El alcalde de Tanlajás, Domingo Rodríguez Martell, en su primer año de gestiones, se enfocó en atender la seguridad con la policía comunitaria sin recurrir a la estatal. “El 3 de diciembre del 2015, declaramos al municipio 100% indígena, lo cual consiste en priorizar las acciones de gobierno en función de los intereses de las comunidades. Tenemos el sustento de la constitución. Cada comunidad tiene su reglamento interno, el cual es elaborado por la asamblea, que encabeza un juez auxiliar, que sanciona cualquier acto donde se salgan de control los policías».

«Tenemos 380 policías comunitarios y solo 20 policías municipales. Todos están desarmados y son muy efectivos en sus labores. Se puede notar a simple vista la diferencia. No existe corrupción porque no hay dinero de por medio. Si hubiera alguna falla, se piden refuerzos a la policía municipal. Los resultados han sido positivos, ya que no se han registrado casos de delincuencia. La policía comunitaria tiene una mentalidad distinta. Se dedican a servir no a cuánto van a ganar. La guardia comunitaria es un grupo autónomo que se manda a sí mismo. La policía comunitaria a través de una asamblea. No tenemos problemas con el crimen organizado. Si llegan a entrar, no se detienen. No saben quienes integran la policía comunitaria. Todos son iguales, entonces no saben con quién arreglarse».

Otra de las gestiones fue mejorar los caminos rurales, uno de las principales problemas que presenta la huasteca potosina. El ramo 33 sólo permite gastar el 15% en el rubro. Existen cerca de mil 400 hectáreas de caña para generar piloncillo y otros 900 derivados. Se trata de una producción artesanal y familiar. No se ocupan herramientas sofisticadas. Pero también se modernizan para mejorar la higiene y alcanzar otros mercados. Expuso que su segunda vez como alcalde se debe a que la gente ya conoce cómo trabaja y los resultados que asegura. Ocupó antes la alcaldía de 1997 al 2000. Ahora también se confrontó al Movimiento de Regeneración Nacional, al que también doblegó.

«Siempre nos ha gustado hacer gestiones sin tintes partidistas o clientelares. Nuestro trabajo es incluyente porque todos somos hijos del municipio. En el periodo 2009- 2012 estuve como diputado federal en la 61 legislatura. No me encontraba en la lista, pero ya había el compromiso de que si ganaba la dirigencia estatal del PRD, iba a ser diputado federal. Le gané el candidato de Nueva Izquierda, Felipe Aurelio Torres. El pacto se hizo con la dirigencia nacional. Entonces pertenecía al grupo Alternativa Democrática Nacional que dirige Héctor Bautista. Después decidí salirme porque priorizaron a otros líderes».

Domingo Rodríguez destacó que la huasteca aporta un gran número de voto en las contiendas internas, pero la mayoría se concentra en la zona centro, donde se ubica Soledad y la capital potosina. Tienen que luchar contra las corruptelas y discriminaciones que promueve el PRI en todo el país. Negó que los ex alcaldes de Soledad, Ricardo Gallardo Juárez y Ricardo Gallardo Cardona sean perredistas, solo les interesa usar el cascarón del partido. Además, prefieren llamarse gallardistas. «Es más grande la doctrina del PRD que una corriente. Nos sostenemos en principios, programas y líneas políticas. Los Gallardo se mueven por otros intereses».

Ahora que se vienen las elecciones presidenciales en el 2018, están obligados a realizar alianzas, que se definen por encuestas. «Si dicen que hay manera de ganar con el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, entonces nos juntaremos. Un sector del partido busca irse con el PAN, pero no todos estamos en la misma línea. Se hace mayor peso con el que encabeza los comicios, más si es un activo de izquierda. Las tribus siguen vigentes, nunca se terminarán. La corrupción es grave, por lo que se deben generar procesos nuevos para rescatar la ética en la política».