El Solky se extingue

12 agosto, 20249:47 pmAutor: Capital Cultura Noticias

El sulky (voz inglesa) es un pequeño carruaje, con cupo de uno a tres pasajeros, que se utilizó como forma de trasporte rural en muchas partes del mundo. Se destaca por su sencilla hechura y escaso peso. El elaborado en Rioverde, el típico, consta de dos grandes ruedas con rayos de madera montadas sobre dos pequeños muñones de hierro, que salen por debajo de los costados del asiento y dos varas con muelles. El caballo queda cerca de las piernas del conductor, cuyos pies se apoyan sobre dos pequeñas escuadras fijas a las varas.

Inmigrantes ingleses introdujeron el sulky en Argentina en el siglo XIX. En Simoca, provincia de Tucumán, al noreste de Argentina, se puede encontrar la mayor cantidad de carruajes en pleno auge. Tanto que al poblado lo declaran capital nacional del sulky (o solqui, como lo escribe), razón por la cual, desde el decenio de los sesentas, se realiza en verano, el festival nacional. Incluye danzas y música con destacados intérpretes del país. El atractivo principal son los sulkies y otros carruajes, junto a las caballerías gauchas. La presencia del sulky en Simoca amerita la existencia de talleres que fabrican y reparan los cómodos vehículos en pleno siglo XXI.

José Guillermo Alvarado Orozco, aficionado a la historia de Rioverde, señala que llegó a tener conocimiento de las unidades por una revista extranjera, donde leyó un artículo sobre la provincia de Argentina, que se distingue por la variedad de unidades, tiradas por animales que aún transitan por las calles y caminos. Son muy similares a los que sólo existían en Rioverde, en toda la república mexicana. El escrito asevera que inmigrantes de Europa del Este, tal vez rusos, fueron los que introdujeron la técnica para construirlos y el uso de los sulkies, por ser adaptables a las condiciones de cualquier suelo, por lo que han logrado sobrevivir a los embates de la industria automotriz.

Durante el porfiriato, circularon los breaks, landós, berlinas, vis a vis, duquesas, victorias, troisquarts, coupés, dog carts, featons, paniers, cabs, tilburys y los sulkies. Pero las costumbres han pasado a los anales del México de mis recuerdos, con la feliz excepción de Rioverde, donde la costumbre perdura. El vocablo sulky degeneró en la zona, tanto como el bosquejo original para construirlo.  Aumentó el diámetro de las ruedas para transitar en tierra fértil y lodosa. Su importancia llegó a ser tan básica en la vida de los rioverdenses, que con el nombre se re-bautizó a la plazuela Independencia, debido al antiguo sitio que los almacenó. Recordemos que el solky era usado como transporte público.

Referente al sulky, agrega José de Jesús Alvarado Orozco, que en 1848, vivía en Rioverde, el ebanista natural de Irlanda, George Murray y el carpintero originario de Inglaterra, Leonardo Robert, presuntos sobrevivientes del batallón de San Patricio, posible confeccionadores del sulky en Rioverde. En documentos que tiene el archivo antiguo del Juzgado Mixto de Primera Instancia, dan testimonio de su presencia. El nuevo modelo, entre calandria o calesa, un bogue de dos ruedas para los caminos lodosos locales, una mezcla de los diseños existentes en Irlanda, un cambio conjunta realizado con don Leonardo Robert, al que llamaban Soul-kies.

Los personajes se mudaron del lugar, como sus descendientes, y no quedó nadie con sus apellidos. El modelo de carruaje adaptado por los ebanistas extranjeros, lo retomó Pánfilo, quien se quedó con el taller y dejó escuela con los vogues, ya de color rojo y sin capota, el cual fue muy característico. Su hechura e prolongó por muchas generaciones. Con el paso del tiempo se popularizó, a tal grado que se estableció el sitio primero frente a la tienda Noyola Hermanos al lado oriente de la plaza principal. En 31 de mayo de 1931, generó conflictos con los vecinos, como se menciona en una acta de cabildo. Se mudaron a la plazoleta Independencia, para no obstruir las calles adyacentes de los peatones. Su uso común fue desplazado por los automotores, a fines del siglo XX.

El solky rioverdense presenta tres componentes: carruaje o sulky, el animal que lo tira y los arneses. Sirven para unirlo o engancharlo al sulky. Las ruedas altas son de madera, recubiertas en su parte exterior por una llanta de hierro, que luego se cambiado por hule, para transitar en el pavimento. Las ruedas con rayos de madera constituyen el elemento característico del sulky tradicional, por su tamaño. Las varas son fabricadas de madera de encino, nacen desde el puente que está bajo el asiento. El caballo se une al sulky por medio de los arneses.

En el Periódico Oficial de 1920, en el apartado de vehículos y bestias de carga, se establece, cobrarán un impuesto a los dueños de coches, solkies, tartanas, carros, carretones y carretas que transitan por las calles de la cabecera. Pagarán una sola vez al año de 2 a 3 pesos Los dueños o encargados de las bestias de carga, que posean más de tres bestias,  cubrirán cuarenta centavos por cada uno y por solo una vez en el año.

Los solkies, como todo vehículo, estaba obligado portar una placa para circular, que se tramitada en la tesorería municipal. Ostentó la leyenda vehículo de tracción animal. Había que cambiarla al año. En 1971 tenía un costo de 10 pesos. Antes, en 1966, se encontraban afiliados a la CTM.

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