El 2027, un riesgo latente para San Luis Potosí

11 noviembre, 20258:36 pmAutor: Isaac RamosCapital Destacada Municipios Noticias

En la historia política de San Luis Potosí, cada proceso electoral es un capítulo crucial que define el rumbo de la entidad. Sin embargo, los próximos comicios del 2027, donde se renovará la gubernatura, diputaciones federales, locales y las presidencias municipales, adquieren una relevancia especial. En particular, la contienda por la alcaldía de la capital, ha comenzado a generar una inquietud silenciosa, a medida que los perfiles que se asoman para competir, parecen estar de manera intrínseca, ligados a la figura del actual gobernador.

Es preocupante observar que la mayoría de quienes han manifestado interés en contender, de diversos partidos, han tenido tratos o, al menos, un encuentro de negociaciones con el mandatario estatal. En el caso de Morena, por ejemplo, los nombres que resuenan son los del diputado federal Gabino Morales y el local, Cuauhtli Badillo. Ambos han exhibido una cercanía con el ejecutivo que no puede ser ignorada. El historial de Morales nos remite al 2021, cuando, de manera notoria y como delegado del bienestar, apoyó tras bambalinas la candidatura de Ricardo Gallardo Cardona a la gubernatura.

Por otro lado, las relaciones de Badillo se dan a través de un enlace clave, el secretario del ramo educativo, Mario Delgado. Es del dominio público que Delgado y Gallardo tienen una amistad que va más allá de lo político y se ha hablado incluso de negocios compartidos. En el 2021, el objetivo de Mario Delgado era claro, empujar la candidatura de Gallardo Cardona para que fuera postulado por el Verde Ecologista y Morena. Por fortuna, la militancia actuó con firmeza y durante la asamblea del Consejo Estatal Electoral, donde se registrarían las candidaturas, impidió que Gallardo fuera registrado bajo las siglas guindas. Ante el revés, la respuesta fue un berrinche político.

La maniobra siguiente fue imponerlo. Mario Delgado colocó a una candidata frágil en Morena, Mónica Rangel, con el claro propósito de allanarle el camino a Gallardo hacia la gubernatura. La militancia jamás votaría por una candidata con observaciones millonarias en la secretaría de salud estatal. Era una estrategia obvia y perversa. En tal contexto turbio es donde Cuauhtli Badillo, junto con otra diputada, actuaron como mandaderos para que se cumpliera la promesa de Delgado a Ricardo Gallardo. A través del ex dirigente del partido, el legislador tuvo un encuentro con el actual gobernador, algo que le ha servido en su carrera política.

Badillo, a quien algunos señalan de oportunista y traidor, ha logrado dos diputaciones locales y una federal, lo que le ha permitido construir semejantes relaciones. Los dos perfiles de Morena, se ubican como aliados de Gallardo Cardona.

En el caso del PAN, las miradas apuntan hacia la senadora Verónica Rodríguez y el diputado local, Rubén Guajardo, ambos aspirantes a la candidatura por la presidencia municipal. Es visible su cercanía con el mandatario, quien se presume, también apoyó a la líder panista, para conseguir el escaño, sobre la figura de la dirigente de Morena, Rita Ozalia Rodríguez Velázquez. Sostenemos la hipótesis en un hecho muy claro.

Mientras en la campaña presidencial de 2021 el equipo de Gallardo borraba la propaganda de Claudia Sheinbaum Pardo, las bardas y propaganda de Verónica Rodríguez fueron respetadas por todo el estado. No las pintaron ni las maltrataron, algo que no es normal en las campañas que suelen ejercer los Gallardo. Con tal evidencia, se puede acreditar el acuerdo, el pacto, entre Rodríguez y Ricardo Gallardo.

En cuanto a Rubén Guajardo, se ha dicho en muchas ocasiones que existen investigaciones en la fiscalía por presuntos ilícitos. Las carpetas integradas, de manera conveniente, han sido detenidas, lo cual se presume, es una forma de ejercer presiones sobre Guajardo, para asegurar su lealtad y que se mantenga firme. Las pesquisas son, para muchos, la base del servilismo de Rubén Guajardo con el gobernador.

Y si nos vamos a Movimiento Ciudadano, todos conocemos a un sujeto camaleónico, Marco Antonio Gama Basarte, que está comprometido con el ejecutivo. Incluso, abandonó a varios de sus candidatos en el anterior proceso electoral para agradar a Gallardo. No enfrenta al poder del trono de plaza de armas a diferencia de otros dirigentes estatales de su partido en el país, que sí se comportan como verdaderos opositores.

El riesgo que corre la capital es inmenso. Ricardo Gallardo Cardona tiene la alternativa de meter la mano en los procesos internos de todos los partidos políticos, Morena, PAN, PRI, Movimiento Ciudadano y el PT, para colocar a los candidatos a la presidencia municipal, con el objetivo de ganar. Un hecho que no ha logrado desde el 2015.

Es fundamental que ahora, todos los potosinos estén atentos a cómo se desarrollan las elecciones de los candidatos a la alcaldía. La sombra de un solo poder se cierne sobre todos los partidos. Es momento de que la luz de la conciencia ciudadana ilumine el camino, para evitar que la capital potosina, termine como un simple peón en la mesa de un mismo jugador.

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a medida que los perfiles que se asoman para competir adquieren una relevancia especial. En particular cada proceso electoral es un capítulo crucial que define el rumbo de la entidad. Sin embargo diputaciones federales donde se renovará la gubernatura El 2027 En la historia política de San Luis Potosí ha comenzado a generar una inquietud silenciosa la contienda por la alcaldía de la capital locales y las presidencias municipales los próximos comicios del 2027 parecen estar de manera intrínseca un riesgo latente para San Luis Potosí

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