Zapata cuestiona si la ciudadanía está en manos de políticos o grillos

19 septiembre, 20224:54 pmAutor: Juan Pablo MorenoCapital Destacada Noticias

El ex alcalde de la capital, José Alejandro Zapata Perogordo, hace un recuento de su amplia trayectoria política. Habla de la etapa de sacrificio, cuando le tocó buscar una curul local ante el huasteco Jacinto Ariosto Lárraga, que lo superó sin trabas. Rememora el misticismo que había en la militancia inicial, cuando se competía por ideales, le ponían de su bolsa y no aspiraban a la rápida fortuna a través de los cargos públicos. Al abordar el tema de Pozos, que el actual gobernador Ricardo Gallardo insiste en convertir en el municipio número 59, Zapata plantea que se trata de una mera ocurrencia. Lo que es prioritario es fortalecer las delegaciones, donde se debe sumar el poblado de Escalerillas, que está en el abandono. Junto con el edil Mario Leal Campos, emprendieron los primeros arreglos para agilizar el tráfico vial en el centro histórico. Zapata narra sus peripecias como diputado federal y senador, su cercanía con el ex presidente Felipe Calderón, que no resultó suficiente para ganar la gubernatura ante el cirujano del PRI, Fernando Toranzo. Aludió a los suspicaces algoritmos donde los conteos se dispararon a cifras estratosféricas. No obstante, asume los errores cometidos que le impidieron conseguir el triunfo. Expuso que la ex senadora Sonia Mendoza, no ganó la gubernatura, ya que la “reventó” su cerrado equipo de colaboradores. En el caso de Pedroza, que perdió ante Gallardo, imaginó que iba a triunfar, ya que tuvo el respaldo de dos ideologías nacionales. Zapata vierte sus dudas sobre el futuro del país y los partidos en crisis. Remarca si la ciudadanía está en manos de políticos o grillos, que sólo buscan su beneficio particular.   

“Entré al PAN por dos razones, me identifico con su doctrina y sentía que era una plataforma donde podía hacer algo para cambiar el entorno en otros tiempos. Nunca lo hice para buscar un puesto. Al contrario, les rehuía. Fui secretario del partido en el estado, por cinco años, porque no había nadie que le quisiera entrar. Entonces nos reuníamos en los ratos libres, ya que debíamos trabajar y le metíamos la mano a la bolsa para sostenerlo. Había uno que otro patrocinador, para pagar la secretaria. Era lo que existía en el PAN, un ente de nobles voluntades. Obvio, hacíamos trabajo social, nos juntábamos cada semana, para tratar de convencer a la gente. A la hora de repartir candidaturas, nos costaba trabajo, teníamos que buscar a los prospectos, interesados en participar. A sabiendas que no íbamos a ganar las elecciones, pero había que despertar conciencias”.

“Entonces no existían las curules plurinominales. Tuvimos diputados excepcionales como José Carmen García Vázquez, que lo hizo con entusiasmo. Nadie tenía ambiciones de hacer patrimonio ni de obtener recursos. Por el contrario, lo que buscamos era que la ciudadanía le entrara para implantar la democracia en el país. Yo era abogado, en las tardes, me metía a atender lo que hubiera. Íbamos a visitar los comités municipales, todo con nuestros recursos. El veterano activista, don Salomón Herrera Rangel, ya se había incorporado. Luego se vino el movimiento navista, lo que sin duda, le dio vida al partido, que tenía una fortaleza extraordinaria, por sumar personas honestas y congruentes”.

“El PAN tuvo que abrirse al tener la alternativa de hacer contrapeso. Los que participamos en los movimientos, lo miramos como una parte histórica, fundamental para San Luis, porque fue ejemplo de lucha cívica y democrática. Me acuerdo que hice campaña parea diputado local contra el huasteco del PRI, Jacinto Ariosto Lárraga. Había dos distritos locales en la capital, pero pegados con otros municipios. Me tocó recorrer la mitad de la ciudad, más Villa Hidalgo y Villa de Arista. Sabía de antemano que me iban a ganar, pero tenía que ir, como luego decimos, a gastar suelo, sudor y saliva, a tocar puertas. Nos funcionó porque en las siguientes elecciones, ganamos Villa de Arista y la presidencia municipal, sin tener nada. Nos obligaron ir a las zonas rurales a crear estructura, convencer gente, despertar conciencias. El PRI cargaba recursos impresionantes, poco se podía hacer”.

“A veces nos tocaba ser candidatos, otras coordinadores de campaña, representante ante los organismos electorales, además de pegar publicidad y pintar bardas. Era una escuela que nos permitió conocer el San Luis profundo. Lo hicimos también gracias a que el PRI nos obligaba. Nos hacía difícil la tarea. En Villa Hidalgo empezamos de cero hasta ganar la presidencia municipal. Luego se vino la re distritación, era más fácil competir en la zona urbana, donde ganaron nuestros candidatos. Nos hicieron entrar en un proceso de trabajo político. Terminó la época de Nava y entra su alumno Guillermo Pizzuto, al que no le permitirían llegar. El escenario se complicó con la quema de palacio municipal. Yo era candidato a síndico. Estábamos enojados, molestos, gracias a dios, tal día nos visitó el dirigente nacional del PAN, Pablo Emilio Madero. Pudimos conseguir los videos que se habían trasmitido. A los tres días, ya recorrían el mundo”.

