A las protestas de los maestros de la sección 26 y 52 del magisterio, Colegio de Bachilleres, Conalep, sindicato mayoritario e independiente de burócratas, de los mentores de tele secundarias, cuyos fondos están agotados, se suman los profesores de los Centros de Bachillerato Comunitario, que se manifestaron en las instalaciones de la secretaría de educación que encabeza Juan Carlos Torres Cedillo, al que reclamaron diversos incumplimientos financieros. Exigen una rápida respuesta a sus demandas.

No aceptan que les paguen en abonos lo que ya devengaron desde junio pasado. Lamentan que por primera vez, cuando el gobierno estatal tiene más recursos, se niegan a pagarles. Pero el mandatario Ricardo Gallardo Cardona, en lugar de buscar cubrir los crecientes débitos, de abonar a la concordia, recurre al choque violento, al chantaje y la amenaza. Prefiere seguir su frívola conducta de malversar el erario en posadas navideñas con grupos musicales a los que les cubre cifras millonarias. La líder moral del sindicato independiente de burócratas, Francisca Reséndiz, ya puso en predicamentos al omiso funcionario. Lo desconocen como interlocutor válido, ya que abdicó por su voluntad a buscar una salida al conflicto laboral que se enmaraña cada día. Además, Gallardo lo volvió una prueba de resistencia física, a ver quién aguanta más el desgaste.

El boyante comerciante pollero se ubica en la tesitura que el ex mandatario Marcelo de los Santos puso a su histórico contrincante, Alejandro Zapata Perogordo, al que derrotó con chicanas: no estaba preparado para gobernar. También se le puede aplicar el axioma del ex maximato Horacio Sánchez Unzueta, que es también una tautología: no gobierna su gobierna. Aunque el estilo de Gallardo está ligado a la prepotencia y la soberbia, lo cierto es que en su entorno inmediato empieza a generar un vacío de poder. Ya se reitera que en realidad, el único que ejerce el poder es su padre, Ricardo Gallardo Juárez. Otros dicen que lo controla a distancia el ex delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, César García Coronado, el Rey del Moche. O que es un pelele del presidente Andrés Manuel López Obrador. Lo cierto es que su inoperancia para resolver los entuertos más sencillos, lo ubican en un escenario cercano a la catástrofe política

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