Se avecinan las elecciones para el 2024, será una batalla muy interesante por la sucesión del poder, ante un presidente de la república muy desgastado, sin resultados considerables, con mucha compra de votos disfrazados de apoyos sociales a la vieja usanza priista.

Por el otro lado, una coalición muy erosionada, en la que figuran PRI, PAN, PRD, que deben buscar un candidato de altura, para competir en los comicios del próximo año. Los que pueden dar la sorpresa, por ser un movimiento cívico, que le dan cierta frescura a los opositores, siempre y cuando su candidato fuera el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio, son los dirigentes del partido de movimiento naranja. Considero que la contienda sería aún más interesante.

En el caso de Morena, se mencionan las famosas corcholatas, mismas que destapó el presidente. Mencionó a Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal y Gerardo Fernández Noroña, a los cuales solo les dio la ilusión de que podrían competir.

Sin embargo, considero que el elegido es su compañero de infancia, íntimo amigo y actual secretario de gobierno, Adán Augusto López Hernández, quien será designado como en los viejos tiempos, donde los tabasqueños pertenecían al viejo régimen del PRI. Adán Augusto López será el caballo negro, el as bajo la manga.

Pero me surgen alguna cuestiones, ¿podrá realizar el trabajo suficiente para que sea votado y lograr el triunfo en el 2024? ¿Tendrá la simpatía de la gente, el carisma necesario, el liderazgo para sacar adelante al país? Tal vez sea el elegido, porque es el notario del presidente. Le conoce todos sus secretos inmobiliarios.

Son datos que nos inclinan a creer, que al destapar de forma anticipada a los diferentes aspirantes, los utilizó para sus fines electorales. Quizás les tocará algún premio de consuelo por su labor proselitista prematura

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