Signo perturbador de ese talante autoritario del que ha dado ya suficientes muestras, el alcalde Ricardo Gallardo Juárez, de la mano de su par en Soledad, Gilberto Hernández Villafuerte, ordenó inspeccionar el pasado jueves 28 de julio diversos locales de Jiffy Express, negocio del empresario Miguel Maya, quien a su vez es socio mayoritario del portal de noticias Astrolabio Diario Digital.
Acostumbrado a que los medios lo traten bien haciéndole preguntas a modo en las entrevistas y publicando los boletines que emite el área de comunicación social del ayuntamiento de San Luis Potosà (y en otro tiempo el de Soledad, donde también fue presidente municipal), a costa del erario, Gallardo creyó tener pleno control de la prensa, hasta que a fines de marzo Astrolabio y La Jornada San Luis sacaron a relucir el caso de la supuesta proveedora de medicamentos Sandra Sánchez Ruiz, asunto que se convirtió en una incómoda piedra en su zapato.
Ambos medios han dado puntual seguimiento al caso de la enigmática proveedora, pero Astrolabio se ha encargado de sacarle otros trapitos al sol al alcalde, como su propaganda en útiles escolares y en toda clase de espacios para proyectar su imagen, la de su partido y el lema de su gobierno («con gallardÃa»); su opacidad para informar sobre algunos gastos que despiertan suspicacias como el que se hizo en el Festival de la Cantera, el uso clientelar y electoral que hace de los programas sociales, y su gasto excesivo en medios (14.8 millones de pesos), entre varios asuntos más que han despertado sospechas, y cuyas revelaciones han causado la ira del alcalde
Gallardo ha sugerido la remoción de reporteros incómodos para que dejen de cubrir la fuente del ayuntamiento y la presidencia municipal, y ya provocó la renuncia del periodista Eduardo Alvarado al periódico El Sol de San Luis, quien desde la columna Los jefes criticaba sus excesos. Alvarado fue advertido de la gran cantidad de dinero que vÃa publicidad recibÃa el periódico por parte de la administración gallardista y prefirió renunciar antes que ser censurado abiertamente o incurrir en autocensura.
Pero lo que sucedió el pasado 28 de julio es la gota que derramó el vaso: en paralelo con Hernández Villafuerte, Gallardo mandó inspeccionar a través de las áreas de protección civil de ambos ayuntamientos las tintorerÃas Jiffy Express, y bajo argumentos de falta de equipos de seguridad y otras fallas menores logró la clausura de tres en Soledad, aunque el operativo tenÃa el propósito de inspeccionar todos los locales del negocio, incluidos los situados en la ciudad de San Luis PotosÃ, acción que logró evitar el empresario. No hubo previamente una notificación o un plazo para que se pusieran en orden las anomalÃas detectadas, ni tampoco se aplicó una multa. ¿Cuántos negocios en ambos municipios operan sin equipos y protocolos de seguridad y no son sanciones? ¿Por qué todo el operativo fue dirigido a una sola empresa y justo la de quien es el socio mayoritario de un medio como Astrolabio Digital, cuyo pecado ha sido realizar un trabajo periodÃstico impecable que ha puesto al descubierto las irregularidades en que ha incurrido la actual administración municipal?
Sin duda se trata de un acto autoritario con dedicatoria con el que se pretende acotar la libertad de expresión y cancelar el derecho que tenemos todos los ciudadanos a recibir información de calidad.
La intolerancia a la crÃtica por parte de Ricardo Gallardo Juárez está poniendo en riesgo dos de los derechos más importantes del régimen de libertades que tenemos los mexicanos y que están garantizados en la Constitución y en convenios y tratados internacionales firmados por nuestro paÃs, relativos a la libre manifestación de las ideas y a la facultad de recibir información veraz, plural y oportuna que nos permita comprender mejor nuestra realidad y tomar mejores decisiones.
¿Cuál será la siguiente intentona de censura de Gallardo contra Astrolabio o cualquier otro medio o periodista que se atreva a criticar su gestión? ¿Nos quedamos cruzados de brazos viendo como un pequeño tirano reprime a los medios informativos independientes y crÃticos o hacemos algo para apoyarlos y al mismo tiempo proteger nuestro derecho a saber?