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Apuntes de una enfermera en retiro sobre la crisis sanitaria

La unidad de especialidades médicas, donde se hicieron cirugías ambulatorias, fue desmantelada para convertirla en zona covid. Será otro lugar para meter pacientes, porque los nosocomios no se dan abasto. Tengo familiares que laboran en el Hospital Central, dicen que se han complicado las cirugías del apéndice u otras. La unidad de diálisis y hemodiálisis de Santa María, optó enviar los enfermos al centro de salud que se ubica en Villa de Arista, porque la capital está muy contaminada. En Soledad sólo atienden lo relacionado al covid, relegaron las demás afectaciones, lo que puede incidir en que se incremente la tasa de natalidad. En 9 meses habrá muchos chiquillos, porque ya no se manejan métodos de planificación familiar.

Se dijo que íbamos dos semanas atrás en los impactos de la pandemia a nivel nacional. Yo creo que estamos a la par. El problema es que en San Luis no se acatan las indicaciones. Apenas entendieron el uso de cubre bocas como obligatorio. Se debió establecer desde un inicio para evitar mayores problemas. Hay antros abiertos en la madrugada. No hay dónde reportarlos, ya que los teléfonos que dieron solo funcionan hasta las 8 de la noche. Las fiestas empiezan más tarde.

A nivel mundial existe el problema de los hipertensos, obesidad, diabetes. Tenemos un sistema de salud por los suelos. Conocimos gente que quiso estudiar medicina, pero no entraron por una décima. Solo un cierto grupo o elite. Somos un país que comemos chatarra. Necesitamos que nos jalen las orejas para entender y consumir alimentos más saludables. Cuba no tiene muchos muertos de covid, pero está racionada la comida, ingieren lo que pueden. Casi no hay obesos. Estados Unidos alcanzó miles de muertos por su calidad de vida de siempre. La pandemia nos dejará como enseñanza, cultivar nosotros nuestras propias verduras, huertos personales, porque al final, todo lo que compremos está contaminado.

La contingencia sanitaria ya duró bastante, la vacuna está en proceso. Se habla de otra pandemia, la de la chinche o garrapata. Sufrimos como pasó con la fiebre española. La influenza también nos pegó duro. Muchos pacientes murieron sin hacer cama. Para el covid no existe inmunidad. La gente se puede re contagiar después de un tiempo. En Rusia ya aplican la vacuna en humanos. Ofrecieron dinero a los que se registraron para ser los primeros. Cuando alguien se enferma del virus, debe ponerse boca abajo, ayuda a expulsa las flemas. Antes recomendaban dar pequeños golpes en la espalda. Después los prohibieron, optaron por la palma percusión. Las técnicas han evolucionado.

Lo mismo pasa con los medicamentos. Los pacientes tienen reacciones distintas. Algunos sirven para desinflamar los pulmones. Pero la inyección cuesta 17 mil 500 pesos. Se llama Actemra. Es un antiviral. Todavía hay gente que duda de la enfermedad, hasta que lo viven en familiares cercanos. Nadie está a salvo, nos podemos contagiar con lo más mínimo. En una clínica privada, lo primero que piden es lana, para entrar, cubrir un depósito de 50 a 100  mil pesos. En los hospitales de gobierno, hacer fila de espera hasta que haya camas. Hay dos opciones, estar observación, con oxígeno. O si van muy graves, intubarlos, aunque a veces los familiares no quieren. Lo dejan sólo con oxígeno.

Muchos intubados salen adelante. Cuando sólo existe dolor de cabeza y huesos, conviene quedarse en casa, protegidos, para no contaminar a los demás. Hay que hacer limpieza constante. No se puede consumir medicamentos hasta saber lo que sucede. El antibiótico es para combatir bacterias. Cuando hay virus, hay que tomar mucha agua simple o de limón, para despejar las flemas. El Oseltamivir sirve para ciertos virus. No existe algo efectivo para lo que  padecemos.

