San Luis Potosí volverá a ser protagonista del Congreso y Campeonato Nacional Charro, pese a que los estatutos de la Federación Mexicana prohíben repetir sedes en periodos de cuatro años. Al designar a la capital potosina, se generó polémica. Obtuvo 26 votos frente a 14 de Zacatecas para el 82 festejo 2026, al romper normas internas y dejar al descubierto, posibles arreglos entre autoridades estatales y federativas.

La Arena Potosí, principal sede, ha recibido financiamiento público por 40 millones de pesos en 2025, aunque se promociona como autosustentable. Los ingresos reportados, más de 300 millones de pesos por palcos, conciertos y competencias, no coinciden con los documentos disponibles, que apenas reconoce arriba de los 100 millones. Los folios reglamentarios permanecerán bajo resguardo hasta el 2030. Evitan transparentar la venta de boletaje, bebidas, estacionamientos y espectáculos.

El gobernador Ricardo Gallardo Cardona ha tejido una red donde familiares y prestanombres, se benefician de la charrería profesional. Destaca Mónica Elizabeth Zamudio Zárate, directora de relaciones públicas de la secretaría particular del gobernador, capitana de escaramuzas del equipo RG2, equipo del mandatario y reina de la Unión de Asociaciones Charras de San Luis Potosí, con un sueldo mensual de 32 mil 652 pesos, mientras participa en equipos charros patrocinados por el erario.

Otro es José Luis Fernández, “El Chiquis�, diputado federal y socio de Promotora Potosina de Espectáculos y Eventos, empresa que organiza competencias y comercializa bebidas del mandatario, como Ron Potosí Añejo, Extra Añejo y Tequila Potosí a precios que oscilan en los mil 900 y 2 mil 390 pesos. Aparece José Antonio Salcedo López, ex presidente de la Federación Mexicana de Charrería, quien permitió, se repitan las sedes y aceptó el uso irregular de fondos, donde se incluyen viajes internacionales, con presupuesto federativo. Las conexiones reflejan un modelo de nepotismo y lucro privado, donde familiares y aliados de Gallardo, controlan los ingresos y patrocinios del acto más importante de la charrería nacional.

Durante el Torneo Nacional Charro 2023, “Jorge Negrete, Acuarela Potosina�, se registró la muerte de un guardia y un albañil, sin que el certamen se suspendiera. Escaramuzas lesionadas, pagaron las atenciones médicas de su bolsillo, mientras el seguro del organismo no cubrió los gastos. Ambulancias fueron usadas como utilitarios de protocolo, sin paramédicos. Ramón González Barbet, cronista deportivo de Milenio, criticó el mercadeo y las complicidades entre gobierno y dirigentes charros. Señaló que intereses personales, superaron los valores culturales y deportivos de la disciplina.

Al inaugurar las competencias, Gallardo ofreció su particular concepto de lo amistoso y leal. “Los verdaderos amigos ayudan al otro, con la pala, a enterrar al cabrón que hubiera matado. Los de mediana talla envían al abogado más chingón para sacarlo de la tragedia. Los auténticos responden que van en camino, con la pala, para enterrar al difunto. Son los más chingones�. Vestido de charro y con estilo gansteril, su mensaje reflejó el control absoluto de un negocio que no comparte con nadie.

Con el nuevo dirigente nacional de los charros, Salvador Barajas del Toro, parece repetirse el actuar de su antecesor, “El Toñote� Salcedo, al no fomentar la transparencia en el manejo de ingresos y egresos. Permite el uso político para elegir las sedes, sin garantizar el respeto al gremio y las tradiciones. Repite prácticas de lucro irregular. San Luis Potosí demuestra que, en la frontera de lo tradicional y los negocios, la charrería puede convertirse en un instrumento de poder y ganancias exponenciales.

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