A cuatro meses de haberse celebrado el torneo Copa Potosí 2022, el Instituto Potosino del Deporte, que dirige el ex portero profesional Edmundo Ríos Jáuregui, esconde los gastos del torneo celebrado el pasado mes de abril, donde se repartió un millón de pesos en premios.

 También oculta las erogaciones en diversos juegos como la renta del estadio Alfonso Lastras Ramírez para la final, contrato de árbitros profesionales como Francisco Chacón Gutiérrez, pago de mobiliario y trofeos.

El ocultamiento de informes se replica en la página de transparencia de la Comisión Estatal de Garantía de Acceso a la Información Pública. En el apartado de egresos, deben haberse publicado los gastos erogados. Sin embargo, Ríos no ha aclarado el destino de un solo peso del presupuesto que recibe. Se trata de justificar al difundir lo hecho en 2019 y 2020.

Ante la negativa a informar, se requirió a través de diversas solicitudes de datos, lo invertido en la Copa Potosí 2022. En dos veces, el Inpode no atendió las peticiones. En la primera, con folio 240469222000043, se le exigió la inversión total y el desglose de gastos. La dependencia respondió. “Se informa que después de una exhaustiva búsqueda en nuestros archivos, no contamos con los datos requeridos�. Es una excusa inverosímil, pues ya habían pasado 2 meses de haberse realizado el torneo de futbol.

Se volvió a insistir, aunque se añadió el costo de la renta del estadio Alfonso Lastras y lo erogado al contratar el cuerpo arbitral. El Inpode contestó. “Le comunico que después de una exhaustiva búsqueda en nuestros archivos, no contamos con los datos relativos a lo solicitado�. Ocurre después de más de 3 meses de haberse jugado la copa.

                La conducta sistemática del Ríos de esconder los gastos públicos, se suma a ocultar lo relativo al convenio de patrocino que mantiene con el Atlético San Luis. Tampoco está convencido de aclarar los gastos mensuales de la instancia que maneja. El funcionario repite con eficacia, el ejemplo negativo del gobernador Ricardo Gallardo, que tampoco esclarece el destino de cada centavo de un presupuesto anual que supera los 50 mil millones de pesos.