Es recomendable hacer ejercicios respiratorios. Algunos se pueden realizar con un popote, que empuja una pelotita de unicel, para mantenerla en el aire. O usarlo en un vaso con agua y soplar con fuerza. Inflar un globo. Uno mismo debe sentir cómo anda. Correr es una manera de darse cuenta. Si hacemos una encuesta a las personas que traen tos, dirán que fuman mucho, por el cambio del clima, usarán la excusa más conveniente. Nunca que tienen covid. Todo se puede descontrolar con una gripa simple. No hacemos conciencia de lo que nos pasa, minimizamos lo que sucede, le sacamos la vuelta. Se busca un remedio cuando todo se agravó.

En los retenes, había gente sin cubre bocas. Los detenían y alegaban que iban cerquita, rápido. El covid ataca las vías respiratorias. Cuando llega a los pulmones, hace trombosis. Pero siguen los estudios. Lo mismo pasó con la influenza, la desconocíamos por completo. Ya existe una vacuna y sabemos lidiar con la enfermedad. Pero se habla poco de los casos de sarampión que tenemos. En México existe el brote, al rato nos llega y provocará muertes. Como vieron que estaba erradicado, se dejó de producir la vacuna. No dudo que en cinco años tengamos otra pandemia.

Antes se dieron por coronavirus y dengue, dada la época de lluvias. En la capital tenemos el vector, en Mexquitic anda el zancudito. Sólo esperamos un contagiado para que nos alcance a los demás. Existen dos tipos de moscos, uno transmite el dengue, zika y malaria. Otro el parvovirus, cuando pican a los perros. Proliferan en la huasteca, en las zonas húmedas. Se pueden fumigar con el abate, granos de sal en un calcetín. Se coloca en las cisternas de agua que están abiertas. El Oko sirve, pero luego se intoxica la gente. En diciembre, la temporada de influenza, se va a conjugar con el covid. Será la segunda oleada de muertes. La vacuna del covid podría llegar a finales de año o principios del siguiente. Costará unos 55 a 65 pesos mexicanos.

En el Hospital de Soledad se interrumpió la energía eléctrica. Es algo muy grave. Se fue a las tres de la tarde y regresó a las 7. Los pacientes graves tienen ventilador, que se mantuvieron activos por la pila. Tampoco funcionó la planta de emergencia. Si tardan en arreglarla 5 minutos adicionales, se hubieran dado más tragedias.  Los jóvenes son los principales portadores de numerosos contagios, ya que salen a reuniones, fiestas y no se cuidan. Los más débiles son los adultos mayores. Pero el virus  agarra parejo, no pide permiso. Nadie está a salvo.

Los dirigentes sindicales del Issste y Seguro Social se unirán para exigir mayores insumos, ya que sólo tienen 10 camas para covid. Hace poco, un paciente entró en el cambio de turno, dijo que deseaba ir al baño. La hija, que trabajó en el Issste, miró a lo lejos al padre, que tiene un infarto. Le dio reanimación cardio respiratoria. Hizo un relajo, gritó donde estaban los médicos y enfermeras. El señor murió. En la última visita a San Luis del presidente Andrés Manuel López Obrador, tratamos de entregarle un documento donde plateamos la falta de insumos, lo del bono covid, que no se ha dado, carencia de personal. Hace poco salió un documento a nivel de jefatura, de un paciente que andaba perdido. Estuvo en atención médica y no sabían dónde estaba. Los familiares se fueron a derechos humanos para que les dieran una respuesta.

Le giran el documento al ministerio público, Gerardo Enrique Aguilar, adscrito a la fiscalía especializada en derechos humanos. Ordenó a los integrantes del centro de salud buscarlo. Apareció internado en el Hospital de Soledad. Son hechos que no deben darse. En el primer nivel de atención les dieron un gel de mala calidad que fue retirado. El famoso kit que le entregaron a los trabajadores, contenía una toallita para limpiar la careta, un cubre bocas y un jabón. No sueltan el dinero suficiente. A los choferes que manejan las ambulancias por el rumbo de Jacarandas, les llegó una remesa de gaitores, para hidratarse, después de quitarse los trajes. Tenían varias cajas, pero arribaron gentes de la oficina central y se las arrebataron, dizque para repartirlos en los centros de salud. Les pregunté y dijeron que no les dieron nada.