
Los ediles caídos
6 febrero, 20255:44 pmAutor: Juan Pablo MorenoCapital Destacada Noticias
Por el estilo gansteril de ejercer el mando, el gobernador Ricardo Gallardo Cardona pasará a la historia como el cacique de horca y cuchillo, en cuya etapa, sucumbieron varios alcaldes, donde figura el tenaz ex edil de Santa María, el joven panista, Emanuel Govea, quién por su pujanza, tenía un amplio y creciente futuro político por delante. Dueño de informes privilegiados, el mandatario fue el primero en anunciar su deceso, pero nadie creyó la inverosímil crónica de que murió sólo, al irse con su camioneta a un barranco de 300 metros, en la peligrosa carretera San Luis-Santa Catarina-Rioverde. Govea era un chofer experto, después de transitar cientos de veces, el complicado camino de su natal municipio a la capital potosina. Carismático y popular, siempre anduvo acompañado. Fiel a la doctrina de su partido, dejó anonadados a sus simpatizantes cuando, de repente, anunció su forzado bandazo a las filas del Verde Ecologista. Con la autonomía que le daba el triunfo arrollador en las urnas, nunca se iba a dejar mangonear por nadie. Tal vez el motivo de su sospechosa partida.
Casi la misma suerte tuvo la ex edil de Villa de Reyes, Érika Briones, al principio, seguidora fiel del mandatario y su padre, el ahora diputado federal, Ricardo Gallardo Juárez. La vieja amistad se fracturó cuando le vendieron una lujosa suburban que tenía reporte de robo con violencia. Hubiera sido un golpe mortal a su trayectoria, si se ventila en la etapa que fue legisladora federal. Originaria de Soledad, al cambiar su residencia a otros lares, formar su propio equipo y empezar una carrera ascendente, Briones gozó un instante ser libre. Fueron públicos los choques violentos que tuvo con sus tenebrosos impulsores. Nada halagüeño le esperaba cuando anunció dejar las filas del PRD para irse al Verde Ecologista, su tumba política. Jamás se aceptó la historia de su trágica muerte, al chocar el vehículo donde se trasladaba, con otros colaboradores, con un pesado trailer, en una angosta y serpenteada ruta.
Apenas el domingo reciente, fue acribillado el munícipe de Tancanhuitz de Santos, el morenista Jesús Eduardo Franco Lárraga, junto con tres personas más. Otra vez Gallardo volvió a generar incertidumbre al reducir el atentado a una “riña entre particulares”. En el horizonte, resaltó el pleito intestino que Franco tuvo con la Guardia Civil Estatal, que también ha hostigado de manera sistemática a opositores al gobernador, como el edil de Huehuetlán, Ramón Martínez Avitud. No se salva del acoso brutal, el magnate de Tanquián de Escobedo, que aspira a la gubernatura, Gerardo Sánchez Zumaya, que ha calificado a su principal enemigo, como el “narcotraficante más peligroso de San Luis Potosí”. El 25 de octubre del 2022, fue acribillado el ex edil de Ébano, Crispín Ordaz, quien tuvo la osadía de denunciar al Cartel de los Diputados, expertos en extorsionar alcaldes, a cambio de aprobarles las cuentas públicas. Los líderes fueron el actual secretario de gobierno, José Guadalupe Torres Sánchez, alias “Brad Pitt”, quien aspira a suceder en el cargo a su jefe y el diputado federal del Verde Ecologista, Óscar Bautista Villegas, alias “El Cochi Loco”, antes dirigente estatal de la CNC.