“En los periódicos, que no pude conseguir, salió a ocho columnas, que Nava, Pizzuto y Zapata, eran los responsables de quemar el inmueble. Tuvimos una asamblea donde estuvo el doctor Nava me dijo: a mí no me van a tocar, saben que el costo político será mayor. A Guillermo Pizuto tampoco, porque lo van a victimizar. Se irán por el eslabón más débil. Le contesté, me preocupaba, parar en la cárcel. El fiscal especial, Lauro Miguel García Atilano, hizo lo que se le antojó. Giró órdenes de arresto en mi contra y de muchas otras personas. El poder judicial detuvo el abuso, seguro por órdenes de gobernación. No obstante, me hice a la idea, les dije, pues ni modo, si me toca ir a la cárcel, no tengo miedo. Me preocupa, de qué iba a vivir mi familia. La inquietud no me dejaba dormir. Al final no pasó nada, pero no nos rajamos, seguimos en la lucha al pie del cañón. Cuando se dio la marcha del doctor a México, el presidente del partido era Mario Leal”.

“Las mujeres, salieron a protestar. Nos íbamos en ratos a la caminata y en otros, atender el plantón, afuera del palacio de gobierno. Fueron etapas muy interesantes, de gran concientización y aprendizaje. San Luis estaba bajo el escrutinio nacional e internacional. Había muchas personas creativas, como Jesús Hernández Barbosa, que participaba desde Guadalajara. Se vinieron los cacerolazos, entonces nos inquietaron, ahora nos reímos. La gente siempre respondió. Nos formamos ante un partido de estado, con un proceso de transiciones que arrojaron grandes cambios.   Se empezó a crear el primer Consejo Estatal Electoral ciudadano, ya que antes, desde el gobierno, se realizaban las elecciones. Ocurre cuando Mario Leal  dice que le entraba a la candidatura, siempre y cuando hubiera un órgano cívico. En 15 días ya estaba listo, con gente sentada en la mesa. Fue la primera vez que sucedió en México”.

“En la coyuntura, le jalamos la cuerda al gobierno. Entonces surgen otras figuras, como el Instituto Federal Electoral, ahora Instituto Nacional Electoral. Después vinieron los tribunales electorales y una serie de esquemas que nos han permitido fortalecer la democracia, que ahora está muy frágil. Las exigencias surgen donde se requiere equidad en las contiendas y un árbitro más imparcial. Me ofrecen que fuera diputado federal plurinominal, pero le cedo el lugar a Paco Salazar Sáenz, porque no íbamos a ganar una curul de mayoría. Se obtuvo una después con Alfredo Lujambio. Me piden que fuera secretario del ayuntamiento con Mario Leal, fue mi primer cargo público. No imaginé llegar, ya que fue una contienda difícil, poco participativa. Yo era el representante ante el Consejo Electoral. Le ganamos al notario 14, Miguel Ángel Martínez Navarro. Pedí 4 días de reposo, estaba agotado. Salí de viaje, entonces me entero que nos habían quitado la presidencia municipal y decido regresarme. Cuando venía en el trayecto, me entero que la habían regresado. Llegó a San Luis con parálisis facial, por el estrés que cargaba. Luego viene un grupo de notables a pedirme que fuera secretario del ayuntamiento”.

“Acepté con tres condiciones, trabajar desde las 8 de la mañana a tres de la tarde, para el resto del día dedicarlo a mi despacho personal. La segunda era ver todos los problemas generados en el municipio, que se concentran en la secretaría, para poder coordinar los conflictos, desde el punto de vista político. La tercera era no manejar un centavo. No quería saber nada de dinero, el trabajo sería de otra naturaleza. Sólo cumplieron las dos últimas, menos la primera. Nunca pude trabajar por las tardes en mi oficina, porque laboraba casi 16 horas diarias. Nos tocaron épocas muy complicadas, como poner orden en el ambulantaje. Estaban desatados en la calle Hidalgo, no se podía ni caminar, vendían todo lo que se puede ocurrir, como electrodomésticos. Me daba mis vueltas para checar. No era posible, ofertaran todas las marcas de televisiones y videocaseteras. Fue muy complicado lidiar con el asunto. Nos tuvo que ayudar el gobernador Horacio Sánchez Unzueta. Se buscaron las mejores alternativas. Vivimos etapas difíciles, aguantamos presiones brutales”.  

“El 18 de mayo de 1993, falleció el doctor Nava, por lo que debíamos fortalecer la lucha opositora. El candidato del PAN a la gubernatura fue Jorge Lozano Armengol. Compite contra la abanderada del Nava Partido Político, Concepción Calvillo Alonso. Nos dividimos ante la llegada de Sánchez Unzueta. Se tenía que buscar otros perfiles, no se logró una confluencia. Ya se daban los procesos de planificación, como el primer anillo vial, donde empieza el centro histórico. Mario Leal tuvo un gran respaldo del director de obras públicas, Lalo Gómez Domínguez y Jorge Borjas, una excelente persona para liberar terrenos, que permitieron delimitar la parte principal del centro histórico, ya que era imposible transitar. No se pudo lograr por completo, pues había conflictos de carácter político y no teníamos recursos económicos. Todo se hizo en base a permutas, que debía fiscalizar el congreso del estado”.

