Suspicaz y prolongado incendio en la Sierra de San Miguelito

17 junio, 20198:48 pmAutor: La NoticiaCapital Municipios Noticias

El litigante Carlos Covarubias Rendón, que ha asesorado a los habitantes de la comunidad de San Juan de Guadalupe, habla sobre los incendios que se registraron en la zona cerril durante varias semanas. No deja fuera la sospecha de lo complicado que resultó sofocar las llamas, donde varios brigadistas resultaron heridos ante la tardía respuesta de los diversos niveles de gobierno. “El fuego se extendió por varias consideraciones. Cada año, en diferentes partes de la sierra, hay quemazones. Algunos muy pequeños, otros no tanto. En el 2018, en abril, duró 4 días, pero se terminó con la lluvia. Se dio en los parajes del ejido de San Juan de Guadalupe, casi a la entrada de la comunidad. En el 2013 hubo otro más grande, de casi 10 días, destruyó 170 hectáreas. Involucró parte de la comunidad en el área del Cerro del Fraile, Cerro del Potosino y un lugar muy emblemático que se llama La Alameda. Es como una cañada donde surgen pinos y una arboleda. Cada rato hay incendios, se apagan y vuelven a surgir. Pero nunca se dieron en las dimensiones que ahora se vivieron. Los comuneros antiguos mencionaron que el último gran incendio que hubo en San Miguelito fue en 1948. Fue tan grande que se quemó la sierra entera. Tuvo un resultado tan fuerte que durante 14 años el ejército no permitía que la gente incursionara a llevar a cabo el trabajo de carbón ni otra actividad económica”.

“El reciente incendio generó una gran polémica, económica, social y política. Fue uno de los peores. Inició por Villa de Arriaga, bajó en los límites de Escalerillas y San Juan de Guadalupe. Siguió hacia el sur. Tocó de manera tangencial el área de La Alameda y corrió hacia Villa de Reyes donde empezó a tener gran actividad en las demás comunidades. Cuando el gobierno estatal dice que estará sofocado en algunas horas, se anuncia otro proveniente de Guanajuato. Entró por Jaral de Berrios, con varios anexos en San Luis. Se dijo que había consumido más de mil hectáreas. Pero no hubo ningún informe, salvo lo que se publicó en la prensa. Cuando el fuego estaba en dos puntos de Villa de Reyes, en el Fraile y cercanías del Cerro del Potosí, de la nada, se vino el ramalazo”.

“El secretario de gobierno, Alejandro Leal, manejó una reincidencia. Lo interpretamos como otro incendio que se dio en las áreas de San Juan y sus comunidades. Entonces aparece lumbre en un sector de Cerro de San Pedro, colindante con Armadillo, en un paraje cercano a la Sierra del Álvarez. Se genera el caos, desinformaciones de alto riesgo. Para la gente había culpables, con nombres. Nosotros dijimos que era consecuencia de descuidos, abandono a la vida silvestre. La sierra tiene un decreto parcial, débil, no hay un plan de manejo. La secretaría del medio ambiente dice que está en proceso. Faltan planes preventivos para tales situaciones. Hay lugares donde se han tomado medidas precautorias, como en Guadalupe Victoria, en Mexquitic. En un lapso de 5 años han sembrado cerca de 100 mil árboles y plantas. Es una zona de las más agraviadas por la familia Torres Corzo y otra bola de tipos que se quieren meter. También implementaron presas y bordos para prevenir incendios. Además, sirve para alimentar el riego natural de siembra y renovar la arbolaria. No garantizan que no haya incendios, pero se trata de prevenirlos. No existe una estrategia para salvaguardar la sierra de San Miguelito, porque tumbaron el decreto de área protegida el año anterior. Está infiltrada por los desarrolladores”.

