La indicada para gobernar

27 julio, 20239:16 pmAutor: Paola Moreno GuzmánCapital Municipios Noticias

La ex diputada local de Morena, Marité Hernández Correa, destacó que la indicada para suceder al presidente Andrés Manuel López Obrador, es la ex jefa de gobierno de la Ciudad de México y científica, Claudia Sheinbaum. “Es tiempo de las mujeres. Tiene una gran trayectoria científica, académica, política. Se ha desenvuelto en movimientos sociales y estudiantiles. Defiende el acceso a lo educativo, que sea gratuito, laico y de calidad. Posee la fortaleza de agarrar las riendas y el destino del país. Es la idónea, congruente entre lo que dice y hace. Puede profundizar el tema de la Cuarta Transformación. El presidente lo dice cada rato, como una filosofía de principios humanísticos, el poder se hace virtud cuando sirve al pueblo. Otro tema es la austeridad, una crítica muy profunda a los políticos mexicanos”.

“No puede haber gobierno rico y pueblo pobre. Un principio más es, por el bien de todos, primero los pobres. No es una verborrea, es la circunstancia real que vivimos. Hay que cambiar la forma de hacer política social, con ética o seremos iguales a los priistas. Favorecer a cierto grupo. Es un honor estar Obrador, ahora decimos, es un honor estar con la mejor. Tiene una radiografía humanista, que le permite actuar como científica y conocer las necesidades de la gente. Refleja empatía, ha vivido las discriminaciones, ha podido salir adelante. Es la mejor para ocupar la presidencia de México en el 2024. Aún prevalece la estructura machista, pero ya se hizo el boquete como delegada en Tlalpan, secretaria del medio ambiente, cuando López Obrador fue jefe de gobierno en la Ciudad de México, que luego asumió también la doctora”.

“Ha demostrado que las mujeres somos capaces de tomar decisiones en la vida pública. Hace a un lado los prejuicios de que no podrá con el cargo. La hegemonía política siempre ha estado muy acotada. Las ciudadanas debemos hacer política, que estuvo controlada por el PRI, los grupos de poder e intereses. Sin embargo, el pueblo ha despertado. Ahora tenemos una conciencia elevada a la hora de elegir lo que le convenga a México. Tomar un rumbo de izquierda, donde la política no implique vergüenza. Sí un honor participar y no ser maltratadas. Como señala la científica, si las mujeres llegan al poder, es para enriquecer la vida pública, porque tenemos otras opiniones muy valiosas en todos los ámbitos. Los contendientes tienen mucha altura, pero ganará el que decida el pueblo. Consideramos que la idónea es Sheinbaum. El movimiento feminista también ha influido para que las mujeres ocupen diversos rangos. Y de ganar, está comprometida a que se implementen políticas públicas más certeras, atacar la violencia hacia las mujeres, desapariciones, que implican el deterioro social. Hacemos un llamado a la unidad, quien resulte candidato a la presidencia de la república, apoyarlo”.

Hernández Correa habló de su padre, ligado a luchas libertarias. “Mi papá fue profesor. Vivimos en Axtla de Terrazas. Siempre defendió a los campesinos e indígenas. Tuvo un enfoque de izquierda, se opuso a los caciques del PRI. Lo encierran en 1982 en el sexenio de Carlos Jonguitud, con los cargos de pertenecer a grupos clandestinos. Lo trasladan a San Luis Potosí, donde lo torturan. Fue un hombre congruente con sus ideales. El simbolismo por defender las causas justas para mis hermanos, siempre será un referente. Mi progenitor conoció la lucha de Lucio Cabañas en Guerrero, con el tema de las desapariciones. Participó en el Partido del Trabajo, pero en lo organizativo. La primera vez que lo encierran, viene a visitarlo doña Rosario Ibarra de Piedra, que promueve la amnistía a los o presos políticos en toda la república”.

“Luchó por un país más democrático. Al vivir en una zona rural, se dio cuenta de las carencias en la que viven muchos mexicanos. Tuvo defectos, pero era un hombre de avanzada. Somos de izquierda por su influencia y los ideales que nos mostró. No me conoció como diputada, pero siempre siguió la trayectoria de López Obrador, Cuauhtémoc Cárdenas, el navismo y todas las luchas sociales que son referentes. Siempre dio clases en secundaria, en temas de español. Nos impregnó de un simbolismo que llevaremos para siempre y el

coraje para defenderlo. Luchar contra las injusticias. Cuando estuve en el 94 en la preparatoria, surge el movimiento zapatista. Tengo el interés de involucrarme en la política. Estudié en el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos número uno. Fue la primera generación. Nos empezamos a organizar y manifestar. Entro a la faculta de derecho, en la universidad autónoma, en 1997, junto con un hermano. Había un grupo que se llamaba Revolución Estudiantil Democrática”.

