Morena cosecha más descalabros en el congreso
19 septiembre, 20182:50 amAutor: Juan Pablo MorenoCapital Destacada Noticias
Más reveses para Morena en el congreso local, de nada les sirve ser mayoría con 9 diputados. En el reciente reparto de cargos, perdieron la oficialía mayor, donde quedó el matehualense Gerardo Chávez Reyna, “El Borrego”, durante muchos años secretario particular del ex senador priista Juan Ramiro Robledo, actual magistrado administrativo.
Reyna se impuso al doctor en derecho Noé Yair López García, asesor de la legisladora Marité Hernández Correa, que junto con la diputada Angélica Mendoza, lo habían propuesto para el cargo hace dos semanas. También contó con el respaldo de Pedro Carrizales, El Mijis”, Edson Quintanar y Rosa Zúñiga. Con el prurito de “no dividir la bancada”, se opuso Consuelo Carmona Cruz, ex regidora de Matehuala, con añejas ligas al PRI, que hace equipo con Chávez, hermano del ex candidato a diputado federal por Morena, Ariel Chávez Reyna. También votó en contra Alejandra Valdés, testaferra del coordinador estatal de proyectos integrales para el desarrollo, el cismático Gabino Morales, con el doble objetivo de debilitar al coordinador Edson Quintanar, que lo dobló en su intentona de imponer a la abogada Paola Arreola.
El revés de López se atribuye también a la oscura injerencia del dueño de Conciencia Popular, Óscar Carlos Vera y del ex secretario de gobierno, Cándido Ochoa. Ambos ligados al maximato local, Horacio Sánchez Unzueta, que además ejerce una gran influencia en el pasivo dirigente estatal de Morena, Sergio Serrano y el coordinador metropolitano del partido, Leonel Serrato. La estrategia es evitar que Morena se consolide dentro del congreso.
También influyó la que fue asesora del ex diputado del PRI, José Luis Romero, la litigante Ana de la Cruz Olvera y la consejera del dueño del partido Verde Ecologista en San Luis, Manuel Barrera, la habilidosa Sonia Judith Ramírez, que antes guió a la ex diputada María Eugenia Vilet y ahora lo hace con la actual, Beatriz Benavente. Mientras López le proponía a Marité Hernández y Angélica Mendoza empujar una agenda de izquierda a través de consultas públicas, en su ausencia, de la Cruz y Ramírez les aconsejaban mantener un bajo perfil, no ser protagonistas, lo que explica su conducta de temor ante la prensa y las fracciones minoritarias en el congreso.
La derrota de López García se vincula además al nombramiento del coordinador de asuntos jurídicos, Roy González Padilla, eterno consejero de Óscar Vera y cercano cabildero de Ochoa. En la 59 legislatura ocupó el mismo cargo. Se le recuerda por hacer despidos arbitrarios de trabajadores para colocar a militantes del PRI y otros empleados de su jefe. En servicios internos quedó el desconocido Carlos Velázquez. Se rumora que en el departamento de prensa podría ubicarse Eduardo Marceleño, vocero del ex comisionado de la policía federal, Enrique Galindo. Apoyó en la misma área a Serrato, en su reciente contienda por la alcaldía de la capital. Marité Hernández se negó apoyar a su colaborador, al reportero de la nota roja y poeta, Jacobo Vázquez y al ex reportero del Heraldo, Cecilio Monzón.
Como sub coordinador de orientación ciudadana se nombró a Eduardo David Martínez Ortega, impulsado por Angélica Mendoza. El sub coordinador de archivos es Juan Carlos Amaro Ramírez, propuesto por Carrizales, que al momento de votar salió del recinto. Lo suplió su ayudante Víctor García Mata. En su ausencia, firmó la pareja del legislador, Miriam Martínez. Al irse, el Mijis sacrificó al indefenso Yair López. Se trata de cargos ínfimos.
La debacle de Morena podría ser mayor cuando se designen los magistrados del poder judicial, que controla de manera férrea Cándido Ochoa. Al momento que se decidan los titulares de los órganos autónomos, donde figura la Comisión Estatal de Derechos Humanos y la Comisión Estatal de Garantía y Acceso a la Información Pública, podrían quedar sujetos de dudosa procedencia. Los diputados de Morena carecen de un mapeo de los actores políticos y sociales. No tienen una brújula que les permita actuar con lógica política. Son víctimas del pragmatismo del PRI y PAN, donde ya les ganó los reflectores la ex senadora Sonia Mendoza, que les impone la agenda a seguir.
Comments