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Hay cuatro candidatos para dirigir a los abogados

Son varios los candidatos que se inscribieron para competir por la dirigencia de la Asociación Potosina de Abogados. Al inicio se contempló una alianza entre los candidatos, pero no se concretó, por lo que se regresó a la etapa proselitista, casi virtual, por la contingencia sanitaria.

Los contendientes buscan integrar un colegio electoral interno que se encargue de convocar a los comicios. En sus inicios, el mismo presidente convocaba a las elecciones, contaba los votos y elegía a su relevo. Debido a la falta de credibilidad, nacieron al menos veinte nuevos grupos que formaron pequeñas asociaciones dispersas entre la huasteca potosina, Matehuala, Rioverde y la capital. Los interesados buscan mayor transparencia y legalidad. Plantean que se concrete en octubre.

Uno de los aspirantes es Marco Polo Méndez, ex fiscal y abogado litigante de corte penalista. Cuenta con el respaldo absoluto del ex presidente del organismo, Vicente Rosas, que tuvo un desempeño de los más desastrosos. Jamás promovió el desarrollo del gremio ni lo capacitó. Ambos se conocen por el trabajo burocrático que desempeñan. Si Méndez resultar ganador, pronostican un grave retroceso, ya que su trabajo en la fiscalía estatal ha sido regular, nada brillante. Incluso se ha portado elusivo con sus colegas.

Otro que busca el cargo es el litigante Francisco Atala, que maneja varias ramas del derecho. Antes buscó la Comisión Estatal de Derechos Humanos, que perdió ante el actual presidente, Jorge Andrés López Espinosa. Atala es un ácido polemista, puede disertar con amplitud sobre los temas que maneja. Por su fuerte carácter, tiende a confrontarse. Le falta ser conciliador en un ámbito donde se requiere del constante cabildeo.

También compite Vladimir Ibáñez, al que apoya el ex presidente del PRI y ex diputado local, Jorge Arreola, que fue expulsado por manejos irregulares de las prerrogativas. Puede ser un factor en contra del contendiente, que tiene poca trayectoria política y profesional.

El cuarto es oriundo de Mexquitic, Miguel Jacobo Navarro. Se le ubica como conocedor de las nuevas formas de oralidad. Lo respaldan jueces y magistrados. Busca romper el vínculo del organismo con las dependencias estatales, lo que le ha restado independencia al grupo. Se opone a que se use como trampolín político. Fue lo que hizo el todavía presidente Huitzilihuitl Ortega Pérez, que abandonó el cargo para irse de consejero al Supremo Tribunal de Justicia. Le heredó las siglas a su lugarteniente Enrique Batres, que también rápido aventó la toalla, para buscar acomodo en el poder judicial o legislativo.

Se estima que en la actualidad existen cerca de 30 mil abogados en la entidad. Cada año salen de las universidades públicas y privadas cerca de 3 mil egresados. La cantidad no garantiza la calidad, ya que muchos terminan por vincularse al área gubernamental o al ámbito organizacional.