“Nadie sabe de qué vive el PAN”
21 junio, 20223:22 pmAutor: a Noticia San Luis/ Juan Pablo MorenoCapital Destacada Noticias
El ex director de logística y el hombre más cercano al ex gobernador Jesús Marcelo de los Santos, el activista Carlos Fernández Galván, sostuvo que el PAN en San Luis Potosí, no tiene porvenir. Los que emigraron a otro organismo, nunca fueron panistas de espíritu, sólo actuaron por conveniencia. Estableció que el ex diputado federal, Ricardo Gallardo Cardona, le ganó la gubernatura a su oponente Octavio Pedroza Gaitán, con inteligencia, mucho dinero y trabajo. El ex líder del Frente Cívico Potosino y ex alcalde interino de la capital, explicó que la caída del PAN inició cuando ganaron alcaldías, diputaciones, senadurías, gubernaturas y presidencia de la república. Entonces, el gobierno le dio dinero al partido, los jefes del partido cambiaron el espíritu de lucha por la permanencia en el poder. Citó al ideólogo fundacional, Luis Héctor Álvarez: “supimos derrotar a la derrota, pero el triunfo nos derrotó”. Añade. “A nosotros no nos dieron nada. Los que trabajamos, tampoco cobramos. Nadie lo hizo, salvo las secretarias que estaban de planta. Logramos muchos triunfos, habíamos conquistado al pueblo”.
“En tiempos de elecciones, le dábamos de comer a la gente y no teníamos dinero, pero le hablamos a los amigos. Les pedimos tortas y refrescos, llegaban tantos, que en la noche, sacamos camionetas para repartirlas a los que participaban y pagarles. Se empezó a corromper el espíritu. Otros que vieron la alternativa de ser diputados federales y presidentes municipales. En los últimos 30 años, al PAN le ha ido mejor que a otros partidos. Ganamos más que nadie. Además han hecho un papel decoroso. A muchos jóvenes les empezó a gustar la carrera política, pero la vieron como un negocio, un modus vivendi. Y la política es el bien común, el principio fundamental que nos enseñaron desde el inicio. Cuando el PAN llegó a la presidencia de la república dos veces y de manera consecutiva, se llenó de gente, porque el PRI se fue de picada. Dijeron que ahora, el dinero lo tenía el partido. El PAN creció de tal manera que en San Luis Potosí, que logramos el carro completo en las posiciones de elección popular. En la etapa de Marcelo de los Santos, el partido tenía todos los diputados locales de mayoría. Lo mismo los legisladores federales. Estuvimos en jauja, pero luego empezamos a bajar de manera muy rápida. Llegó a la presidencia de la república, Felipe Calderón Hinojosa, que se confrontó con el actual mandatario”.
Agregó que después, el PAN se vino abajo, igual que el PRI. Hoy el PAN ocupa el segundo lugar en San Luis, pero con una crisis espantosa. “Está peor que el PRI y el PRD, nadie sabe de qué vive. Movimiento Ciudadano ha tenido un crecimiento importante, consiguió Jalisco y Nuevo León, los principales estados del país. Tienen un candidato que puede ser presidente de la república. Es hijo del sacrificado Luis Donaldo Colosio, del mismo nombre. Está peleado con los priistas, un día les envió un mensaje, donde les dijo que no le pusieran esculturas ni fotografías de su papá, ya que no está de acuerdo de cómo operan. Se me hace muy joven todavía, hace falta alguien más maduro. En el caso del PAN, empezó a llegar gente nueva que ganó billetes. Son personas que no han triunfado en la iniciativa privada, pero hay sus excepciones, como pasó con el ex alcalde de la capital, Guillermo Pizzuto, que no cobraba. El líder cívico, Salvador Nava Martínez, si tenía un sueldo, lo necesitaba. Yo fui regidor, entonces ganaba 2 mil 500 pesos al mes. Según las leyes vigentes, se podía desempeñar de forma simultánea un cargo. Fui director de catastro durante 6 años”.
