Planificación, logística y ejecución

La familia que puede pagar, porque tiene o puede conseguir de mil hasta 10 mil dólares –mejor si son 100, mil o un millón, pero el riesgo es mayor- es el blanco perfecto de cualquier grupo de plagiarios. La democratización que se hizo del secuestro es la causa de tanta violencia. Una vez que se toma la decisión de quién es el próximo plagiado o plagiada, ya sea que la persona de adentro de la familia elegida pasa el aviso o recomendación, o porque la pequeña investigación así lo determina, empieza una etapa importante para ambos, víctima y victimarios. Una o dos personas montan un minúsculo operativo de seguimiento, vigilancia y control de dos, cuatro y hasta ocho días sobre el determinado para ser la víctima. Temprano por la mañana se le da seguimiento a los pasos para saber la rutina.

Lo rastrean al lugar del trabajo, paseos, estudios, compras, visitas y en lo que cualquiera de nosotros hacemos muy tranquilos, confiados en días normales de actividad. El grupo encargado de hacer las labores dispone de motos, carros, disfraces, si es complicada la operación. Tienen una serie de trucos para pasar lo más desapercibidos posible. Se han dado casos de supuestos vendedores de frutas o de cualquier producto que normalmente vemos en nuestros barrios y que en realidad son plagiarios sanguinarios, listos para levantar a la persona seleccionada. Por supuesto que se prefiere a niños, mujeres y ancianos, lo que garantiza poca o ninguna reacción. Un fácil manejo para los criminales que ejecutan el trabajo a la perfección en pocos minutos. Aún y a la vista de personas que pasan enfrente. O bien cruzan un carro y obstaculizan el paso, con lo que obtienen los resultados esperados.

Cualquiera de las medidas de prevención que el propio sentido común indica, deben ser tomadas en cuenta para practicarlas una y otra vez, hasta hacer una medida automática y mecanizada de la mente, cuerpo y emociones. En muchos de los casos donde han ocurrido secuestros, los familiares, servidumbre y empleados han recordado que con algunos días de antelación al hecho, habían observado vehículos, personas extrañas en el barrio, en una actitud que muchas de las veces no despertó ninguna sospecha. Pero ahora que lo miraban con otra actitud, por la experiencia del secuestro, estaban seguros que era muy extraño que el vendedor de frutas pasara varias horas sin moverse del mismo lugar o que el vehículo con la llanta desinflada no hubiese sido reparado ni que el chofer del mismo hiciese algo por arreglarla.

La negociación en el secuestro suele ser descrita como un juego de ajedrez entre ambas partes. El premio es la vida de una persona. Los cuerpos policiales mexicanos han invertido mucho dinero y esfuerzo en perfeccionar la habilidad de sus operadores. Y según las autoridades, los grupos criminales también se aseguran de tener un experto cuando secuestran a alguien.

El secuestro de Paola Gallo. Otro caso muy importante fue el ocurrido en Tepoztlán, Morelos, en el 2000. Providencialmente me tocó ser parte de la investigación. Recuerdo que después de realizarse el pago del rescate, de manera coincidente, aparecieron tres o cuatros sujetos asesinados en la sierra cercana a Cuernavaca. Posterior a su muerte se supo del asesinato de Paola. Eduardo Gallo, padre de la joven, a raíz de la muerte de su hija, se convirtió en activista social y fue presidente de la Asociación Civil México Unido Contra la Delincuencia a la cual denunció después por corrupción.

En el caso del secuestro de Norberto Ronquillo, dejó la Universidad del Pedregal a las 21:32 horas del 4 de junio del año en curso. A las 21:41, al dirigirse a su domicilio, tan sólo nueve minutos después, fue privado de la libertad. Inmediatamente después, el tío de Norberto, recibe una llamada telefónica, en la cual los secuestradores le piden 5 millones de pesos. En una segunda llamada se negocia la entrega de Norberto en 3 millones de pesos. En una tercera llamada que recibe la tía de Norberto, se pacta la libertad del secuestrado en una cantidad cercana a los 500 mil pesos y un lote de alhajas. El vehículo de Norberto es localizado a dos cuadras de su domicilio en la colonia El Arenal. No obstante que fue pagada la última cantidad pactada, jamás apareció. La Procuraduría General de Justicia de la ciudad de México informó el 10 de junio que el cuerpo del estudiante fue localizado en Xochimilco. Apreciaciones criminalísticas y criminológicas. De forma irresponsable, la policía no resguardó ni protegió el vehículo en donde viajaba el privado de su libertad ni el lugar donde fue encontrado. Todo parece indicar que más que un secuestro se trató de un «levantón», ya que de acuerdo al cronatadiagnóstico, Ronquillo fue asesinado casi después de ser privado de la libertad por asfixia. Fue estrangulado.  La experiencia nos dice, por otra parte, que en todo secuestro, siempre está implicado (a) alguna persona cercana a la víctima: familiar, amigo, empleado desleal, quien es el que proporciona datos personales y rutinarios de la víctima. Antes de pagar el rescate se debió haber pedido a los secuestradores una prueba de vida. El cuerpo de Norberto Ronquillo fue velado en la Ciudad de México y luego trasladado a su natal Chihuahua.

Los secuestros en San Luis Potosí y el legendario Román Duque Rodríguez.
En la década de los setentas, el legendario jefe de la Policía Rural y Forestal de la Procuraduría General de Justicia de San Luis Potosí, Román Duque Rodríguez, con el que tuve la oportunidad de investigar homicidios del área rural del estado, logró resolver dos conocidos casos de secuestro, el del ganadero Pascual Olivares y de Quirino Balderas, un empresario y terrateniente de la huasteca. México es el país de los 100 mil secuestros. Durante más de siete meses, el empresario Eduardo García Valseca vivió dentro de una caja de madera donde lo confinaron sus secuestradores. En el pequeño espacio sólo podía permanecer de pie o acostado, con la vigilancia permanente de cámaras de televisión y sensores de movimiento. Como podrán darse cuenta, hablar del secuestro en México es ingresar a un inmenso universo criminal.

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