En el balance que el alcalde de la capital, Enrique Galindo Ceballos, hizo del impacto de convertir a Pozos en municipio, aludió tangencial al voto adverso de los diputados panistas. No se atrevió a llamarlos traidores. Después de reelegirse con los votos masivos que le arrojó el doctor en gobernanza, el cismático Rubén Guajardo instó a separarse del edil, ir solos en los próximos comicios, ya que el PAN es el dueño de los sufragios. Prematuro, habló de buscar aislados la próxima alcaldía, que anhela desesperado. Intuye que podría quedar otra vez relegado, ya que la candidata natural, que podría arrasar, es la senadora electa, Verónica Rodríguez. Al relevar a Galindo, le dejará el cargo a la presidenta del DIF, Estela Arriaga Márquez.

Otra que votó a favor del lesivo decreto es Aranza Puente, que jamás hizo labores de contrapeso. Se sumó el ex presidente estatal del PAN, Juan Francisco Hernández, alfil del legislador federal, Xavier Azuara, quien tratos oscuros con el gobernador Ricardo Gallardo. También avaló la inquina, más por temor que convencido, el ex alcalde de Rioverde, Ramón Torres, que buscó reelegirse sin éxito. Acrítica y entreguista, se dobló la huasteca Bernarda Reyes Hernández, a la que le rechazaron varias veces la deficiente ley indígena.

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