Se fractura el cacicazgo en Cerro de San Pedro
18 octubre, 20223:49 pmAutor: RedacciónCapital Municipios Noticias Opinion
En San Luis hay dos cacicazgos cercanos que echaron raÃces entre los electores. Uno es el del binomio integrado por los ex alcaldes de Soledad, los ex ediles, Ricardo Gallardo Juárez y Ricardo Gallardo Cardona, que se han convertidos en los dueños absolutos de la hacienda pública, la causa de su riqueza que se tornó exponencial. El padre le cedió la estafeta al hijo, después de tener ambos, la misma contrincante, estigmatizada y pisoteada, la ex oficial del registro civil, Amalia Velázquez. Con el respaldo del ex maximato, Horacio Sánchez Unzueta y el ez gobernador Fernando Toranzo, iniciaron un ascenso incontenible. Después pusieron de marioneta a Gilberto Hernández Villafuerte, un auténtico patiño al que usaron sólo para que les firmara los cheques que ocuparon para sangrar el erario.
Por su mansedumbre, le permitieron reelegirse. Luego, para blindarse, lo mandaron de diputado federal. Pero hace dÃas, sus jefes le ordenaron solicitar licencia. Se especula que ya lo capacitan para que brinque como un posible primer alcalde de Pozos, ya que sus mecenas, por el gran desprestigio que cargan a cuestas, podrÃan perder Soledad y ya buscan como suplir la carencia. La última munÃcipe es que impusieron es la obsecuente, Leonor Noyola, que no tiene un gramo de autonomÃa. Le quitaron de manera descarada el manejo del presupuesto. La obligan a financiar pachangas en la Feria Nacional Potosina. Como en otros muchos ayuntamientos, Gallardo Cardona en Soledad es el verdadero alcalde. Cada rato anuncia inauguraciones de obras que jamás licita ni consensa con la gente. Si hubiera un arqueo a las finanzas sin contemplaciones, la única que pisará las mazmorras será Noyola.
El otro cacicazgo patrimonialista lo encabeza la tres veces ex alcalde de Cerro de San Pedro, Rosaura Loredo, que ha impuesto un estilo sui generis de control: conoce a cada uno de los votantes. Incluso, puede predecir con cuántos votos gana cada comicio y su lugar geográfico. Con la mano en la cintura, le cedió la estafeta a su hijo, Jesús Nava Loredo. Luego a su sobrina, la actual mandataria, Esmeralda Abigail Nava Loredo, que se identifica como la munÃcipe más joven del paÃs, que rápido se zafó de su impulsora, a la que niega de manera sistemática. No le reconoce las deudas que le dejó con múltiples acreedores. Ya creó su propio equipo de trabajo y se confrontó con su primo, Jesús Nava, que como regidor, hace labores de edil de diversas comunidades, con miras a no dejarla reelegirse. Igual que sus familiares, Abigail Nava, teme dar entrevistas a los reporteros que la llegan a encontrar por fortuna en sus oficinas. Carece de argumentos y se niega a dar el mÃnimo dato sobre las obras que ejecuta sin licitar. La familia de Rosura Loredo es dueña de múltiples negocios en la cabecera. Su esposo, Santos Nava, tiene un restaurante donde usa como propio, un amplio estacionamiento que se hizo con recursos públicos.
Jesús Nava, tiene un ostentoso bar de dos niveles, donde oferta un variado menú con varios empleados. En su obeso cacicazgo, Rosaura Loredo ha tenido dos tropiezos. Uno con el abanderado del PRI, Óscar Loredo, hijo del extinto Baltazar Loredo, cuya familia, acusó del asesinato a las huestes de la también exitosa empresaria. Otra derrota la tuvo con el panista Manuel Loredo, que se derrumbó al confrontarse con su secretario, el inventor potosino, Gerardo MartÃnez Ponce. Desesperada por recuperar el control, Rosaura Loredo ya envió a hacer una prematura campaña a su hijo, que se empalma en las comunidades con su prima, que también busca de manera anticipada, reelegirse. La mortal ruptura, facilita para que un tercero en discordia los desplace y limpie la contaminada atmósfera polÃtica.
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