El ex gobernador Carlos Jonguitud Barrios, al que se le ubica como uno de los que más obra pública ha generado en San Luis Potosí, se le vincula a la desaparición del dirigente magisterial, Misael Núñez Acosta. Al ex mandatario Guillermo Fonseca, le endilgan represiones y la muerte de un líder agrario en la huasteca potosina. Cuando hablan del férreo ex rector de la universidad autónoma, Alfonso Lastras, dicen que en su periodo, ocurrió la muerte violenta del estudiante de derecho, Jorge Mena Ortiz. Gallardo Cardona todavía puede enderezar el rumbo, si reivindica a cientos de trabajadores estatales, a los que ha esquilmado el salario, los corrió inclemente de sus cargos, les quitó el acceso a la salud y deja de pisotearlos en su dignidad. Puede salvarse si paga los casi 5 mil millones de pesos que adeuda a los ofendidos jubilados. Deja de ganar un millón de pesos diarios, por los sobrecostos en las obras que ejecuta sin licitar y de pésima calidad. Se desiste de sus negras intenciones transexenales, de heredarle el cargo a su cónyuge, la dos veces senadora y presidenta vitalicia del DIF, Ruth González Silva, para continuar con los saqueos impunes de las raquíticas arcas. Pero también define a la moral como el árbol que da moras. Al menos debe cuidar que ningún alcalde más muera en extrañas circunstancias.
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La noche del domingo 15 de diciembre, el alcalde de Morena en Tancanhuitz de Santos, Jesús Eduardo Franco Lárraga, fue asesinado a balazos por un comando armado, cuando se trasladaba en un carro Honda rojo por la carretera Valles-Tamazunchale, a la altura del poblado Palmira Grande. En el ataque, también murió el que fuera su secretario particular, Santiago Villalobos Castañedo y sus dos escoltas, Jesús Alan Díaz y Jesús Cipriano. El edil de 32 años, apenas asumió el cargo el pasado 1 de octubre. A las tres horas, en filtraciones que publicó El Heraldo de México, se estableció que la fiscalía local y fuentes del gobierno estatal, establecieron como principal línea de las pesquisas, ahondar sobre las rencillas personales de la víctima con un regidor, también de Morena, que ya estaba prófugo.
Pero antes, el 15 de octubre del año que corre, Franco denunció un arbitrario e ilegal operativo que efectuó en el municipio, la Guardia Civil Estatal, que se llevó sin dar explicaciones, al director de la policía preventiva y cuatro agentes, a la cárcel distrital de Valles. Rápido avisó del atropello a la secretaria de gobernación, Rosa Icela Rodríguez y al secretario de seguridad, Omar García Harfuch. Les dijo además, que 48 horas antes, tuvo el mismo incidente violento, el edil de Huehuetlán, Ramón Martínez Avitud, al que trataron de levantar, al acusarlo de sospechoso, por manejar una camioneta con vidrios polarizados. El choque verbal provocó que se acercara un gran número de parroquianos, que echaron en carrera a los uniformados.
Franco expuso que estaba en la mejor postura de hacer equipo con Gallardo y el titular de seguridad estatal, José Luis Ruiz Contreras. El empresario de Tanquián de Escobedo, Gerardo Sánchez, ha denunciado cada rato a la Guardia Civil Estatal, que lo hostiga de manera sistemática. Invadieron sus propiedades con patrullas y helicópteros, donde agredieron de manera física a su madre. Cuando viaja, buscan detenerlo con cualquier pretexto. El politólogo Agustín de la Rosa, exigió atender el clima de violencia criminal que se vive en San Luis, en contra de presidentes municipales opositores al actual gobierno. «Parece ser parte de una estrategia de infundir terror, para que se inmovilice la ciudadanía y el proyecto transexenal se abra paso a las ambiciones desmedidas de quién ejerce el poder en la entidad».
Enemigo acérrimo de Morena y de la llamada Cuarta Transformación, en sus primeras declaraciones sobre el crimen, Gallardo emitió un escueto y frío comunicado, sin dar nombres ni cargos. Apenas el 4 de diciembre se había con las víctimas. “Lamento los hechos en que perdieron la vida, cuatro personas en el municipio de Tancanhuitz. Ya di instrucciones a la secretaría de seguridad y protección ciudadana y la fiscalía del estado, para que coopere con las investigaciones y se ubique a los responsables”. Después, sus asesores le recomendaron ser más amable. “Con profundo pesar, expresamos nuestras condolencias a la familia Franco Lárraga, por el lamentable fallecimiento del presidente municipal de Tancanhuitz, Jesús Eduardo Franco Lárraga. Los potosinos pueden estar seguros que ya no habrá impunidad y se hará justicia. Enviamos nuestro más sentido pésame, oraciones, solidaridad y apoyo a sus seres queridos en el difícil momento. Descanse en paz”.