“Era el encargado de checar que no hubiera cuestiones de carácter irregular, pero faltaba dinero, lo que se pudo lograr fue importante y permanece. Se hizo el canje de la cancha Morelos con la universidad, que luego se convirtió en estacionamiento. Lamento mucho que levantaran un edificio dentro de unos terrenos que pudieron servir para el eje vial o una zona colonial. Hicieron una porquería sobre la calle de Reforma. Un inmueble que no encaja en el entorno histórico. El predio no se ajusta para otro tipo de infraestructura, se le pudo haber sacado más provecho. Es lamentable, hagan a un lado las planeaciones y se vuelven cuestiones caprichosas de los presidentes municipales en turno. No respetaron el punto de vista técnico. No debieron permitirlo, se pudo haber hecho una pequeña plaza. La de la democracia, se concretó con un patronato, no le costó nada al ayuntamiento. Se generó con las cooperaciones ciudadanas”.

“Fue un paso importante, se hizo sin descuidar a las colonias. Inició lo que llamamos, democracia deliberativa y participativa. Empezaron las elecciones de las juntas de mejoras, para que eligieran las obras requeridas. Funcionaron de manera extraordinaria. Los vecinos cooperaban, en efectivo o con trabajo. Estaban al pendiente de que los trabajos se realizaran con calidad. La entonces secretaría de Solidaridad, exigía las firmas de los vecinos, que estuvieran conformes o mandaban auditorias. Presentamos expedientes que median más de medio metro para hacer un pavimento, funcionaba porque todos nos cuidábamos las manos. Era muy transparente y las obras estaban a la vista del mundo. Las valoraban más porque intervenían los vecinos. Era una verdadera escuela de democracia, que se ha perdido de manera lamentable. Fue una historia que caló muy hondo en la ciudadanía. Se empezó a crear una competencia para ver quien hacia más y mejores acciones. O el que se acercaba mejor a la gente, para elevar la calidad de vida de las personas. Pero todo se acabó, hubo un retroceso a los sesentas”.

“Cuando termino como secretario del ayuntamiento, me fui de diputado federal, del 94 al 97. Fue una legislatura extraordinaria, a pesar de que estaba muy cansado, después de tres años sin reposo. Hice campaña en el estado, junto con Carlos Guevara, recorrimos todos los municipios. Aunque yo iba en la lista por circunscripción, apoyé las demás candidaturas. Incluso, me invitaron a algunos actos a nivel nacional. Llego a la cámara con otros 119 diputados federales, lo que se convirtió es una etapa de enseñanza brutal.  Coincidí con muchas figuras nacionales como Toño Lozano, Ricardo García Cervantes, Cecilia Romero, María Álvarez de Vicencio, Armando Salinas, Tere Gómez Mont, Patricia Garduño, Carmen Segura, de nuestra parte. Por el PRI estaban Dionisio Pérez Jácome, Ignacio González Rebolledo. Me parece que el coordinador era Roque Villanueva. El PRD tenía a Jesús Zambrano Jesús Ortega, Graco Ramírez, Rosario Robles, Rosario Ibarra de Piedra”.

“Pero entonces, muchos también empezaron sus carreras políticas. En lo individual, nos conocían en nuestras ciudades, pero a nivel nacional, no teníamos nada que hacer. Sin embargo, coincidimos y nos dábamos unos debates muy álgidos. También nos llegamos a sentar en la mesa y crear grandes reformas al poder judicial federal. Se cortan los ministros y se pone el número que actual, que es de once. Se hace el consejo de la judicatura. Se renueva la ley orgánica, que por cierto, me tocó presidir la asamblea en la cámara de diputados. Los presidentes no duraban un año, sólo un periodo. Me nombran líder de la cámara para presidir el acto donde se aprobó la ley orgánica del poder judicial federal, que ya no existe. Se cambió por otra. Habíamos hecho la reforma constitucional muy interesante. Fue una escuela importante para mí. El que se subía a la tribuna a decir puras tonterías, iba otro y lo ponía en ridículo. No se televisaban los debates como ahora, pero los disfrutamos mucho, porque aprendimos. Me hicieron coordinador jurídico del grupo parlamentario. Me tocó conocer a muchas personas y me forjé en temas legislativos”.

“Después me vengo a buscar la presidencia municipal a San Luis, competí contra el litigante Juan Ramón Nieto Navarro. Se había iniciado la famosa segunda vuelta electoral. Los delegados se debían elegir también por la vía electoral. Fue una campaña muy intensa, gané con más del 50%, lo que evitó la segunda ronda. Obtuvimos una delegación y perdimos dos. Ahora se gana la alcaldía y en automático las tres delegaciones. Entonces logramos Pozos con Lalo Castañón, pero perdimos la Pila y Bocas. Es inviable que Pozos se haga municipio, en muchos sentidos. Se me hacen puras ocurrencias. Antes lo fue, hace muchos años, sin que fuera lo procedente. Hay que analizar las dimensiones que tiene ahora, que son muy recortadas. Imaginan que tendrán la zona industrial, pero no es cierto. Lo único que se debe hacer, es brindarles servicios a todas las colonias que existen en el sector”.

