Tekmol: aliado incómodo
17 abril, 20187:33 pmAutor: Ángel Castillo TorresCapital
Profundamente indignado, José Luis Romero Calzada, ha insultado a sus compañeros de partido llamándolos “maricones”. Se siente traicionado y abandonado a su suerte. En un arrebato de ira provocado por la humillación que sufrió el pasado 9 de marzo cuando fracasó en su intento de tomar la Unidad Administrativa municipal, el excéntrico diputado se rasga las vestiduras y maldice su suerte. Había convocado a una insurrección ciudadana contra los Gallardo. Pero sus afanes provocadores naufragaron. Quedó claro que no tiene liderazgo, es un tigre de papel. Tarde se ha dado cuenta que lo han estado utilizando para hacer el trabajo sucio.
Todo comenzó aquel 11 de febrero de 2017 cuando tomó protesta como coordinador metropolitano del PRI. Tekmol no fue capaz de intuir que lo estaban mandando al matadero. Que se querían deshacer de su figura.
La trampa fue minuciosamente construida. Con sutileza y perversidad se le hizo creer que si tenía éxito, tendría garantizada la candidatura por el primer distrito federal electoral con cabecera en Matehuala. Aquel sábado de su toma de protesta el gobernador Juan Manuel Carreras dio la bienvenida al nuevo comandante en jefe del priismo metropolitano. “Necesitamos gente combativa y de batalla, y la tenemos. Por eso agradezco a José Luis Romero que haya aceptado el nuevo cargo. Nos va a sacar adelante y se lo vamos a agradecer”.
Al instante y observando desde una butaca del auditorio Plutarco Elías Calles, Alejandro Leal, “El Caco”, sonreía irónico y siniestro al comprobar que el Tekmol había mordido el anzuelo. Ahora sólo había que esperar a que la naturaleza estrafalaria de Romero Calzada surgiera para consumar el complot de su destrucción.
Hoy somos testigos del desenlace de la tragedia que traerá como consecuencia el fin del diputado extravagante. El episodio que sigue es su derrota en el segundo distrito federal electoral ante el ex alcalde de Soledad, Ricardo Gallardo Cardona. El glorioso “Gavilán Pollero” que destrozaría con sus garras a “Los Pollos” está a punto de ser desplumado.
Romero Calzada se haya atrapado en sus propias incongruencias. Flaco, ojeroso y sin ilusiones, se ha visto obligado a corregir el camino y ha entendido que su única opción es competir por el segundo distrito federal electoral con cabecera en Soledad, representando al PRI. Morena y el Verde lo rechazaron. Se ha convertido en un aliado incómodo. Su intento de romper con el PRI fracasó.
Psicología y política
¿Cómo entender el extraño comportamiento de algunos personajes de la vida política? Las explicaciones las tiene la psicología y no la ciencia política. Veamos. La naturaleza interior de los hombres se forma de miedos, deseos reprimidos, prejuicios, traumas, creencias, actitudes y fantasías. Subjetividades que a fin de cuentas habitan en el inconsciente del individuo y acaban por moldear su figura. “La personalidad es la máscara que enseñamos afuera, una estrategia para ocultar algún aspecto interno y conseguir mejor aceptación social o simplemente para preservar una idea más valorizante de nosotros mismos”. (Tomado de Gabinete psicológico, en Madrid, capital).De acuerdo con el libro Maquiavelo&Freud, Psicología para Cambiar la Política, hay por lo menos los siguientes tipos de personalidad: Autoritaria, Narcisista, Manipuladora, Obsesiva, Paranoide y Totalitaria.
Para no abusar de su atención ahora sólo me ocuparé del tipo de personalidad que define al político que hoy nos ocupa. Luego de un riguroso análisis se concluye que la personalidad del sujeto en cuestión es la narcisista. ¿Por qué? Bueno porque “el narcisista busca ser el centro de atención en las noticias, en las reuniones y en todos los actos políticos. Tiene un sentido de grandiosidad que raya en el exhibicionismo en cuanto a sus ideas, sus proyectos y su personalidad. Tiene una necesidad extrema de reconocimiento y admiración por parte de los demás”.
“El narcisista se caracteriza por un amplio catálogo de perturbaciones como sentimientos de ser especial y único. Carece de empatía, es arrogante, fantasioso de éxito ilimitado en su vida, expectativas irracionales respecto a su persona y futuro. Exagerado en sus presuntos talentos y logros, tienen una autoestima baja, muchas carencias internas, poca tolerancia a la frustración. Es vulnerable a las críticas, ausencia de recursos emocionales. No siente culpa por su comportamiento superficial, muy pendiente de su imagen. No comprende nada de temas profundos como la lectura, la escritura, el arte, la reflexión, los sentimientos complejos. Se nutren del aplauso y la admiración. (Antropos Moderno. Narcisismo, un Trastorno de la Personalidad M.L. Paula Durán Hurtado). Conclusión: ahora ya sabemos más de nuestro desacreditado personaje.
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