Los portales informativos ligados Gallardo, fueron los primeros en ubicar como autor intelectual y material del asesinato de Franco, al regidor Alejandro Aguilar Martell, quien negó ser un prófugo de la justicia, porque ninguna autoridad lo ha requerido. A través de sus redes sociales, dijo ser “un hombre de bien, incapaz de lastimar a nadie. Menos a mis amigos. Lo que buscan es dañar mi prestigio”, al ventilarse que la policía la buscaba sin reposo. Aseveró estar consternado por lo que sucede, por lo que ayudará a aclarar el homicidio. “No olvidemos que hace unos meses, al estar en campaña, nuestro amigo Jesús Franco sufrió un atentado. También fueron secuestradas algunas compañeras regidoras. Con tristeza, además de lo que hemos pasado, ahora también buscan ensuciar mi persona. Gente de Tancanhuitz, ustedes me han visto crecer. Puedo decir que mi conciencia está tranquila. Soy inocente de lo que se me acusa en medios amarillistas. Los recientes sucesos, nos han dejado lastimados y con mucho miedo”.
“Pedimos justicia, queremos seguridad y paz para nuestras familias y que los responsables paguen. Hoy una madre llora a su hijo, una hermana perdió a su cómplice de aventuras, una familia extravió un pedazo de su vida y la ciudad un amigo”. Resaltó que la anoche anterior, la casa de sus padres, fue violentada por presuntos agentes de la Guardia Civil Estatal. Les rompieron los vidrios, cámaras y el sistema de seguridad. “Tememos por nuestras vidas. Dios le de calma a Tancanhuitz, a todos nosotros, en momentos de tormenta”. El Código San Luis dijo que según un boletín de la fiscalía local, fue arrestado el ex diputado local panista y ex alcalde de Tancanhuitz, Manuel Aguilar Acuña, alias “El Kippy”, por sus presuntos vínculos con el homicidio de Franco Lárraga. La captura se hizo en la madrugada del lunes. Fue detenido y sujeto a las investigaciones de rutina. No se explicó la causa del atentado.
“Se confirmó que otro de los principales sospechosos del asesinato, es un regidor en funciones del mismo ayuntamiento, que es buscado por la autoridad, ya que anda prófugo. Franco perdió la vida la noche del domingo a los 32 años, luego de ser acribillado en su camioneta, junto con su secretario particular y dos amigos más, después de las 19 horas, sobre la carretera Valles-Tamazunchale, a la altura del ejido Palmira. Aguilar Martell, autor intelectual y material del crimen, huyó después de ejecutar a Franco, junto con su tío, Manuel Aguilar Acuña. Las autoridades consideran que el hecho forma parte de una disputa interna en Morena, ya que el regidor pertenece a la dinastía de los Aguilar Acuña, una familia política que ha ocupado la alcaldía en múltiples ocasiones».
«En la búsqueda participa la Guardia Nacional, Guardia Civil Estatal y Policía de Investigación, que rastrean a Aguilar Martell en San Luis y entidades vecinas. Es hijo de José Guadalupe Aguilar y la ex diputada local y actual regidora de la capital, Limbania Martell Espinosa. La fiscalía reúne pruebas para esclarecer el motivo del asesinato y encontrar a los responsables». San Luis al instante difundió que también es hijo de la regidora Limbania. “Ambos son militantes de Morena. Fueron beneficiados en términos políticos, por los jerarcas, el actual diputado federal, Gabino Morales Mendoza y la presidenta del partido, Rita Ozalia Rodríguez Velázquez, hermana de la secretaría de gobernación, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, ambas del municipio huasteco de Xilitla”.
