensar que es un asunto medi谩tico. Para el ejercicio fiscal del a帽o que empieza, todos los gobiernos estatales sin excepci贸n, aumentaron el costo de sus tr谩mites y servicios, unos m谩s que otros menos, pero todos los movieron. Algunos muy habilidosos siguiendo el clar铆simo ejemplo del 鈥渂uen fin鈥. Ahora, en el mejor de los casos, podr谩n ofrecer algunos descuentos.
Llama la atenci贸n de c贸mo el gobernador de Nuevo Le贸n, Jaime Rodr铆guez, se atrevi贸 a hablar de reducir sueldos y realizar descuentos. Se trata de una entidad, de las tres m谩s apapachadas, con un s煤per mega presupuesto, por lo que no se ver谩n muy afectados. El llamdo Bronco prometi贸 a los regiomontanos quitar la tenencia vehicular, lo que no ocurri贸. No hay duda que en el pa铆s, en la clase pol铆tica dominante de cualquier partido, el m谩s chimuelo es trag贸n. Entonces queda claro que en el citado nuevo pacto mexicano, no es cre铆ble la pregonada austeridad, a la que se debe comprometer el estado mexicano. Hasta donde se nota, el gran pretexto para el alza lo cant贸 dos veces el presidente Enrique Pe帽a Nieto, al hablar del recorte a los programas sociales, que se supone, benefician a los que menos tienen. Ante la realidad actual y la desfachatez de la clase pol铆tica, me atrevo a razonar que no es tanto el amor por preservar tal o cual vertiente.
Al contrario, buscan preservar el manejo clientelar, electoral, lo que m谩s preocupa a todo pol铆tico que trata de proteger y asegurar la permanencia o el brinco a diversos cargos. Al andar en la calle, me percato de c贸mo Pe帽a, cada d铆a habla menos claro o le entendemos menos. O de plano ya cay贸 de la idolatr铆a que le profesaban hace 4 a帽os. Ahora lo aborrecen. Se estima que tiene una aceptaci贸n, seg煤n encuestadores expertos, del 15%. Es factible le hayan regalado algunos puntos. Si se tratara de que nos tuvi茅ramos que sacrificar un 70% para apoyar los programas sociales dirigidos a un 20 o quiz谩s 30% de la poblaci贸n, es casi seguro que el pueblo mexicano, solidario, recibir铆a con gusto un aumento. No importa que nos cobraran a 30 pesos el litro de gasolina y los dem谩s impuestos, que para nada son congruentes con lo que hoy marca el art铆culo 33 de la Constituci贸n General de la Rep煤blica, pues no son nada justos, menos equitativos.
No obstante, prevalecer铆a la solidaridad m谩s sin embargo el gran problema es que estamos empobrecidos el 80% de los mexicanos y el 15% de la poblaci贸n casi a un paso de la mendicidad, y ante un estado empobrecido y un escaso 5% de la poblaci贸n que es quienes nos gobiernan que viven en la opulencia como meros virreyes o feudales, que adem谩s de ese porcentaje que vive del recurso p煤blico un 70% son verdaderos saqueadores del dinero m谩s f谩cil de robar a ojos vistos sin reclamos v谩lidos, y sin tribunales que se presten a juzgar y castigar el desmedido saqueo del que somos objeto los mexicanos, nada se dijo en el citado pacto por sus firmantes en concreto si habr铆an de tomar alguna acci贸n en contra de los saqueadores de recursos p煤blicos y cual ser铆a esta acci贸n, hoy tenemos casi olvidados a los saqueadores m谩s vistos 煤ltimamente o m谩s cuestionados y que tales son los exgobernadores de Veracruz, Chihuahua, Nuevo Le贸n, Sonora, Quintana Roo, Tamaulipas, San Luis Potos铆.
Y muchos m谩s. El citado pacto o convenio no ocup贸 ni la intenci贸n en sus cuartillas, el dolor y el hartazgo expresado por la sociedad a todos niveles, que se me antoja, ya somos uno solo, porque todos estamos jodidos. Ya no aceptamos la indolencia, la desfachatez y la faltan de acciones para detener el saqueo del recurso p煤blico. Falta castigar con castigo ejemplar a los que nos siguen robando y empobreciendo al pa铆s. La gota de gasolina que incendi贸 a la ciudadan铆a es la impotencia ante la impunidad. Es la impotencia ante el contubernio y la autoprotecci贸n de la clase pol铆tica. El mexicano se enerva al ver cada d铆a c贸mo se hace m谩s real su pobreza y sus carencias. Y cada vez se hace m谩s irreal una verdadera lucha, combate y castigo al robo del erario a todos niveles. No est谩 lejos el momento cuando los saqueadores enfoquen sus miras donde en verdad se encuentra el dinero, la opulencia y los bienes. Es decir, las mansiones, los ranchos y las grandes empresas de los pol铆ticos mexicanos. Entonces s铆 se hablar谩 de inestabilidad y una revuelta social porque a los saqueadores no les va a gustar que el pueblo les reclame lo que le han robado. No me queda m谩s que decir una vez m谩s que la justicia de los hombres en alg煤n momento de la vida llega. La justicia divina llega un poco tarde pero nunca falta y nadie se salva. Saludos, bendiciones para todos y por lo pronto, no nos queda m谩s remedio que el 鈥渁gua y ajo鈥. La vida es un restaurante y nadie sale sin pagar.