El encuestador y dueño de la empresa Pentamarketing, Jaime Narváez Piña, inició una serie de sondeos donde perfila a posibles contendientes por la alcaldía de la capital, que le podrían competir al actual edil, Enrique Galindo Ceballos, que buscará reelegirse. Ubica como puntero al novato secretario de desarrollo económico, Juan Carlos Valladares, al que el gobernador Ricardo Gallardo, incluyó en el gabinete para legitimarse con la clase media y financiera, que lo rechaza y lo estigmatiza como oportunista y otros epítetos menos agradables. Con toda y su exponencial fortuna, el único del imperio que ha trascendido, fue el magnate del acero, Miguel Valladares, quien logró colarse como munícipe en la etapa del huasteco, Carlos Jonguitud, que también accedió al poder sin el respaldo de la elite económica.
Narváez ubica en segundo lugar al ex diputado local y ex presidente del PAN, Héctor Mendizábal, que se ubica en el clan del diputado federal y dueño de la franquicia en San Luis, Xavier Azuara, coludido con Gallardo para impedir a toda costa, que Galindo repita en el cargo. En tercer lugar aparece el secretario de desarrollo social, Ignacio Segura Morquecho, incondicional del mandatario, que al repartir sus programas populistas y clientelares, lo exhibe como un símbolo sexual y lo pone a bailar en público para sumarle simpatías.

Reproduce el esquema oscurantista de su jefe, de no informar, a quién le entrega los contratos millonarios por la compra de cobijas, despensas, útiles escolares, zapatos, pinturas, mochilas, que reparten a los afiliados al Verde Ecologista.
En cuarto sitio se ubica el diputado local, Rubén Guajardo, que se ha mostrado distante, tibio, temeroso, timorato, medroso, cuida no meterse en líos para no convertirse en el justo y necesario contrapeso que requiere el congreso, para frenar los excesos y despilfarros del erario que cada rato comete el soberbio ejecutivo. Se suma el constante perdedor panista, Octavio Pedroza, doblado de manera vergonzosa en la lucha por la gubernatura ante Gallardo, al que siempre lo ligaron de tener tratos bajo la mesa. Le reclaman que por fracturar al PAN, pudo haber ganado cualquier otro aspirante. Y por flojera, no hizo campaña en la huasteca, con lo que pudo someter a su principal adversario, Gallardo, que se coló con chicanas, a través una campaña adelantada, tres años previos y gastos exponenciales que nunca le fiscalizó el Instituto Nacional Electoral. Sus aspiraciones tienen arranques de venganza. Hizo un combo de lucha con Galindo, al que reclama, no lo sumó a la nómina después de su estridente tropiezo.
Narváez suma a la contienda al experto en temas del agua y corruptelas, Agustín de la Rosa, que antes buscó ser edil, pero fue superado por el ex también ex senador panista, Alejandro Zapata.

El experto en la técnica constructiva de la tridilosa, sería una oferta limpia, con afanes democráticos, pero seguro lo volverá a bloquear Morena, al criticar la doble moral y cinismo del dirigente nacional, Mario Delgado. El arribismo e ilícito arribo de la líder estatal, Rita Ozalia Rodríguez, que ya vende las posiciones electorales en la huasteca al mejor postor. Narváez filtra a la enjundiosa empresaria del chocolate, Marvely Cosntanzo, antes titular de cultura, con el alcalde Ricardo Gallardo Juárez, que la marginó. Nunca apoyó sus iniciativas vinculadas a promover el arte, el teatro y la música clásica.

El comerciante pollero se inclinaba por las bandas musicales que promueven la violencia social y los narco corridos. Por su empuje y cercanía que llegó a tener con el gobernador de Nuevo León, Costanzo casi le gana la dirigencia de partido Movimiento Ciudadano, al senador ex panista, Marco Antonio Gama, que también ya externó, tener interés en competir por la alcaldía de la capital, lo que le habrá de fracturar los votos a Galindo y complicar su segunda victoria. Narváez maneja que los indecisos alcanzan el 32% a casi un año de los comicios.

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