“La mayoría que buscan una carrera política, lo hacen para eternizarse, ir de un puesto a otro y no por el bien común. Fue lo que provocó la debacle del partido. Ahora que está como dirigente Verónica Rodríguez, hay que esperar resultados. Los últimos comités han relegado a los viejos que han aportado sus luchas, como Antonio Herrán, Álvaro Elías Loredo y Jorge Humberto Gómez Domínguez. Los jóvenes se van a quedar con el partido, pero son selectivos, parece que subastan pequeñas chambas. Los cambios generacionales deben estar sustentados. Algunos triunfaron y son eficientes diputados. Otros, desde que salieron de la universidad, han estado en el poder, como legisladores o en otro puesto, porque no saben hacer otra tarea, a pesar de que son profesionistas. Necesitamos trabajar mucho para rehabilitar al partido. Me parte el alma saber que un grupo lo tiene bajo su control”.
“Me tocó el tiempo cuando casi pedimos limosna para hacer campañas. El presidente, secretario y todos los demás, íbamos por las noches a pintar las bardas, hacer barricas de engrudo, pegar propaganda y de paso, nos acosaba la policía. Nos forjó a tal grado, que el gobernador Fausto Zapata, solo duró 14 días, no alcanzó a cobrar su primer sueldo. Lo tumbaron 50 mujeres. Fueron unas heroínas, estuvieron sentadas día y noche en la calle. El rumbo del partido pudo haber cambiado muy fácil, cuando les dieron la gubernatura del partido, pero que no fuera el líder cívico, Salvador Nava. El estado mayor presidencial estuvo en San Luis para comunicar el interés del presidente y que fuera Guillermo Pizzuto Zamanillo el beneficiario, cuando entonces era alcalde de la capital. Los hijos de Nava dijeron que el indicado era el galeno. Fue como ocurrió en Guanajuato, donde hubo el primer gobernador panista, Carlos Medina Plascencia. Cuando lo llamaron, era presidente municipal. Se negó al principio, hasta que le dijeron que eran órdenes de Carlos Salinas. Desde entonces, la entidad se convirtió en una de las más productivas, lo mismo que Querétaro. Acaba de salir como gobernador, Francisco Domínguez, que dejó en ceros la deuda y heredó dinero para el arranque”.
“Salinas rechazó a Nava porque había encabezado el conflicto postelectoral en el estado y una marcha a la ciudad de México para denunciar el fraude con el que se impuso a Fausto Zapata Loredo. En Guanajuato perdió las elecciones Vicente Fox, que se inconformó y le asignan el cargo a Medina. El que abrió el cascarón al PAN fue Salinas, que reconoció el triunfo en Baja California a Ernesto Ruffo. Hubo temporadas que le dimos sacudidas horribles al PRI. Cuando Nava caminó a México, los enviados de Salinas se juntaron con los hijos del oftalmólogo, que no aceptan otra oferta. Se pudo cambiar el destino de San Luis, pero no quisieron. Me considero 100% navista, pero del ala del oftalmólogo. Cuando nació el Frente Cívico Potosino, era un organismo muy fuerte que hacía equipo con el PAN. El primer presidente fue Jorge Lozano Armengol y yo el tercero. Había unidad. Nosotros fortalecimos en su momento al PAN. Nunca sacamos candidatos de otro lado. El doctor tuvo mucho respeto con el partido. En su mandato, tuvo un 70 u 80% de panistas en su gabinete. Cuando se ausentó dos meses, dejó de interina a Lupita Rodríguez Carreras. Lo que no sucedió con Xavier Nava, al que destapé como candidato a la presidencia municipal de la capital. Convencí a varios panistas de que lo apoyaran. Pero cuando ganó, olvidó sus compromisos y la militancia no estuvo contenta”.
