El gobernador Ricardo Gallardo insiste en enterrar al cismático alcalde de Matehuala, Iván Estrada Guzmán, que se resiste a que le corten la cabeza de su autonomía presupuestaria. En su demencial cruzada por quitarle el manejo del erario, el también boyante vendedor de pollos amaga que en lugar del rebelde edil, usará mejor los servicios de su socio, compadre y cómplice, el diputado federal del Verde Ecologista, Alejandro Segovia, alias “El Jano�, para invertir 200 millones de pesos en obras, que ambos harán a través de prestanombres, sin licitar. Gallardo usó el entorno del 10 de mayo para alardear que junto con su ayudante, harán lo que no ejecuta el vilipendiado edil, al que han dejado sólo, la dirigente estatal del PAN, Verónica Rodríguez y la bancada de diputados en el congreso local, subordinados a lo que les dicta el avaricioso ejecutivo. Para tener el control total del municipio, hará un censo universal que le permita conocer las necesidades urgentes de los ciudadanos. Una maniobra pueril con la que habrá de desplazar al munícipe en sus tareas constitucionales.

En estricto, sentido, Gallardo tendrá un alcalde paralelo en la figura de Segovia, que como legislador, lo acaba de reprobar por su mediocre desempeño, el organismo Ciudadanos Observando. En los últimos sexenios, no se había visto un despliegue atroz en contra de un disidente, que sólo se opone a que no le quiten el erario que la ley le otorga. Ni con el respaldo cínico de los diputados, la Auditoria Superior del Estado, el fiscal José Luis Ruiz, otros 29 ediles sumisos, la Guardia Civil Estatal ni el presidente Andrés Manuel López Obrador, Gallardo puede doblegar a Estrada, que se defiende tan solo con el respaldo de la gente que le dio el voto.

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