“Todo cabe en el marco de la urbanización. López Medina tiene proyectado el paseo de las esculturas, son 33 kilómetros que atraviesan la sierra, donde pondrán 20 obras. El objetivo está colegiado con la iniciativa privada y el estado. Las llamadas asociaciones públicas-privada buscan concretar un programa de 2 mil millones de pesos. Abarca desde Horizontes hasta lo que es el trazo de la avenida del Gran Peñón y la zona industrial. Es un dato público. El tema se relaciona con el cambio de uso de suelo de 4 mil hectáreas de acuerdo al plan que construyó el ex edil Mario García Valdés en el 2013. Le fue entregado al alcalde Xavier Nava por los desarrolladores y comisionados, para utilizarlo con el permiso de la Procuraduría Agraria en el 2018. No tenemos recursos para competir con los trillones de dólares que tiene López Medina y sus cómplices, que hacen lo que se les pega la gana”.

“Lo que podemos realizar es tirarles con todo para que le bajen. Pegarles en el tema mediático y legal en los límites de lo posible. Mario García intentó modificar el área natural protegida del decreto del 2013 del plano desarrollo urbano a favor de los desarrolladores, pero se lo detuvimos. Entonces el alcalde Ricardo Gallardo Juárez chocó con López Medina y se dan con todo un rato. Tumban a Gallardo. Se reedita el cambio de uso de suelo que había empujado García y se lo entregan al fraccionador y comisariados que intentan obtener los permisos de la Procuraduría Agraria para la entrega de tierras. En la lista figura el plan parcial donde dicen que se puede cambiar el uso de suelo de 4 mil hectáreas, no de 2 mil. Hablamos de la solicitud para que la Procuraduría Agraria establezca que es viable en su opinión, hacer las aportaciones. No lo que se diga en una asamblea a la medida del comisariado y desarrolladores”.

“Al principio se manejaron 4 mil hectáreas al pie de lo que es campo de golf La Loma, Cañada del Lobo y corren kilómetros hacia arriba. Su plan es usar las instalaciones de la Universidad Autónoma como enganche. El cambio de desarrollo urbano que pretendió Mario García era sobre 4 mil hectáreas. El proyecto de desarrollo urbano que busca López Medina es de 2 mil. El objetivo es lograr el cambio de uso de suelo sobre 4 mil, luego usar el restante. Xavier Nava ha obrado con cautela desde que denunciamos, había cierta complicidad con los desarrolladores. Nosotros le aseguramos que hay el acuerdo para construir un plan de desarrollo urbano en base a los intereses de los contratistas. Sacan el cambio de uso de suelo a partir de adecuar el plan de desarrollo urbano. Hacen un proyecto de toda la ciudad donde incluyen otros lugares con alto conflicto como La Pila, Escalerillas, San José de Buena Vista, lo que falta del Gran Peñón”.

“Buscan crear nuevas condiciones de fusión o de políticas metropolitanas con Villa de Reyes, Mexquitc, Cerro de San Pedro y Villa de Zaragoza. En la maqueta, la comunidad de San Juan es vital para lograrlo. Dicen que hay una parte deforestada, pero es área protegida. Al avanzar, hay partes llenas de encinos, pinos, donde van a desarrollar un modelo donde podrán vivir 74 personas por hectárea. Venden el escenario de que su clientela habitará un mundo paradisiaco. El mega poder hace lo que sea y tumba a quien no le conviene. Saben aplicar sus reglas en los ejidos para tomar el control y los que estamos en contra, reducirnos a nada. Nos consideran contrarios a sus políticas. Vivimos en el atraso, como cavernícolas, sin propuestas ni argumentos. Crearán otra ciudad. En el lapso del 2003 al 2006, intentaron cooptar a los comuneros. Es cuando logramos ganar y regresar en el 2008. El dirigente Margarito Jasso traiciona la causa y se suma a los intereses de los desarrolladores”.