“El frente se convirtió en semillero del PAN, hasta que hubo pleito y se dividen. Se empezó ir hacia abajo. Tampoco tiene futuro ahora con Xavier Nava. El que puede llegar a alcalde de la capital es el secretario de transportes, Leonel Serrato, que entrega becas a los estudiantes. Pero es tarea del gobernador, le puede costar el puesto. Xavier Nava no fue candidato a gobernador ni se reeligió porque se peleó con el PAN. Yo lo destapé. La primera vez que ganó, casi no le dio chamba a nadie. Solo al equipo del diputado federal, Xavier Azuara. Al hijo de Marcelo de los Santos, que se llama Marcelo de los Santos Anaya, le hice una comida para mil 500 gentes. Luego, las mismas gentes caminaron a la plaza de armas. Nava los traicionó luego de ganar, se olvidó del partido. Retoma el Frente Cívico para hacer ruido. No cabe en ningún lado. El PAN no lo quiere, el PRD tampoco. El Verde y Morena, menos. ¿Cuál le queda? Está acabado en lo político. El actual edil de la capital, Enrique Galindo, ha respondido de manera positiva. Proviene de una alianza con el PAN. Cuando le dieron el triunfo, hizo una comida, donde había priistas y panistas. Tomó el micrófono, anunció que milita en el PRI, pero con todo respeto, ganó por el PAN. Le dimos el 85% de los votos”.
-El ex diputado local, Juan Pablo Escobar Martínez, es hoy funcionario del gobierno estatal. En el 2003, cuando el PAN ganó la gubernatura con Marcelo de los Santos, dijo que el partido se impuso con sufragios, pero no sumó a panistas al gabinete.
-Para mi gusto muy personal, los mejores gobernadores que ha tenido San Luis, son el profesor Carlos Jonguitud y Marcelo de los Santos, que sumó colaboradores sin militancia. A los panistas, les ganó la ambición por el dinero, más que servir con la premisa del bien común. No están adoctrinados y lo que buscan es un puesto. El PAN aún no está en el precipicio, pero es a dónde vamos. Y si todo se mantiene igual, se puede acabar.
En su paso por el congreso como asesor del diputado local, Rubén Guajardo Barrera, Fernández concluyó que se debe estudiar a los futuros aspirantes a legisladores, ya que muchos no le atinan a su desempeño. Dijo admirar a la legisladora de Redes Sociales Progresistas, Gabriela Martínez Lárraga. “Habla con un tecnicismo, al centavo. Además, hace un gran trabajo a favor de la mujer y los indígenas. Se distinguen los panistas, Guajardo, Juan Francisco Aguilar y Aranza Puente, que es una magnifica oradora”. No obstante, insistió que el PAN no tiene porvenir. “El pueblo estaba aburrido del PRI y se vino con nosotros. Tuvimos dos presidencias de la república. Una con Vicente Fox, donde los hijos de su vieja, Martha Sahagún, lo echaron a perder. Felipe Calderón buscó cambiar el país y no pudo. Llegó Enrique Peña Nieto, otra vez por el PRI, con un gran descaro. Después, a la chingada el PRI y llega Morena y no hay avances. Además, su presidente es un dictador. Está loco. Y peor, lo apoya el ex mandatario de Estado Unidos, Donald Trump”.
Aludió a los que emigraron al Movimiento Ciudadano, “no son panistas. No tenían en el corazón al PAN. Yo no me voy a ningún lado. Si me lleva la chingada, porque no me quieren, no renuncio. Solo ya no me paro en el partido. Como dijo Marcelo de los Santos, no dejaré sus filas hasta que me muera. El espíritu se ha perdido, no existe el adoctrinamiento necesario. A veces lloro. Es una tristeza. No tiene lógica lo que hacen los chapulines, hoy están aquí y luego en otro lado. Hay algunos que todavía figuran, como el senador Marco Antonio Gama Basarte y el ex secretario del gobierno federal, el ex senador Francisco Xavier Salazar Sáenz. También la ex senadora Sonia Mendoza Díaz, que en el PAN tuvo todos los puestos, regidora, diputada local y federal y candidata a gobernadora. Se fue por un pleito”.