“Ya que sus ingresos no les permiten una retribución digna, quisimos fortalecer las delegaciones. Les pusimos oficinas, las que están en Bocas, Pozos y La Pila, se hicieron en administraciones panistas. Ojalá se fortalecieran más, para que en un futuro, sean municipios. En los momentos actuales, no tienen alguna debilidad económica ni desde el punto de vista estructural. La gente ni si quiera lo pide. Luego, son solo inventos de los gobernantes, que se usan más como distractores que como una demanda del pueblo. La ley es muy clara sobre los requisitos que deben cumplirse para hacer ayuntamientos nuevos. Parece que ya los revisaron,  por lo que no han abonado más al tema. Hay que hacer otras delegaciones, lo que permite fortalecer algunas zonas. A Escalerillas, por ejemplo, no se le atiende como merece”.

 “Tampoco tienen un representante como delegado, que permita gestionar obras en el sitio. San Luis alcanzó el desarrollo gracias a que hubo gobiernos panistas que planearon. Lo que nos permitió tener calidad de vida. Pero también hubo quienes no siguieron la misma ruta y provocaron rezagos. Hay áreas donde el estancamiento es patente. Pozos y La Pila fueron lugares que se dividieron por la rivalidad entre ambas partes. Se hizo un estudio para saber qué vocación podía tener cada una. Ahora se manejan mejor. En La Pila no había un solo metro de pavimento, drenaje ni agua. Los delegados que llegaron empiezan a organizar a la comunidad. Hubo algo de recursos y se puso, poco a poco, el drenaje, oficinas, pavimentos, entre otros avances que elevaron el nivel de vida. Se fijaron los tiempos para otras acciones. Cuando fui presidente municipal, me tocó estar al frente de la Asociación Nacional de Alcaldes, lo que me permitió influir dentro de un organismo mundial de gobiernos locales”.

 “Me invitaron a viajar, a conocer la forma en que se organizan otros países. Fui a Estados Unidos a estudiar su estructura. Me mandaron a las 4 zonas de norte américa. Fueron tres semanas muy intensas. Todos están enlazados, tienen un sistema que le llaman, planear a 10 años. En el 2022, ya saben lo que harán en el 2032. Tuvimos un gran intercambio. Se organizan de manera impresionante. Tienen especialistas que hacen la parte técnica. Nosotros confundimos lo técnico con la parte política. Si alguien llega a las oficinas a pedir que le den mantenimiento a la calle de Zapata, sacan un plano y dicen que le toca en el 2024, ya está programado. Saben lo que tienen que hacer de manera gradual. Poseen sus estudios, lo que les ayuda a conseguir una eficiente infraestructura y disciplina presupuestaria. Se refleja el manejo de los impuestos. También estuve en Francia, donde poseen un gobierno centralizado. Usan equipo moderno, son eficientes, transparentes. Canalizan de manera correcta los recursos”.

“En centro américa, son más organizados, nos superan. Además, le tienen respeto a sus funcionarios y policías. Nosotros no hemos logrado salvaguardar las instituciones. Al contrario, tenemos como principal problema las corruptelas. Dijeron que iban a combatirlas, pero es igual al que quiere enfrentar al Covid sin vacunas. Los países desarrollados fortalecieron sus municipios y empezaron a elevar la calidad de vida. No podemos lograr un desarrollo armónico desde cúpula. Hemos sostenido que los principios del PAN son municipales. Fue como crecimos, pero tenemos que hacer, tengan vocación. Y haya interés del gobierno federal para fortalecerlos. Si vamos a aceptar la cultura vertical, donde el de arriba manda y el presidente siempre tiene que ser lo máximo, nos vamos a convertir en un estado centralista. Y habremos de ignorar que hay mucha gente de abajo, que tiene necesidades, pero no hay la capacidad de atenderlas”.

“Lo más cercano a la ciudadanía es el municipio, pero muchos funcionarios solo llegan a robar. Para evitarlo, se debieron formar consejos, comités, patronatos, una convivencia armónica, para entre todos, lograr los objetivos. Faltan medidas preventivas. En su momento, pusimos el programa, Los niños del ayer trabajan por los hombres del mañana en las escuelas, para que vieran quienes se acercaban. Cuál era el vínculo entre maestros, padres de familia y los agentes de tránsito. Nos permitía cuidar a nuestros hijos, formarlos para hacerlos hombres nobles. La mejor receta es que siempre se den esfuerzos conjuntos. Los presidentes municipales, no deben trabajar para ningún partido político. Tienen que atender a todos por igual. Generar puntos de unión. Es donde empieza la conciencia social. Pero ahora, los ediles no están cerca de la gente”.

“No basta que hagan sus giras y les den palmaditas. Necesitan trabajar en comunidad, planificar dónde los ciudadanos digan cuáles son las obras que necesitan y que están dispuestos a aportar lo que les toca. Es la parte que no se mira. Si el municipio no se fortalece, el escenario se complicará. Los alcaldes son los que saben de la inseguridad en las colonias. Pero no dicen lo que ocurre ni cuando lo van a arreglar. No hay procesos preventivos a partir de los municipios. Tampoco les corresponde perseguir los delitos. No tienen la capacidad ni es de su competencia, sólo anticiparse a los actos criminales. Lo han olvidado. Si falta la dignidad institucional, menos pueden defender la ciudadana. El crecimiento de la ciudad se empezó a dar desde la época de Mario Leal. Lo retomamos, tuvimos la ventaja que llegaran los recursos del ramo 33. No eran muchos, pero fueron más que bienvenidos”.

