
Elección judicial, ¿participar o no?
19 mayo, 20258:11 pmAutor: Alejandro Zapata PerogordoCapital Noticias Opinion
Las campañas para obtener un cargo dentro del poder judicial se han convertido en pasarela de comediantes, mensajes sin sentido, la materia jurisdiccional quedó marginada frente al manejo de metáforas populacheras. La seriedad de los postulantes la cambiaron por chistes de cantina.
Ante la inminente jornada electoral, se ha formado un debate social a partir de la disyuntiva, participar, acudir a votar o de plano hacer el vacÃo sin ejercer el derecho. Cabe recordar, la duda también se presentó en el ejercicio para revocar el mandato. Aunque vale decir, las circunstancias, condiciones y objetivos que se presentan ahora son diferentes.
Hoy tienen derecho a votar alrededor de 100 millones de personas que componen la Lista Nominal de Electores. En el proceso para terminar de manera anticipada el mandato, convocada por López Obrador en el 2022, participaron, no obstante el gran despliegue realizado, alrededor de 15 millones de ciudadanos, que en su gran mayorÃa -según se pudo constatar con los resultados- simpatizaban con el régimen.
Sobre la jornada, es pertinente señalar que el elector tenÃa los informes necesarios, pues el objeto era claro y la pregunta a responder se concretaba a un “si†o “noâ€. Entonces, al tener los elementos de juicio, podÃan opinar en base al conocimiento sobre el asunto.
Ahora pretenden que elijan, a partir de un gran número de personas desconocidas para el elector promedio, al estar en disputa, un cargo que tampoco le es familiar, pues no están compenetrados con los poderes judiciales. Además, no despierta su interés.
El gran orquestador de toda la pantomima es el estado, trama que deriva de una serie de fallas y ofensas a la constitución. Excesos sin precedente alguno, que pretenden legitimar a través de las urnas, aparentar un producto democrático, refrendado por los votantes.
El más interesado en que la gente participe y vote, es el propio gobierno, pues en términos generales, cuenta con una cartera de candidatos afines, seleccionados con los filtros que impuso dentro del procedimiento. Utilizaron después el ingenioso y creativo método de la tómbola, que les pareció propicio para integrar las listas. Todo se convirtió en un grotesco circo, una farsa irresponsable, tragicomedia.
Lo cierto, es que el proceso electoral no ha despertado ningún atractivo. Existe un generalizado desinterés, lo que preocupa a los organizadores, ante una previsible escasa asistencia.
En muchas partes del mundo, tienen los ojos puestos en el proceso. Es más, la presidenta Claudia Sheinbaum, ha dicho que México es el paÃs más democrático al elegir a sus jueces. El mismo diputado federal, Gerardo Fernández Noroña, fue al Parlamento Europeo a hablar sobre el tema. No obstante, saben que todo el entramado se encuentra lleno de artimañas.
Lo cierto es que un porcentaje cómodo de electores, les servirÃa para legitimar y convalidar todos los vicios en que han incurrido. Se lavarán la cara y purgarÃan los ilimitados abusos. El resto no les interesa, ya tienen los resultados. Por el contrario, un desaire de los ciudadanos, los pondrÃa en merecida evidencia.
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