Dijo que Salazar brincó por seguir a Marco Antonio Gama que siempre fue su secretario particular, desde muy joven, al que forjó. “No lo hizo por estar amolado. Hizo muchos negocios de computadoras. Tiene dinero. Su hijo, el ex diputado federal, Francisco Xavier Salazar, se fue a México, cuando el presidente Felipe Calderón Hinojosa lo nombró subsecretario de minas e industrias, y ya no regresó. A sus hijos les dio libertad de estudiar lo que quisieran, pero tuvieron como hilo conductor la biblia. Son buenos hombres. Salazar no es potosino, llegó del Distrito Federal. Se hizo líder del sindicato de maestros de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí San Luis. Es muy inteligente. Los que se marcharon, lo hacen por capricho, porque no lograron lo anhelado. Cuando Gama se sumó a la candidatura de Octavio Pedroza para gobernador, estuvo pocos días. Le llevó una lista de todo lo que quería. Pedroza le dijo que no podía y aún no ganaba. Hubo un enfrentamiento. Gama acostumbra a meter a toda la familia a trabajar. Tiene hermanos en el PRI y el PAN”.
Fernández es maestro de oratoria. Establece que después de Marcelo de los Santos, el PAN ya no pudo ganar otra vez la gubernatura. Perdieron de manera consecutiva tres oportunidades, cuando la tenían en las manos, con Alejandro Zapata Perogordo, derrotado antes de tiempo. Sonia Mendoza Díaz no defendió el triunfo. A Pedroza le faltó capacidad. Nadie superó al contador público, que es disciplinado, estricto y entrón. Explicó que a Pedroza Gaitán le ganó la fuerza económica de Gallardo Cardona. “Perdió porque Gallardo fue más capaz e inteligente. Traía mucho dinero para la vendimia. Sobre los tres candidatos que hemos tenido, el único que tenía billetes para echar para arriba era Marcelo de los Santos, al que apoyó la iniciativa privada, con billete grande. A Pedroza lo ayudaron, pero no fue igual. Su patrón de siempre, José de Alba, uno de los hombres más ricos de San Luis, que ya falleció, lo ayudó, pero no con los recursos suficientes, no era tan dadivoso”.
El ex presidente de la cartera de orden y disciplina inter partidaria del PAN, señaló que Sonia Mendoza tuvo el triunfo en un puño. Le ganó a Juan Manuel Carreras, pero no se defendió, a pesar de que tenía 60 abogados. Al inicio dijo que le hicieron chapuza. “Yo le metí mil gentes al edificio del Consejo Estatal Electoral. Luego me dijo ya párale Gordo, que no entren. Se negó. Ya de regreso a la casa de campaña, me dijo que íbamos a dar la lucha, a defendernos. Pero a los tres días me dice que junte a mis jefes. Nos reunimos en un lugar muy grande, con amplia mesa, que tenía los mejores vinos. Asaban carne. Me pidió que hablara. Luego siguió. Agradeció la hayan seguido en la campaña. Anunció que vendrán otros tiempos. Exclamé, ya valió madre y me fui”.
“El ex senador Alejandro Zapata fue el primer candidato que llegó con un 48% de las simpatías y no ha habido otro. Perdió por güey. La gente y empresarios le dieron mucho dinero. Cometió múltiples errores. Un financiador que lo apoyó estaba muy enojado. Marcelo de los Santos me mandó calmarlo tantito. Me dijo, dónde andaba. Le contesté que en España, para traer negocios. Reclamó que todavía no son las elecciones y ya se gastaba su dinero. Zapata tampoco tenía una persona adecuada para manejarla la campaña. Yo fui de Marcelo de los Santos. Empezaba a laborar a las 6 de la mañana y terminamos a las 12. Me tenía que inyectar para estar firme. Me regaló unos zapatos especiales para caminar, de los que usan los diabéticos. Le tenía que pedir permiso para ir a un lugar. Era muy estricto. El tesorero de la campaña era un problema, cuando le dije de una comida para 200 personas, sacó el lápiz, hizo cuentas de lo que se iba a tomar y comer cada asistente, para no excederse. Le dije que no podíamos trabajar juntos y lo corrió. Trajo a su hermano, que fue distinto. Era una lucha constante. No descansamos un solo día en la campaña”.
