La madre, de Máximo Gorki
14 mayo, 20197:45 pmAutor: Juan Pablo MorenoAguijones
Ahora que fue celebrado el dÃa de las mamás, nos acordamos del libro La Madre, del escritor ruso Máximo Gorki, obra inmensa que fue analizada en el Iteso de Guadalajara en los ochentas, por el jesuita Raúl Héctor Mora. Aplicó como método de estudio el apocalÃptico esquema del brillante semiólogo ruso Algirdas Julien Greimas. Fue una cátedra sin parangones, prolija y exuberante. Sudaba sabidurÃa. Resultó una pieza pedagógica, literaria, poética, que ahondó y exhibió las distintas formas del mensaje, evidente y profundo.
El doctor Mora fue mucho tiempo articulista de Proceso y enjundioso protagonista de las comunidades eclesiales de base en Nicaragua. Vehemente, dejó anonadado y lloroso al público inexperto. Entonces impresionó a los escuchas con las tesis de la mujer que pare, porque se parte en dos, el espÃritu y la carne. El dolor era el sÃmbolo libertario de los panfletos del hijo cismático que amorosa e ingenua, repartÃa en las hostiles salas de los ferrocarriles. Ajena a las bestiales represiones de la policÃa. Era el inicio del comunismo. El preámbulo a los trazos mágicos de Fiodor Dostoyevski que luego aterrizó en su obra clásica Los hermanos Karamazov en la figura de Alejo Karamazov, el humanista, el hombre intermedio entre su consanguÃneo, Juan Karamozov, el intelectual parricida y Demetrio Karamazov, el vil ejecutor.
El doctor Mora se ganó un prolongado aplauso y vÃtores de respaldo. Luego se acercó, discreto, humilde, a su mentor, Xavier Gómez Robledo, para que le diera una nota aprobatoria. El virtuoso hombre, el más talentoso de todos los semiólogos del paÃs, que se carteaba frecuente con Greimas y el gran lingüista italiano Humberto Eco, sólo externó un tangencial comentario: “no te ajustaste a los rigores del método de análisis. Te ganó el entusiasmoâ€. Mora, sencillo, majestuoso, no se atrevió a replicar a su instructor. La anécdota se perdió en el vaivén de los tiempos, como dijera Eco en su trabajo magistral, El nombre de la rosa.
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