“Entonces el ayuntamiento no tenía la capacidad, muchas veces, de pagar la nómina. Eduardo Gómez Domínguez fue el que hizo el esquema. Cuando me lo planteó, le dije que no era viable. ¿De dónde íbamos a sacar recursos para hacer puentes, pues teníamos que atender a las colonias. Responde que ya había revisado los presupuestos. Y del 100% de los recursos que había para obra, el 20% se podía destinar a vialidades. Fue como lo hicimos, no descuidamos a nadie e hicimos los puentes. Demostramos que el ayuntamiento podía hacer trabajos de gran magnitud, siempre y cuando se trabajara con transparencia y eficacia. La encargada de las obras colectivas era la señora  María Teresa Corripio de Borboña, que había presidido la escuela para padres, donde tuvo mucho contacto con la gente”.

“Juntaba las cooperaciones y decía cuáles eran las obras importantes que debatíamos en el Consejo de Participación Ciudadana. Analizamos cómo se iban a distribuir. Llegaban los líderes de las colonias y se ponían de acuerdo sobre las prioridades, lo que permitía hacer presupuestos equilibrados. Les dimos asesorías  para hacer las gestiones sociales. Se podían comprender las necesidades para establecer lo urgente. El objetivo de los puentes, fue hacer más rápido los traslados, mejorar  el tránsito y desahogar la vialidad. Darle la vuelta a la ciudad en poco tiempo, por lo que rescatamos el río Santiago. Las demás administraciones se tardaron en hacerlo, apenas reaccionan. Fue una parte de la infraestructura, lo importante siempre fue generar conciencia social”.

“El ideólogo Carlos Castillo Peraza dijo: el que nunca sale de la aldea, toda la vida será un aldeano. Nuestra limitante es que, por lo regular, no abandonamos las limitantes mentales. Las autoridades tienen que abrirse y tener metas más grandes, de cómo queremos que sea San Luis en 10 años. Lo que se debe ejecutar para que haya seguridad, modernizarnos, calidad en lo educativo, reducir los contaminaciones. Hay ejercicios que no se hacen, siempre se van por las ocurrencias y por obtener el voto. Las obras no se ejecutan por el impacto positivo, son por las ganancias que dejan en lo particular. Hay una completa impunidad en el país, que en cualquier otra parte, serian escándalos brutales, cárcel en algunos casos y reponen los recursos”.  

“Siempre faltan metas por hacer, lo importante no es lo que podemos aterrizar nosotros. Las instituciones se quedan para que lleguen otros a dar continuidad a lo técnico, poner su estilo personal. No es posible, acceda un presidente municipal que corra a 250 personas, para poner a sus 300 allegados. La curva de aprendizaje siempre es muy costosa. Lo que puedo decir, es que no me gusta lo que sucede a nivel nacional y estatal. En los cambios de estafeta siempre hay un recelo político, nadie quiere, le hagan sombra. Entre el gobernador y alcalde de la capital, hay fricciones, ya que se trata de la caja de resonancia. Yo procuré llevar una conducta de mucho respeto con Fernando Silva. Hubo un trato digno, procuramos no pelearnos, éramos adversarios políticos de partidos distintos”.

“Nos juntamos de forma regular para coordinarnos en cuestiones de trabajo. Lo único que yo pedía, era respeto a la autonomía municipal. Yo tampoco intervenía en las cuestiones del gobierno estatal. Nunca me dieron un peso de más, por supuesto, pero puedo decir que hicimos labores conjuntas con la secretaria  de educación. Buscamos recursos del municipio para rehabilitar las escuelas. Logramos un fondo común y pudimos arreglar más de 300 escuelas, lo que nos permitía acercarnos a los maestros, padres de familia y alumnos. Íbamos todos los lunes a los honores a la bandera a distintas primarias. Nos decían sus problemas y los de las colonias. Teníamos más de 300 compañías constructoras pequeñas a las que les dimos las aulas, algunas pavimentaciones,  impermeabilizaciones. Había planteles con más de 40 años, que no les habían metido mano. Todo funcionó magnífico durante un año. El siguiente, la secretaría de educación nos dijo que ya no tenían dinero para meterle al fondo. El ayuntamiento lo continuó por su parte, con éxito”.  

“Había mucho respeto con el gobernador, nunca intimamos y trabajamos por San Luis, cada quien desde su trinchera. Entonces yo le pedí por escrito, me dieran el manejo del parque Tangamanga uno, porque los jardines le tocan al ayuntamiento. No me contestaron, estuvo mejor, ya que no había mucha capacidad económica para mantenerlo. Buscamos evitar duplicidades, las dos instancias deben coordinarse y establecer un diálogo para definir lo que les toca, según lo que establece el artículo  115 constitucional. Hay una serie de leyes, facultades exclusivas y concurrentes. Sólo dialogar y ver las capacidades de uno y de otro. Pero luego interviene la ventaja política que jala para otro lado. Se olvida gestionar parejo. Los ciudadanos merecen ser atendidos sin importar los colores”. 