“Nos enfrentamos con el director, Héctor Aldasoro, ya que solicitamos el auditorio para que estuviera el subcomandante Marcos y toda su comitiva. Tajante nos dijo que no permitiría la entrada de encapuchados. Nos impartían derecho y política, queríamos conocer la perspectiva de los rebeldes. Al final se ablandaron y permitieron que viniera, hay registros en los diarios. Organizamos varios actos, ya que nuestro logotipo era el Che Guevara, conmemoramos su muerte y el día internacional de la mujer. Emiliano Zapata también fue nuestro referente. Fui candidata a la Federación Universitaria Potosina. Nos opusimos a la alza en la tarifa de los camiones en el sexenio de Fernando Silva Nieto. Con un grupo de compañeras formamos la revista Catarsis, escribíamos sobre temas de mujeres, el aborto, movimiento zapatista, acceso a lo educativo. El rector intentó subir las cuotas y nos manifestamos. Buscamos apoyos en la Universidad Nacional Autónoma de México. Aunque los compañeros nos respaldaban, prevalecía el machismo. Algunos profesores cuestionaban para qué estudiábamos, si luego nos casamos. Sostenían que la violación en el matrimonio no era delito”.

“En todos los ámbitos nos defendimos contra la autoridad. Nos metimos en el tema de San Juan de Guadalupe con los comuneros. Mi tesis fue sobre los derechos de las mujeres indígenas. Un profesor se negó a asesorarme, porque no existía el derecho indígena. Me tuve que documentar por otros lados. Con la reforma del 2012, se abrió todo un paradigma en el tema. Después hice una maestría en antropología social, en el Colegio de San Luis. Fui a la huasteca sur para conocer los conflictos agrarios, campesinos y mestizos. En Tampacán siempre hay las luchas por las tierras, despojos. Discriminan a los naturales, los grupos de terratenientes. La parte de la investigación de campo fue una experiencia maravillosa. La antropología me ayudó a comprender el derecho de manera más nutrida. Se conoce lo diverso, el pluralismo jurídico, el derecho indígena, cómo viven y se organizan. Su contacto con la tierra. Me tocó registrar todas las ceremonias de agradecimiento, trabajos de faena, que todavía se practican en sus costumbres”.

“Se afectan o rompen debido a que emigran. Recuerdo que llegó la termoeléctrica a Tamazunchale, varios de los grupos se oponían. Dijeron que había vestigios arqueológicos donde se querían instalar. Me titulé en el 2007 con la tesis de los campesinos y ganaderos en el Huexco Tampacán y la lucha por la tierra. Por supuesto que lo inequitativo y la pobreza extrema en las comunidades, es una circunstancia diaria. También soy doctora en ciencias sociales, estudié en el Colegio de San Luis. Investigué la expansión urbana en San Juan de Guadalupe. Me titulé al salir de la legislatura. Nos dimos cuenta del despojo de los comuneros y otras áreas colindantes, por parte de grupos inmobiliarios a los que les interesa la plusvalía. El antecedente es la Garita de Jalisco, retomo el análisis de lo que pasó, que luego se repite en otros lugares como en Mexquitic, Agua Señora y partes aledañas. A veces creemos que la expansión urbana es inevitable. Puede serlo, porque crece. Sin embargo, hacen falta más consensos. Les quitan las tierras con engaños, los poderosos”.

“La legislatura me ayudó a tener un mirada más clara y fuerte en la defensa de la sierra de San Miguelito. Una de los fenómenos más lamentables que padecemos, es la violencia contra las mujeres. En términos históricos, se da por el tema de la subordinación ante el hombre, lo que genera un bagaje cultural. Sin embargo, creo que hemos avanzado en las leyes, en reconocer los derechos de las mujeres, aunque falta mucho. El tema que nuestra voz no cuenta, somos invisibles. En la época romana, no podían tener propiedades, hablar en tribuna, no tenían acceso a lo educativo. Nos han estrangulado, sometido durante siglos. Ahora que se empieza a abrir el tema de los derechos humanos, se capta el acoso y las capacidades para dirigir un país. Es un tema pendiente en la agenda pública”.

“Como diputada, tuve una legislatura muy interesante. Se fracturó la hegemonía del PRI. Cuando llegó el grupo Juntos haremos historia, pudimos coordinarnos para reducir los sueldos. No pasó porque a nadie le convino. Buscamos hacer política alejados de la rapiña. Antes de asumir el cargo, tuvimos una cita con el presidente, que me dejó muy marcada. Nunca lo había visto tan cerca. Nos dijo que no teníamos derecho a fallar. Se me quedó grabado. Acceder a la tribuna fue magnífico, porque expresamos nuestro sentir ante las injusticias que provocó el PRI. Por fortuna, venían los cambios. Luchamos por defender la naturaleza, junto con un médico, un biólogo y una abogada. Manejamos se interrumpiera el embarazo de manera legal. No se aprobó porque San Luis es una plaza difícil, por lo conservador. Es posible lograrlo, ya que se trata de los derechos humanos. No debe existir injerencia de la clase religiosa. Cualquiera debe ser atendida, si decide abortar. Es un derecho de libertad, autonomía de las mujeres, en caso de que se resistan a ser madres por el momento. En Oaxaca y Ciudad de México, ya se aprobó. Es un tema fundamental que las legislaturas deben discutir. Tarde o temprano tiene que aprobarse, es algo que la Suprema Corte ya determinó”.

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Claudia Sheinbaum La Noticia política revista La Noticia

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