“En el 2009, diez años después, intentan sacar adelante la fase dos del proyecto que se inició en la Garita de Jalisco. Han perdido 20 años. Pero fue mucho el dinero que sacaron, por lo que han esperado. Mientras no obliguemos a los compas que buscan la Cuarta Transformación a que se monten en causas sociales, de manera irremediable, se puede convertir en destino. Tenemos elementos, apoyos ciudadanos y de medios informativos. Es el gran negocio del siglo, por lo que no nos dejaremos. Lo que pase en San Luis debe provocar transformaciones, para evitar que grupos similares hagan lo mismo. Es un asunto de poder político y económico, una represión inmobiliaria contra gente desprotegida. Hay un retroceso de la vida social y política en la comunidad. No podemos jugarle al vivo. Tenemos que destruir el proyecto en lo jurídico, porque no actúan en el marco legal. No está delimitado por la Procuraduría Agraria. Sólo hubo 21 en el país y todo se fueron al carajo”.

“La sierra de San Miguelito, donde se registraron constantes incendios, abarca más de 64 mil hectáreas. La comunidad de San Juan de Guadalupe y sus anexos Tierra Blanca y San Miguelito, concentra 14 mil 600 hectáreas. Es decir, no toda la sierra es parte del núcleo poblacional. En cambio, toda la comunidad, salvo el área conurbada que está debajo del periférico, es parte de la sierra de San Miguelito que está asentada en cuatro municipios, Mexquitic de Carmona, Villa de Reyes, Villa de Arriaga y la capital. En tal universo hay 14 comunidades. En septiembre del 2018, se generó una declaratoria de 12 mil hectáreas en cinco lugares, quedaron fuera 9 de 14 mil. Hay una serie de núcleos que no se encuentran dentro del decreto, aunque son zonas forestales. En el caso de San Luis, una área natural protegida de acuerdo al Plan de Desarrollo Urbano del 2003. Existe una circunstancia sesgada, implica que no hay una política de conservación, preventiva y todo lo que exige salvaguardar un área como San Miguelito”.

“Los incendios pudieron darse en un contexto de conflicto social muy publicitado. Alude a la ofensiva que generó el grupo del magnate Carlos López Medina y su socio Alejandro Tamayo, junto con otros desarrolladores, el año pasado, para lograr las autorizaciones de la Procuraduría Agraria en materia de aportar tierras. El asunto se debate y radicaliza a partir de que la gente se opone de diferentes formas. Están los que no quieren ceder un centímetro de tierra, porque quieren que se mantenga el estatus actual y los que quieren negociar. Otros buscan un mercado de tierras pero sin desarrolladores. Todos juntos se convierten en un polo que confrontó a López Medina. Gracias a la estrategia que se planteó con los opositores, en diciembre del 2018, logramos frenar a la Procuraduría Agraria para que no emitiera un permiso donde se aportarían más de 2 mil hectáreas. La dependencia exigió una serie de requisitos que faltaban, como el cambio de uso de suelo”.

“Es decir, el sitio que pretendían, debe tener el perfil de utilizarse en un proceso inmobiliario. Entonces se vino una serie de confrontaciones. Una asamblea fallida el 23 de diciembre porque no hubo quórum. Pero si el apoyo de la procuraduría nacional para que se hiciera. Luego el 13 de diciembre, abortan la asamblea porque la procuraduría da marcha atrás por las gestiones de los opositores en las oficinas centrales. La injerencia y apoyo de algunos compañeros en el congreso federal. Se dieron luego movilizaciones de ´comuneros´ subsidiadas por López medina. Toman la Procuraduría Agraria para presionar y se realice la asamblea de aportaciones cuando no tenían una opinión”.

“No la hubo porque faltó el cambio de uso de suelo. El alcalde Xavier Nava anunció en marzo, en el cabildo, llevar a cabo el plan de modificar el área que pretenden los desarrolladores a partir de una actualización al plan estratégico de desarrollo urbano de San Luis y Soledad. En tal contexto estallan los incendios que duran más de un mes. Hay un personaje, Alejandro Rivera. Es integrante del ejido San Juan de Guadalupe y El Aguaje. Abogado, fue director de asuntos jurídicos del gobierno estatal y apoderado del Grupo Rangel. En El Aguaje sólo queda El Gran Peñón, es parte de la sierra. Lo borraron. El ejido de San Juan de Guadalupe está por urbanizarse. Lo mismo sucede en otros lados, donde planean enormes desarrollos. Algunos quieren crear residencias al pie de la sierra, con la vista paradisiaca. El asunto es el dinero, violentar la ley el poder económico. Nuestro discurso se escucha fuera de lugar, pasado de moda. Es complicado que la gente tome conciencia de lo sucedido”.

