En esta esquina, telesecundarias

19 mayo, 20258:47 pmAutor: Felipe de Jesús Cervantes PérezCapital Noticias Opinion

In memoriam del profesor Marcelino Loyde Torres, siempre combativo maestro de telesecundarias

Los mentores de telesecundarias, se cansaron de promesas y actuaron en consecuencia. Hartos de la ineficacia y pachorra de los representantes, decidieron tomar las instalaciones y cerrar la avenida donde se ubica el cascarón sindical. El diputado plurinominal y líder del magisterio, Juan Carlos Bárcenas, aceptó sus demandas y lamentó las circunstancias: «tenemos ya tres semanas de solicitar una mesa de trabajo con la Oficialía Mayor, que es donde una parte de los problemas se pueden resolver y en cierto momento, no se ha consolidado».

O sea, diligente, diligente no es, pachorrudo, sí. Como primera respuesta, el postrado y sedicente legislador, pidió a las bases, paciencia y esperar hasta el primero de mayo, para reclamar, fuerte, en el marco del Día del Trabajo. Preparar tal vez su regreso triunfal, con una segunda fase de la marcha del 2024 que, además de congelar la ofensiva gubernamental, le produjo réditos personales. Como aspirante por el otrora partido turquesa de los maestros, en vías de entintarse en guinda, ofreció que, de alcanzar la curul plurinominal, sería su suplente Crisógono Pérez López, quien asumiera el cargo. Mientras, iba a esperar el relevo seccional y cumplirle a las bases sin dilaciones. El caso es que, por sus propias razones, lleva meses que ni en un lado ni en otro, está al cien.

Los que conocemos las luchas de los maestros desde su origen, en particular por la amistad con el combativo colega, Marcelino Loyde, entendemos su signo: nada les ha sido dado. A nivel nacional, el sistema de telesecundaria se creó para atender a la niñez escolar en las comunidades rurales y de difícil acceso. La variante quedó inscrita en el Sistema Educativo Nacional, el 21 de enero de 1968, al enfrentar un sinnúmero de retos, como trabajar casi sin recursos, aulas, mobiliario ni luz. Fueron responsables de crear conciencia entre los padres de familia para que sus hijos continuaran los estudios, después de terminar la primaria, pues lo normal hasta entonces, es que se dedicaran a trabajar.

Mucho antes que la figura llegara a San Luis Potosí, los docentes fundadores se organizaron al margen del sindicato para enarbolar demandas laborales en la llamada Comisión Nacional de Maestros Coordinadores.

El grupo impulsó la exigencia de aumento salarial, crear la plaza de maestro coordinador de tele aula para dejar de ser considerados dentro de la directiva de primarias. Crearon la licenciatura para maestros coordinadores de telesecundaria, con reconocimiento escalafonario y repercusiones en el sueldo del docente. Los métodos de lucha de los docentes integrados a la Comisión Nacional de Maestros Coordinadores que se movilizaron junto con alumnos y padres de familia, con demandas de carácter económico y por aumento de plazas, no gustaban a las autoridades de entonces. Siguen sin aceptarlas. Usaron al sindicato, en contubernio con las autoridades educativas, para señalar a los impulsores, ¿de qué creen ustedes?, sí, de comunistas, de socavar la unidad magisterial y amenazar a la militancia priista.

La SEP ya no creó nuevas plazas para no fortalecer la base de la Comisión Nacional, incorporó a las telesecundarias a los Sistemas Abiertos de Enseñanza, buscaron cambiar el tipo de relaciones laborales, para convertir a los catedráticos en asesores y poder reubicar a los disidentes. Y por supuesto que lanzaron las consabidas campañas de linchamiento mediático. Señalaron la deficiente enseñanza de sus docentes, la pobreza de recursos pedagógicos en las teleclases, la falta de profesionalismo de los llamados telemaestros, para frenar un movimiento sindical emergente, llegaron al grado de amenazar con suspender el servicio para reestructurarlo.

El cisma quedó desarticulado y mediatizado en el sindicato, detuvieron el proceso natural que buscó cambios sustanciales. En nuestras tierras tuneras, se crearon las telesecundarias durante el gobierno de Carlos Jonguitud Barrios, también líder nacional del magisterio y presidente vitalicio de Vanguardia Revolucionaria.

El primero de septiembre de 1981, inicia el tercer año de Jonguitud, abren telesecundarias con alrededor de 500 docentes egresados de normales básicas particulares y la pública Pedro Vallejo, con premisa de cursar una licenciatura en la Normal Superior. Los fundadores, además de las contingencias que iniciadores de otros estados enfrentaron, como la falta de aulas y equipo, también vivieron otras dificultades. Para empezar, les pagaban las quincenas en efectivo, dentro de sobres de papel, en los que era muy común, no llegara completo. Firmaban de recibido por televisores o material, les hubieran llegado o no. Lo peor, fueron utilizados como mapaches electorales.