“La esposa del contador público, Guillermina Anaya, nos acompañó un 70%. Resultó una gran oradora. Como alcalde, continuó los puentes que hizo Zapata. Por las noches, recorría las calles, me pedía que lo acompañara. Tomaba el teléfono, llamaba a los directores y les decía que tal calle estaba sucia, con focos apagados. Los regañaba. Una vez lo invitaron a una comida. Al salir, había un perro muerto. Le habló al responsable de la basura y le dijo que lo levantara. Regresamos como a las 9 de la noche y seguía el animal tirado. Le llamó de nuevo al funcionario. Le dio las coordenadas de la calle. Le ordenó se lo llevara en la cajuela de su carro o estaba despedido”.
“Una vez y le dio risa cuando los vecinos de la plaza de toros, lo convidaron a una fiesta. Le tenían un pastel con dos velas. Les preguntó el motivo. Contestaron que tenía 6 meses en el cargo, pero había un foco que durante dos años, no se apagaba de día ni de noche. Al momento lo cambió por uno nuevo. Los domingos supervisaba las obras, porque no quería ver a los arquitectos, que le echaban mentiras. Iba directo. Reveló que el ex gobernador es un hombre sencillo. Desayunaba en los puestos del mercado Hidalgo. Una vez salimos tarde, traíamos hambre, pasó un niño humilde que mordía una enchilada. Saludó al mandatario, le preguntó si tenía hambre. Le dio la mitad de la enchilada y se la comió. Me quedé espantado”. Relató que el candidato a la alcaldía era al principio, el delegado de Pozos, Eduardo Castañón, cuando supo que no podía ganar, le cedió la estafeta a Marcelo de los Santos. Para el registro, le llevó gente de Soledad. Le pidió 30 camiones al ex edil, Juan Manuel Velázquez, para moverlos.
“Como alcalde, tuvo un trato cercano con el gobernador Fernando Silva, que lo invitaba a diversos actos y lo dejaba hablar primero. Lo hacía muy mal. No le di clases, sólo le dije cómo mejorar. En la segunda contienda por la gubernatura, se impuso con una gran diferencia a su maestro de la universidad, Luis García Julián”. Destacó que su ex jefe tiene una gran memoria. “En Tamazunchale saludó a un militante y seguidor, don Marianito, al que le preguntó de su esposa Juanita y cómo quedó después de una cirugía. El señor lloró. Visitó todos los rincones del estado. La señora Anaya me decía, ay gordo, nos trajiste hasta donde el diablo tiró el calzón”. Refirió que el contador era valiente. Un 24 de febrero, luego de concluir la ceremonia, el líder sindical de una empresa de vidrio, se le puso al brinco. Se enojó, le dijo a su interlocutor: primero, respeta a mi esposa. Dos, hablas con el gobernador de San Luis Potosí. Si quieres fregazos, vamos. Se jaló el saco para quitárselo. El contrario se echó para atrás. Sus compañeros dijeron, perdónelo y se lo llevaron”.
En la contienda con Fernando Toranzo, dijo que Zapata “perdió por pendejo, ya que traía mucha lana. Siempre se creyó superior a Marcelo de los Santos. El que le hacía la agenda, era un estúpido. Se lo dije, ya que me interesaba que ganara. Un día le organizó una comida hasta el fondo de la huasteca, luego una cena en Matehuala. Lo puso en riesgo, ya que salió por Ciudad del Maíz y después brincó a doctor Arroyo, Nuevo León. Llegó muy tarde. Los actos deben ser en escalera. Una vez llegó a palacio de gobierno, el secretario particular de Zapata. Nos pidió ver el despacho del mandatario, para ver los cambios que iban a realizar. Todavía no eran las elecciones.
Zapata y su equipo no hicieron campaña. La mayoría eran puras borracheras. Marcelo de los Santos estaba muy enojado. Decía, ya ni amuela”.