“Cuando termino la alcaldía, me regreso de diputado federal en el 2000, acaba de llegar Vicente Fox a la presidencia de la república. Me toca la transición, echar al PRI fuera. El líder de los legisladores es Felipe  Calderón, que me invita como vice coordinador. Nos tocó hacer mucho trabajo político con las demás fuerzas del PRD y PRI, que estaban dolidos. Hubo dificultadas por el rompimiento con la izquierda. El tabasqueño Andrés Manuel  López Obrador, puso en Reforma, lonas, casas de campaña, pancartas. El escenario fue tenso. El arribo de Calderón fue muy complicado. La noche previa no dormimos. Nos concentraron en la cámara de diputados desde las 9 de la noche a las nueve de la mañana que pudimos salir. Temimos que los diputados del PRD nos atropellaran, ya que salieron enojados, casi locos”.  

“Como diputado federal, viví muchos capítulos. Aunque uno representa a su estado, también a la nación. Junto con los senadores, analizamos los presupuestos, se peleaban los recursos. Vi a Calderón negociar por 36 horas seguidas, sin dormir. En la misma cámara de diputados, hubo maestros inconformes. A las tres de la mañana, hicieron una huelga de hambre, sentados a mitad del recinto. Los ambientes estaban muy ríspidos. Buscamos la manera de hacer labor política para transitar. Hicimos bastantes leyes con los demás partidos. A veces no se nota que de 500 diputados, apenas 50 hacen el trabajo legislativo. Los demás andan de vacaciones o tejen política en su estado. Era una etapa convulsa, porque atacaban mucho a Fox desde el congreso. Propuso el cobro del iva y que una parte se fuera a los estados. Era un esquema interesante que no cuajó. Me forjé como legislador. Más como vice coordinador. Eran más de 200 compañeros diputados del PAN que debía atender”.

 “Cuando Calderón se va a Banobras, me toca la última etapa al mando. Tenía a mi cargo a gente como Armando Salinas, muy fogueado. Juan Camilo Murillo, muy hábil. Todos se movían en el entorno político. Francisco García Cabeza de Vaca, que le entendía mucho al tema. Francisco Blake Mora, que después fue secretario de gobernación. Cuauhtémoc Cardona, subsecretario. Era un grupo de jóvenes a los que ya les giraba la canica. Termino la segunda etapa  como legislador, me ofrecen ser subsecretario en gobernación, con Santiago Creel. Pero también el dirigente del partido, Luis Felipe Bravo, me pide una  reforma a los estatutos y reglamentos. Me invita como secretario de acción de gobierno y acepto. Pudo haber sido muy interesante ser subsecretario, pero hay gente arriba que limitan libertades. En el PAN tenía mayor amplitud. Me tocó ver las estructuras de diputados federales, senadores, gobernadores, presidentes municipales y el trato con el presidente. Cada lunes había que una cita para ponernos de acuerdo”.

“El partido debe cubrir y respaldar al presidente, era donde veíamos las agendas de México. Fue como pasé tres años, hasta que llegué a secretario del partido en época de Manuel Espino. Fue una etapa complicada, en política no hay nada sencillo. Me tocó hacer maravillas, conducir en gran medida, las elecciones de candidatos a presidentes de la república, a través de un comité. Pero debía estar al pendiente de que no hubiera sobresaltos. Estuve dos jornadas, en la tercera ya no, porque renuncié, para hacer mi campaña como senador. No recuerdo si era contra Carlos Jiménez Macías, mi eterno vecino en el Distrito Federal. Su fórmula quedó en segundo lugar. Ya había recorrido el estado muchas veces como candidato a diputado plurinominal con mi compañero Carlos Guevara, que era el presidente del partido. Lo hice más de 100 veces. Como  edil, formamos una organización de alcaldes de San Luis. Pusimos al frente a Marcelo de los Santos. Hacíamos las juntas de los diferentes municipios los fines de semana. Me sabía las necesidades de cada zona. Incluso llegué a tener casa en Valles”.

“Gano de senador, me voy 6 años a México. Estuve en las comisiones de puntos constitucionales, gobernación, justicia y encabecé la cartera de estudios legislativos. Tenía que co dictaminar la reforma constitucional en materia de derechos humanos. Fue extraordinaria, ya que cambió todo lo que era una filosofía del derecho positivo. Vino otra donde me tocó participar con el que luego fue procurador de la república, Jesús Murillo Karam. Hicimos la iniciativa de la nueva ley de amparo, que sigue vigente, apoyados en la que habíamos hecho antes. Presenté una iniciativa de objeción de conciencia, para tener una reforma constitucional, sobre la gente que no quiere ir a la guerra, porque no le gusta matar a otros. O los que se niegan a practicar abortos, porque no están convencidos. No se aprobó como la elaboré, se hizo en otros términos. Sigue vigente. Y muchas otras leyes. El secretario de la comisión era Pablo Gómez, debatíamos mucho, pero llevamos un trato positivo. La ley de amparos la vimos con los ministros de la corte, para escuchar sus puntos de vista. El que ahora hace los mandado soy yo, porque soy abogado, buscamos la manera de tener actividad”.