La llegada de Jonguitud con su legión extranjera y el encumbramiento de una magistocracia, sacó del retiro político al líder civilista, Salvador Nava Martínez, que disputó y ganó la presidencia municipal en 1982. El gobernador se valió de toda artimaña, conocida y por conocer, para evitar el triunfo del galeno. Mediante el profesor Helios Barragán López, presidente estatal del PRI, utilizó un gran número de profesores de telesecundaria para sabotear las votaciones y favorecer al candidato tricolor.

Llegaban a una casilla en la que tenían la complicidad de alguien del interior y rellenaban la urna. Se iban a cambiar de ropa para presentarse en otra y así, hasta terminar la tarea. Se les pasó la mano y desde las alturas ordenaron, respetaran la voluntad popular. Los docentes de telesecundaria también se vieron en medio de una reyerta política entre dos figuras: la de Jonguitud y la del líder moral de la sección 52 del magisterio, Rafael Turrubiartes Macías. Uno y otro otorgaron beneficios a sus seguidores. Por el lado de Jonguitud, se creó una casta dorada que se adueñó de direcciones, supervisiones y beneficios directos, por encima del derecho. En el sector de Turrubiartes, consiguieron horas, en especial, en la secundaria Camilo Arriaga (Esca). El resto, como el chinito, nomás milando.

Al tratarse de plazas estatales, la lógica señaló que los docentes de telesecundaria deberían ser afiliados a la sección 52. Surgieron dos versiones, una, que Turrubiartes no los aceptaba, por temor a que desestabilizaran su coto de poder. Otra, que Jonguitud prefería no ponerlos a la tutela del rebelde, porque terminarían usados en su contra. Elija su propia tesis, cualquiera podría ser válida. El caso es que fueron adscritos a la sección 26, donde fueron diluidos y asimilados. Pero no afilian al ISSSTE, firman convenios con el Seguro Social. Sin posibilidades de ser pensionados en el ISSSTE o IMSS, sólo integrados a un fondo de pensiones estatal, donde los burócratas y maestros estatales, iban primero. Contribuyeron desde entonces al déficit grave que se vive y sectorizan los fondos de cada grupo. Batallaron para construir su identidad.

Para cubrir prestaciones diversas, se optó por el camino fácil, al instrumentar fideicomisos como el Fivite, Fart y Ferppte, hoy descapitalizados. Demandaron el pago de su plaza con el equivalente a 36 horas, pues solo les pagaban 30 y les crearon el concepto T6, sujeto a competencia y al presupuesto disponible, sin impacto proporcional en el aguinaldo y prestaciones. A trabajo igual, salario igual, reclamó un grupo de inconformes, quienes ganaron mediante amparo el reconocimiento de su plaza por 36 horas. La pobreza de la bolsa sujeta a concurso y el triunfo en tribunales de los demandantes, provocó la insurgencia de las mayorías que también exigen les homologuen las 36 horas.

Los oídos sordos de la patronal, sumados a la pachorra y modorra de los representantes sindicales, han provocado manifestaciones constantes. Y se rompió el saco. Se le plantan a Bárcenas para que cumpla su papel. Y como señalé, esperan manifestarse del Día del Trabajo. Total, qué tanto es tantito más. A la voz de “tenemos pruebas que sí hemos gestionado y dialogado”, Bárcenas se vio obligado a un posicionamiento. Para quitarse de encima el bloqueo en el edificio sindical iniciado el 31 de marzo, convocó el 2 de abril a una marcha y plantón, que se realizó previa pugna entre los maestros plantonistas que acicatearon a sus líderes y los mismos líderes, por ver quien encabezaba la caminata. Larga es la lista de agravios sufridos por los maestros mientras los dirigentes y lo pueden probar, dialogan y gestionan. Ahora sacan a relucir para ver si al menos logran las homologaciones, mientras el resto de las demandas pueden esperar a más diálogo y gestiones civilizadas.

La principal, que es la homologación, requiere casi 168 millones de pesos anuales para implementarse. La llegada del gobernador Ricardo Gallardo propició el vencimiento del servicio de gastos médicos mayores, adeudos por casi 54 millones del seguro patronal por invalidez, las retenciones por parte del mandatario, de dos conceptos del seguro conyugal (SP y 98) por 4 y 104 millones. Grave es el adeudo acumulado en el Fideicomiso de Vivienda que suma 324 millones de pesos. En el Fart, casi 151 millones de pesos. El Ferppte es por 11.5 millones y un adeudo superior a los 26 millones en el bono de permanencia ofrecido a los docentes, para que no se pensionen, porque el fondo está en el filo de la navaja. Además, a los directores comisionados no les pagan las compensaciones correspondientes.

En el plano de las improvisaciones, que nunca dan los mejores resultados, Bárcenas amenazó con sumar al paro a los demás niveles, mismos que también tienen sus propias demandas y sin disposiciones claras del sedicente líder en apoyarlos. El amago retórico tuvo plazo a las 13 horas del lunes 7 de abril. En tanto, crece el reclamo de las bases, desde inicial, preescolar, primaria, secundarias generales y técnicas y hasta pensionados. ¡Sí a un paro de todos, con las demandas de todos!

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