Mientras el gobernador Ricardo Gallardo Cardona malversa cantidades millonarias del erario en torneos nacionales de charrería en su lienzo particular, Hermoso Cariño, donde cobra las entradas y oferta cada cerveza en 100 pesos y destina sin que la ciudadanía lo pida, casi 500 millones a un coliseo estrambótico, es incapaz de conseguirle uniformes, viáticos y hospedaje a la delegación de San Luis Potosí que participa en la justa macro regional de atletismo que se realiza en Culiacán, Sinaloa. Como no pagaron el hotel, les bloquearon la entrada durante cuatro horas. Por lo que cenaron tarde y durmieron poco. Ni siquiera les dieron una camiseta de 30 pesos, se quejaron los integrantes. Tuvieron que pedirle a compañeros el ajuar que usaron años antes. Le agradecen a la “herencia maldita�, tener los hilachos que rescataron de emergencia, lo que ni por asomo les facilitó el llamado “gobierno del cambio�. Se ha evidenciado el nulo interés de Gallardo en el ámbito recreativo. Ya corrió a dos directores del Instituto Potosino del Deporte, el ex portero del América, Edmundo Ríos y la ex locutora de televisión, Karla Hernández. La instancia tiene casi un mes acéfala, lo que constata el espíritu de estadista del también comerciante pollero.

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