El litigante Josué Reynaga Maldonado, que asesora al alcalde electo Xavier Nava, destacó que tiene un estudio integral de los mercados en San Luis, que ayudaría a resolver de forma paralela el problema del ambulantaje.

Aunque no busca ser director de comercio, expuso que concentró sus análisis en el mercado República, donde plantea que urge resolver en lo inmediato el problema de la inseguridad, para lo que se necesitan 27 cámaras que se habrán de colocar a lo largo y ancho de los pasillos y en las nueve entradas del inmueble. Como lo hacen en México, propone que las controlen sordomudos, que se adelantan a los movimientos de los cacos. Cuando detectan algún acto ilícito, lo comunican a los agentes que atrapan a los infractores.

Expuso que también es prioritario arreglar los sanitarios con accesorios ecológicos, que se pueden mantener con aguas tratadas para ahorrar costos. El suelo se forrará con vitropiso. Las paredes quedarán libres para que los chavos banda las pintes con imágenes tradicionales de la ciudad, como la Caja de Agua o La Alameda. En el estacionamiento con plafones cubrirá las añejas tuberías, pondrá aire acondicionado, focos leds que se alimentarán con luz solar. Serán colocados de abajo hacia arriba, como se hace en las grandes tiendas de todo el país.

Indicó que para no confrontarse con los líderes del ambulantaje, se les habrá de consultar para conseguir un consenso sobre los planes para reubicarlos. Expuso que el mercado Tomás Vargas se podría demoler para crear locales modernos, iluminados, pintados con colores neutrales, blanco y gris, para no generar controversias políticas. Los puestos de lonas y plásticos, que entorpecen la vialidad, cambiarlos por espacios de aluminio, que mejoren la estética urbana. Precisó que el lugar donde se ubican los huaracheros, donde es imposible transitar, ya que los vendedores establecidos también han inundado la calle, podrían anunciar sus productos a través de pantallas, como se hace en las principales aceras de Nueva York.

Reynaga precisó que urge rescatar las costumbres de visitar los mercados, como en la época navideña, cuando las familias enteras acudían a surtir el abarrote, los ingredientes para la cena y aprovechaban para degustar comida casera. Enfatizó que para reducir el caos vial que se genera en el centro histórico en días festivos como semana santa y 15 de septiembre, se podría establecer en la explanada del mercado San Luis 400 o los terrenos de la Feria Nacional Potosina, una expo temporada donde los ambulantes vendan lo que se les antoje, sin restricciones de ninguna naturaleza, lo que terminaría los conflictos ancestrales de la autoridad con las diferentes organizaciones. En el nuevo esquema, en cada mercado habría una oficina de los directivos y otra de los dirigentes, para resolver en lo inmediato cualquier contingencia.

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