El uso emocional del “marketing� en la política. La imagen de un candidato se maneja como la de cualquier producto a promocionar. El objetivo es presentar el producto (candidato) como el mejor para venderlo al consumidor. En el “marketing emocional se juega con los sentimientos del consumidor para influir en su voluntad de comprador�. El profesor Modesto Gómez, experto en el tema, anotó: «los productos malos necesitan más publicidad».

Por tal razón, algunos candidatos a cargos de elección popular, sea de gobernador, legislador o alcalde, invierten millones en promocionarse y no se detienen para pagar fuertes cantidades a los «vendedores de humo» para que les construyan una imagen de «nobles personas». Cierto que dos o tres cuentan con suficientes recursos de sus antiguos ahorros y han contratado publicistas por montos de 600 mil pesos, por dos meses de publicidad disfrazada de noticias, en las que destacan sus grandes virtudes.

Pero otros no cuentan siquiera para pagar un desayuno o una rueda de prensa ante medios que les ayuden a difundir sus proyectos, programas y propuestas en caso de ganar. Algunos candidatos que tienen experiencia en el manejo de recursos públicos, saben por experiencia que, como en cualquier negocio, a la política hay que meterle para estar en posibilidades de triunfar y obtener grandes utilidades.

Entonces invitan a conocidos contratistas para que inviertan, con y sin prestanombres o fraccionadores, al que un alcalde ganador puede asignarles contratos de obras, sin concurso, permisos para edificar. Sin cumplir con los más elementales servicios. Una cervecera puede aportar a la campaña a cambio de que no le cancelen permisos irregulares para la venta de bebidas alcohólicas en la zona rural y la cabecera. Incluso a cambio de que le otorguen otro medio centenar de permisos extraordinarios.

Todos aportan y promueven a quienes de antemano están dispuestos a celebrar acuerdos, aunque digan en público, a cielo abierto: «en mi desempeño no habrá moches». Celebran acuerdos con financieros y conocidos agiotistas que financian a aspirantes a regidores para que aparezcan en las planillas ganadoras en los primeros tres lugares, porque son los que tienen posibilidades reales de cobrar a Juan Pueblo un «salario» por disciplinarse y aprobar sin chistar las cuentas públicas y las propuestas del alcalde ganador. Las regidurías cuestan en promedio 100 y 150 mil pesos.

Lo cierto es que, como hace mucho tiempo no ocurría, ahora participan ocho aspirantes a suceder en el cargo al actual alcalde con licencia, José Ramón Torres García, cuatro damas y otros tantos varones, dispuestos a sacrificar tiempo y esfuerzo en favor del municipio, del que dicen, les ha dado mucho. Algunos aseguran que le han aportado mucho y es tiempo de que Bonito Rioverde los recompense. También por primera vez, entre los ocho aspirantes, aparecen candidatos preparados en lo académico.

La ley no exige que los aspirantes a un cargo popular cuenten con alguna licenciatura. Pero es importante destacar que también tienen maestría, mientras que otros solo se inscribieron en carreras como ingeniería civil o en agronomía, aunque jamás regresaron a concluir sus estudios. Los electores tienen varias opciones para no inclinarse por el más dañino o menos malo.

Faltan escasos días para el 4 de abril para que den inicio las campañas para elegir candidatos a la alcaldía, síndicos, regidores y los electores tienen hasta el 4 de junio, cuando concluyan las campañas, para analizar y emitir su voto el 6 de junio por el que pagó más publicidad para que lo presentaran como el más popular o por el candidato que consideren idóneo para gobernar Bonito Rioverde durante los próximos tres años.

Mientras tanto, retomamos lo dicho por el maestro Modesto Gómez, vale la pregunta: entre los aspirantes a la alcaldía de Bonito Ríoverde, ¿cuál considera usted que necesitará más publicidad? Primero las damas, ¿la licenciada Marcela Quevedo Patiño del Verde Ecologista? ¿Contadora Dolores Morales, de Morena?

¿Profesora Gabriela Cabrera Ibarra, de Nueva Alianza?; ¿ Esther Alicia Ramírez Gámez, de Movimiento Ciudadano? Y entre los varones: ¿Arnulfo Urbiola Román, del PRI?; ¿Profesor Honorio García Palomares, de Fuerza por México? ¿Licenciado David Jiménez Romero de Encuentro Social? ¿Sergio Gama Dufour del PAN

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