“Cuando me vengo a la contienda interna para ser candidato a gobernador, el presidente es Felipe Calderón. El hubiera no existe, traté de poner mi mayor esfuerzo y seguro cometí muchos errores. Según mis cuentas, estaba seguro que si llegaba a tener 400 mil votos, no tendría dificultad para ganar. Marcelo de los Santos lo logró con 370 mil. Mi meta era superar al abanderado del PRI, Fernando Toranzo. No obstante que hubo muchas situaciones alrededor, junté arriba de los 400 mil sufragios. Cumplí, pero no fueron suficientes. ¿Cómo se explica que el Consejo Estatal Electoral, nunca quiso bajar los números incorrectos, porque el algoritmo manejado, resultó que no servía? Pusieron que Toranzo traía un millón 300 mil votos y yo 500 ó 600 mil, cuando el padrón era de un millón 600 mil habitantes. Fue una carga que asumí en todos los sentidos. Al final, mi adversario logró 430 mil votos y yo no tenía como rebatirlo. Si tuvo más, la gente lo prefirió. Es la democracia”.

“Vendrán mejores tiempos, Dios sabe porque no se dio el objetivo. Para ser franco, aunque me hubiera gustado ser gobernador, tampoco me quejo, ya que me dieron grandes espacios en México, cuando regresé al senado, donde terminé el periodo. Luego Gustavo Madero me pide que le eche la mano para coordinar o ser un enlace con los demás grupos de senadores y diputados nuestros. Después participé en el Pacto por México y me junta al consejo rector. Impulsamos una serie de iniciativas que fueron excelentes. Si te fijas, el logotipo que teníamos en la campaña para gobernador, era una especie de madeja entretejida, de diversos colores, porque una de las partes fundamentales para mi lema era la unión, la cual no se da por decreto. Surge en tanto haya proyectos comunes. La seguridad ya amenazaba, se descomponía, era otro punto toral, como el empleo. Vino a la capital el entonces secretario de relaciones exteriores, Luis Ernesto Derbez, quién presentó un ambicioso proyecto. Se lo agradecí porque es una de las personas que conoce tales procesos. No puedo quejarme, tuve mucho apoyo de otros. No lo logré, ni modo. Pude haber conseguido muchos objetivos por San Luis. Alguien no quiso que llegara y lo consiguió. El desempeño de Toranzo hay que analizarlo por los resultados y que cada quien agarre lo que le tocó”. 

“Las derrotas no se asimilan fácil, es verdad. Pero hay que asimilarlas y superarlas o estamos fritos. Como decía el ex candidato presidencial, Manuel de Jesús Clouthier del Rincón, solo deja de estar vencido, el que deja de luchar. Entonces, volteamos para adelante y hay que seguirle, darle. He sido una persona agraciada. Siempre he tenido hacia donde voltear y qué hacer y le echamos ganas todavía. Me regreso a México, todavía no terminaba mi senaduría, ya que pedí licencia. Mi suplente fue Héctor Mendizábal. Luego entramos a los trabajos del Pacto por México. Vuelvo a San Luis para ver si puedo lograr la alcaldía y retomar mi vida. Compito contra el ex rector de la universidad autónoma, Mario García Valdés, que sacó 130 mil votos. Yo logré más de 120 mil. Tampoco puedo decir nada. Un sufragio es un sufragio. Me hubiera gustado ser alcalde otra vez y no pude, ya que había dejado temas pendientes. Estaba ilusionado con repetir”.

“Cuando viajé a España, era para saldar un compromiso que hice con Paco Salazar, que me respaldó en la campaña para gobernador. Fuimos a Bilbao para ver cómo está organizado su esquema de mando. Le pedimos al empresario azucarero, Juan Carlos Artolózoga Noriega, que nos hiciera el favor de diseñar la agenda de una semana, donde hubo un frío espantoso, pero valió la pena. Bilbao hizo todo un proceso de planeaciones. Tienen parques tecnológicos. En San Luis existe la firma Fago, de la cooperativa que tiene su filial en el sitio de origen. Hacían las obras al unirse con académicos, empresarios y gobierno. Se juntaban  para realizar procesos de investigación y propiciar inversiones. Hablamos con algunos funcionarios de sus experiencias. Fue interesante, ya que han tenido mucho éxito. Fui en enero, ya que la campaña empezaba en marzo”.

“Lo demás fue el pretexto de que salí de viaje en plena campaña. Lo hice cuando no se podía efectuar proselitismo. Además, resultó un proceso de aprendizaje. Necesitamos conocer, aprender y luego implementar  de acuerdo a cada zona. No podemos ser copias de los demás. Juntar a diversos sectores es incluyente. Analizar cómo operan las cooperativas, que pueden ser sistemas funcionales, pero  no las puede tener el gobierno. O se realiza en conjunto, con la nube de ideas o no sirve. Lo importante es abrir las puertas, arrastrar el lápiz y luego hacer acciones. Sería ideal se lograra en San Luis. Después de perder la alcaldía, participe desde mi trinchera. Escribo un artículo cada semana para la revista Siempre, de Beatriz Pagés. También me invitó a MX, Jesús Michel Narváez, que me hace favor de publicar. Lo mismo hago con Francisco Garfias, que tiene un blog, un periódico en Chihuahua y otro en Pachuca. Es lo que aporto y estoy feliz”.  