“Los diputados locales muy apenas miran los puntos de acuerdo que les hacen los asesores. Los federales sol atienden cuánta publicidad le ponen al Facebook, cómo salen en las fotos de Instagram. Activan la imagen de programas que nunca harán. Está jodido el movimiento social. Hay algunos sectores que se preocupan, pero no son suficientes. Las áreas residenciales a costa de la sierra y la naturaleza, adquieren una dimensión gigantesca. Es la política del poder y del dinero la que maneja todo. Vivimos cinco incendios. El de Guanajuato para San Luis, se desbordó. El de Cerro de San Pedro inquietó, porque es del otro lado de la sierra. Nunca hubo uno antes. El tema de cómo se prendió la sierra de nuevo es inverosímil. Se supone que había terminado. No podremos asegurar nada, que alguien lo provocó, hasta que haya pruebas. Por el momento se debe a la negligencia del estado en el ámbito federal y comunitario. Los comisariados están más preocupados en vender”.

“Lo demás no les importa. Tienen la visión de que las tierras son para negociarlas. Según nuestras interpretaciones es que los últimos incendios pudieron ser generados para desestabilizar. Al menos en Cerro de San Pedro y en la sierra de San Miguelito, pegado a la colonia San Juan. Es arriesgado hacer suposiciones, pero reitero, la culpa es del estado en todos sus niveles. Los expertos platearon que se trató de un incendio rasante, que pasa rápido. Permite que algunas especies sobrevivan. Las zonas más afectadas fueron las menos inaccesibles, lo que impidió proteger el arbolario. Se hizo un listado de las especies afectadas que merecen restaurarse, como los pinos y encinos, con 14 familias, como la potosina, el gris. Otra vertiente son los pastizales, con un aproximado de 15 especies dañadas. Ahora se necesitan aportaciones para reforestar lo que se perdió. Hay que evaluar las áreas dañadas, cómo y por qué se dio. Hacer un catálogo de flora y fauna destruida. Después platear cómo se va a recuperar el ecosistema y la política para vincular a la ciudadanía, presupuestos y programas a corto, mediano y largo alcance”.

“Hay que dar una gran batalla para concientizar a la comunidad, buscar alternativas de desarrollo económico, ecológicas. Evitar que la gente sea manipulada. El planteamiento es ser radicales, pero también claros, argumentar y sumar aliados que se involucren, no con afanes de protagonismo. Se trata de enfrentar a los grupos de poder económico que tienen al país en desgracia. Buscar que los cambios lleguen a San Luis, donde el estado y el capital privado están juntos. Hay que mantenernos en contra hasta que reviente el propósito del despojo. Proteger toda la sierra, hacer un planteamiento de estado, institucional, que se traduzca en una política pública. No actuar entre compas. Preservar la sierra, destruir los mecanismos de control. Dar la lucha para cambiar al país. Salvaguardar los ejidos. Encontrar una opción de desarrollo sostenible y racional, relacionado con el tema ecológico e inmobiliario, pero que no afecte el ecosistema. No confrontar a nadie. Tenemos una propuesta alternativa para la comunidad en lo turístico. Es un proceso cultural, parte de la enseñanza de lo que es la sierra para el estado, que debe articularse con gente de los lugares. Es complicado, porque muchos lo que quieren es dinero. Se tiene que dar la batalla. Lo que se vive es un asunto económico y político. Estamos en contra, desde toda la vida, por principios ecológicos y convicciones sociales. Falta una gran reflexión colectiva de lo que sigue”.

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