La complicada relación Gallardo Cardona-Galindo Ceballos

8 noviembre, 202210:13 pmAutor: Juan Pablo MorenoCapital Noticias Opinion

Para remarcar que es el nuevo jefe político de la entidad, después de darle órdenes en público a la presidenta del tribunal de justicia, Olga Regina García López, el gobernador Ricardo Gallardo repite la dosis, ahora con los obsecuentes diputados, a los que imperativo, les giró instrucciones de que por ningún motivo, autoricen los incrementos a las tarifas del agua, que les envió el director del organismo intermunicipal, Enrique Torres López, después de dos rondas de votaciones, en las que se acordó elevar el cobro un 25%. Como Gallardo no fue tomado en cuenta en las deliberaciones, despotricó contra Torres, al que censuró “tener caca” en la cabeza y resolver de “chingadazo”, un tema tan crucial para los potosinos.

La conducta de Gallardo descubre algunas vertientes. También es corresponsable de los constantes tandeos por las fallas recurrentes del Realito, que está bajo la férula de la Comisión Estatal del Agua, es decir, de su figura. Gallardo ofrece un rostro distinto al alcalde Enrique Galindo, al que abraza en público y se cuelga de las obras que ejecuta en la capital. Las hace suyas a través de un grupo de porristas que lo exalta en un escenario que no le corresponde. Como Galindo es el único que le mueve el tapete, le quita los reflectores, le ganó las calles con los festejos del día de muertos, no permite que le meta la mano al presupuesto destinado a obras, entonces su vecino busca cualquier pretexto para desquitarse. Como pasó con la fallida injerencia en el pavimentado de la avenida Himno Nacional. Cuando la gente supo que iba a talar centenas de árboles, desistió y culpó al edil de ecocida. Cuando Galindo se fue a España a recibir la escoba de platino por los Domingos de Pilas, por barrer varias colonias, Gallardo le espetó la falta de agua en las colonias. Cuando el munícipe salió a promover el turismo en el ámbito internacional, retomó el tema y le sumó la creciente inseguridad. Lo mismo repitió hace poco.

Lo culpó de muertes registradas en Tlaxcala y la colonia Satélite, ya que el alcalde se adueñó de la ciudad con la ruta ciclista que encabezó el colombiano Nairo Quintana, el encuentro de las Ciudades Hermanas y cerró el ciclo de su amplio despliegue con un concierto en la cortina de la presa de San José con el tenor Fernando de la Mora, lo que contrasta con la música arrabalera de su incómodo vecino. Gallardo oculta el desastroso desempeño de su padre, Ricardo Gallardo Juárez, que convirtió al Interapas en un auténtico nido de aviadores, donde estaban los jardineros, caporales y veterinarios de los ranchos que compraron con recursos provenientes del erario.

El saqueo lo aterrizó a través del contralor interno, Salvador González Martínez, actual secretario de finanzas. El ataque sistemático de Gallardo al Interapas, tiene como objetivo, manejarse de manera autónoma. No quiere que le estorben en el saqueo clandestino que hace para surtir expendedoras de garrafones gratuitos que tiene en Soledad y la capital. También le molesta pagar las conexiones que realiza en sus diversos fraccionamientos, que vende a la fuerza a sus empleados, como también los vehículos de su agencia Creativa Motors. Y lo más relevante: Gallardo no permitirá que Galindo se reelija. Ya tiene una larga lista de prospectos. El secretario de desarrollo social, Ignacio Segura Morquecho, al que promueve como símbolo sexual. A su esposa, la presidenta estatal del DIF, Ruth González. A su padre, al que sacó del ostracismo voluntario y lo ha llevado a diversos actos públicos. No se descarta al pelele ex edil de Soledad, Gilberto Hernández Villafuerte, al que obligó a pedir licencia a la curul federal, sin dar las mínimas explicaciones.

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