“La pregunta obligada para todos es, ¿estamos contentos con lo que tenemos? Si fuera cierto, síganle. En caso contrario, reflexionar lo que se debe hacer, cuándo y cómo. Los partidos políticos no inspiran confianza, es por lo que están en crisis. Los liderazgos están mermados, cooptados. En los procesos electorales, sólo compiten los candidatos de los partidos. Se niegan abrirse a los ciudadanos. Decidí  ingresar al Frente Cívico Nacional, tenemos un capítulo en San Luis, porque no estoy contento de lo que sucede en el país y estado. Busco aportar lo que pueda. No aspiro a nada ni participar como candidato a ningún puesto, ni aceptar algo con ningún gobierno. Estoy contento con mi trabajo. He regresado a mis orígenes, pero tengo tiempo para buscar cambios favorables”.

“Marcelo de los Santos brincó de alcalde a gobernador, porque en política, 24 horas son muchas y rápido cambian las circunstancias. Una época es diferente a otra. Las escenas son de momentos. Los alcaldes tienen ahora un desgaste tan rápido, que se les dificulta reelegir. Hay que buscar equilibrios y contrapesos. Las decisiones tienen que ser más abiertas y no teocráticas. Fue una de las cualidades del PAN cuando no podía llegar al gobierno. Los exhibía, tenían que dar marcha atrás. Ahora no, necesitamos hacer que la gente se concientice. El congreso local no cuestiona, no se nota, todo se hace por consensos, no reflejan el sentir ciudadano. Con la ex senadora Sonia Mendoza, llevo un trato excelente. Cuando buscó la gubernatura, me dijeron que fuera a algunos actos donde estuve presente. No me pidieron meterme a fondo. Era un grupo cerrado y lo entiendo. Estaban los ex diputados locales, Juan Pablo Escobar y Héctor Mendizábal. Al final, reventaron a la abanderada, que es una persona hábil y lista. No pudo ganar y le pasó igual que a mí”.

“El otro aspirante, Octavio Pedroza, también tuvo muchas opciones de triunfo. Hay que preguntarle qué le pasó. No soy su vocero. Yo esperaba que tuviera éxito con el respaldo de dos partidos nacionales. Soy panista, creo en su doctrina, puedo tener diferencias con sus dirigentes, pero lo respeto como institución. Los líderes pueden tener errores, defectos o cualidades, pero no estoy muy de acuerdo con algunas decisiones. Se los he hecho notar, deben ser puntos de unión. Pero muchas veces, son canales de ruptura. Ojalá lo entiendan. ¿Cuál es el futuro del pan? ¿Cuál es el de México?, es la disyuntiva. Como lo vemos, no lo hay para los partidos. El gobierno puede conformar otro de estado y adiós a los demás. Hay que buscar salidas para no mermar nuestras libertades. Es donde debe entrar el PAN, PRD, PRI, otras organizaciones y fuerzas políticas que no están de acuerdo. Si logramos una propuesta, México debe cambiar para definir su sistema electoral, forma de mando”.

“Si hay que coaligarse para fortalecer las instituciones, modelo económico y lo que se hará para recuperar el estado de derecho. ¿Ahora tenemos un grupo político o grillos? El político busca el bien común, donde se pueden defender principios y acciones que permitan crear políticas públicas que ayuden a construir un mejor entorno social, con leyes, armonía y paz social. Buscar el desarrollo, con el respeto a la dignidad de las personas. No he visto que el congreso haya propuesto algo relevante para alcanzarlo. No hay un plan de gobierno, más allá del plagio que se hizo con una pésima copia. No existen acciones encaminadas a la solidaridad y defensa de los intereses sociales, con metas de largo alcance. Lo único que hemos visto es un árbol de navidad chueco. Una obra cuestionada por el manejo oscuro de recursos públicos en el parque Tangamanga. La carretera Valles-Tamazunchale camina lento, debió terminarse hace 10 años”.

“Conforme se tarden, habrá más baches naturales ahora que llegue la etapa de lluvias. El pleito que traen de si se hace o no la Feria Nacional Potosina por el impacto en la salud, indica que no hay avances. Ya pasó la curva de aprendizaje, se terminó la luna de miel. Entonces, ¿tenemos grupos políticos o solo grillos que buscan perpetuarse en el poder? No hay una sola empresa que se haya venido a San Luis, cuando tenemos una zona industrial extraordinaria, con gran potencial. Se pueden crear fondos de desarrollo en las diferentes regiones del estado. En la huasteca, no han dicho cuál será la estrategia. Hace años se buscó hace un lugar fabril de 40 hectáreas, que nadie ocupa porque se inunda. No existe una firma agropecuaria que llegara para dar empleos. A los pobres cañeros les va fatal, por la falta de lluvias. Y son los que sostienen la economía de la zona. Lo único que crece es la delincuencia. Hay que diferenciar lo que es la política y los grillos, que siempre buscan los beneficios personales. Los políticos se acercan al estadista que razona en beneficio de las próximas generaciones. Es lo que falta en San Luis”.     

Comments

comments

ex alcalde de la capital revista La Noticia slp

Comments

comments