Hizo comparaciones. “En la huasteca, el talón de Aquiles de los candidatos, envió un grupo jóvenes equipados, 15 días antes, a las casas de los representantes. No a un hotel, si tenían que dormir en el suelo, ni modo. Les dio la despensa. Un hijo del contador, tiene un club de motocicletas a nivel nacional. También se los llevó. La gente se asustó, ya que iban uniformados de negro, con botas, cubiertos a media cara. No pudieron hacerle trampa. Llegaron a la huasteca cuatro trailes con más motos de toda la república. Eran como 300. Nos salió gratis”. A Fernández lo salvó un elemento del estado mayor presidencial, cuando se le atoró un hueso en la garganta. “Me dio una fuerte cachetada para que lo arrojara. Por su gran apoyo, se ganó la base laboral. Lo mismo hizo con 85 empleados que estaban bajo sus órdenes, a los que también sindicalizó. El actual gobernador no los puede correr”. Narró que Sonia Mendoza lo contrató por compromisos políticos, ya que el coordinador era Juan Pablo Escobar, que ni se paraba a la casa de campaña.
“Sólo sacaba dinero. Me puso al lado a un pariente. ¿Dónde se han visto dos gerentes del mismo banco? Nunca nos entendimos. Cada uno daba órdenes. Además, Mendoza era muy desorganizada. Al último minuto suspendía los mítines, lo que nunca hizo Marcelo de los Santos”. Habló del excandidato a la gubernatura de la alianza PRI y PAN, Octavio Pedroza, del que dudó, todavía sea decente. Recordó que a Marcelo de los Santos “le hizo una jalada, cuando uno era gobernador y el otro alcalde”. Se refirió a que el edil hizo un alboroto con una banda de guerra, para entregar 30 patrullas que el mandatario le había conseguido. “El pendejo tampoco lo invitó. Luego, en un acto de la universidad, donde ambos coincidieron, lo agarró en corto y le puso una cagada. Le intenté decir que la prensa lo iba a golpear. El contador me calló en público. Cuando subimos a la camioneta, dio un portazo. Se mantuvo serio un largo rato. Luego me dijo, si era justo lo que el hijo de la chingada de Pedroza le hizo. Estaba caliente. Le pedí que se calmara, ya que se podía enfermar. Pedroza lloró por el regaño, es muy chillón”.
Narró que al asumir el cargo, Fernando Toranzo atosigó al contador y al equipo. Fernández y el ex secretario particular, Arturo Muñiz, fueron acusados de malos manejos, pero nunca fueron llamados por la procuraduría. El diario Pulso fue el más insistente, por el conflicto que generó la vocera, María Luisa Paulín, con el dueño del medio, Pablo Valladares. El contador le pidió a su ex jefa de prensa, ocultarse, irse a Querétaro. Le pagaría el salario que tuvo como funcionaria, pero se negó. Hubo una asamblea con Toranzo donde se acordó la paz. Pero indiscreta, Paulín publicó el pacto y provocó la ira del cirujano, que la encerró en las mazmorras de La Pila casi un año. Guillermina Anaya explotó: “vieja hija de la chingada, le dijimos que no hablara”. El contador le pagó el litigante que la defendió. Como vocera, la regañó cada vez que la regaba.
Carlos Fernández vaticinó Ricardo Gallardo, meterá a la cárcel a su antecesor, Juan Manuel Carreras López. Está ilusionado con ser candidato a presidente de la republica, pero le falta mucho camino por andar. Sostuvo que apenas ha realizado algunas obritas. Advirtió que dejará un incondicional del Verde Ecologista en 6 años. El Movimiento Ciudadano se quedará rezagado. Le falta mucho para sustituir a Morena. El problema que padece el país no radica en los partidos, “está en los guebones que no votan y son muchos”. Sostuvo que al presidente Andrés Manuel López Obrador, le beneficia que todos los días lo critiquen, ya que se mete en el ánimo de los ciudadanos.
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