Muchas veces hemos oído hablar acerca de la inteligencia emocional y tal vez podemos preguntarnos: ¿qué es?, ¿con qué se come?, ¿para qué sirve? Al investigar un poquito, nos enteramos que el psicólogo Daniel Coleman, maestro de la universidad de Harvard, tiene todo un tratado sobre el tema, tan interesante y que se puede aplicar en el campo educativo y en el laboral de tal manera que cualquier problemática podamos transformarla en una salida favorable o positiva.

La inteligencia emocional se define como la capacidad de sentir, entender, controlar y modificar el estado anímico así como el de las personas que nos rodean o con quienes tratamos. El éxito de cualquier empresa está relacionado con la productividad laboral y en el caso de la educación, con el rendimiento escolar y mejora de las relaciones humanas entre el personal de una escuela.

Según Coleman, este tipo de inteligencia se encuentra en el hemisferio derecho del cerebro, que es donde se encuentran las emociones, la motivación, el optimismo, la parte afectiva y los sentimientos. Sin embargo muy poco se ha trabajado el hemisferio cerebral y en consecuencia se le ha dado poca importancia a la potencialidad que guarda.

Todos podemos ejercitar el hemisferio cerebral para mejorar la inteligencia emocional, ya que en los últimos años se han realizado investigaciones científicas sobre la conducta humana que permiten demostrar que todos tenemos la capacidad y el potencial para hacerlo, por ejemplo: 1.- desarrollar o activar la autoconciencia mediante la percepción apropiada de los sentimientos propios y de las personas con quienes nos relacionamos o comunicamos.

2.-Fomentar la auto motivación y la autoestima para tener facilidad de utilizarla en las adversidades o problemas que se presentan. 3.-Activar diario ejercicios de meditación al levantarnos, reflexionar qué tan dispuestos estamos a ponernos en los zapatos del otro para ayudar a resolver sus problemas que repercuten en el trabajo colaborativo de manera negativa.

4.- Desarrollar la capacidad de autocontrol de los impulsos y emociones mediante ejercicios de oxigenación cerebral durante 3 minutos cuatro veces al día o en una jornada de trabajo. 5. -Darse la oportunidad de trabajar en equipo para desarrollar la habilidad social de relacionarse adecuadamente con los demás. Ahora queridos amigos y amigas, podemos preguntarnos, ¿sabes identificar tus emociones en una situación difícil?. ¿Intentas verte en el espejo y preguntarte cómo te ves, cómo te sientes y cuál será tu actitud el día de hoy?. ¿Eres capaz de observar el comportamiento de los demás sin criticar?. Si es así ¡ ya la tienes ganada y la ventaja está en tus manos y en tu mente!

Ahora, sonría por favor y quítese la máscara al fin que nadie tiene la culpa de tener la cara que tiene, pero sí de la cara que pone. El profesor le pregunta a Miguelito: -Dime el nombre de un descubridor. Le contesta, -usted, profesor. -¿Por qué yo? -Porque cada vez que nos pregunta algo descubre que no sabemos nada.

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