Según sus informantes, Aguilar Acuña, “ya había amenazado de muerte a Jesús Eduardo Franco Lárraga. Trató de controlar el presupuesto público de Tancanhuitz y, de hecho, logró colocar a una empleada doméstica de la familia, de nombre Leydi Reyes Martínez, como regidora, a pesar de no vivir en el municipio. El asesinato del presidente municipal y otras tres personas, cometido en la noche del domingo 15 de diciembre en la carretera Ciudad Valles-Tamazunchale, ha expuesto lo agusanado que se encuentra el partido Morena en San Luis Potosí”. Publicó una fotografía donde Aguilar Martell aparece con Gabino Morales, el diputado local, Carlos Arreola y el delegado de la secretaría del bienestar, Guillermo Morales. Incontables lectores dudaron de las apresuradas y certeras pesquisas, que no hacen juntos la CIA ni el FBI. Como en otras indagatorias ordenadas por Gallardo, temen que se trate otra vez de chivos expiatorios.
La dirigente estatal de Morena, Rita Ozalia Rodríguez, agradeció la postura fraterna de la presidenta nacional del partido, Luisa María Alcalde, quien, a través de un breve comunicado, lamentó “el luto, por la pérdida del compañero Jesús Franco Lárraga. Seguiremos de cerca y con mucho interés, el curso de las investigaciones que lleva a cabo la fiscalía local, para esclarecer el artero crimen y ofrecer justicia al ex edil, sus familiares, amigos y compañeros, a quienes enviamos un abrazo solidario. En Morena refrendamos nuestro compromiso para construir un país pacífico y el rechazo a todo tipo de violencia”. Rodríguez recordó que Franco creyó en el proyecto de la presidenta Claudia Sheinbaum. “Su deseo fue ayudar a la gente. Una tarde de diciembre que comimos tamales, me dijo: siempre será bien recibida, hay mucho por hacer”. Rita Rodríguez exigió a las autoridades, “llegar hasta las últimas consecuencias y dar con los responsables”. Las rápidas indagatorias de la fiscal Manuela García Cázares, se fracturaron al sostener que sus agentes buscaban sin reposo a Aguilar Martell, cuando, sin ambages, publicó en sus redes sociales, que no estaba escondido, sólo presa del terror que invadió al municipio.
Luego el diario Reforma, que suele usar Gallardo para atacar a sus detractores, publicó a que además de Aguilar Martell, también está implicado en el crimen de Franco, su padre, el ex alcalde, José Guadalupe Aguilar Acuña, al que se le encontraron en su rancho, rifles de alto calibre y un leopardo en cautiverio. En su casa del centro histórico, “había elementos que podrían estar ligados al homicidio”. Se dijo que José Guadalupe Aguilar Acuña, fue detenido en la colonia Residencial del Parque, en la capital potosina, durante un operativo policial. Entonces apareció su esposa, la regidora de la capital de Morena, Limbania Martell Espinosa. Denunció que su familia ha sido violentada y sufrió ataques políticos, al acusar sin pruebas, a su hijo, Alejandro Aguilar, Con los mismos métodos, fue detenido su cónyuge. Ignora dónde se encuentra. Si fue la policía u otros grupos, los que lo arrestaron, cuando se trasladaba, con una de sus hijas, sobre en la avenida Chapultepec, en San Luis. Exigió a las autoridades no echar en saco roto, sus reclamos, para evitar que un inocente llegue a la cárcel, por tapar errores o hechos de otras figuras que desconoce.
Teme por su vida, ya que sus casas en la huasteca, fueron cateadas sin orden judicial y destruidas las cámaras de seguridad. Solicitó a la dirigente estatal de Morena Rita Ozalia Rodríguez, no los deje solos. Defienda el legado del tabasqueño Andrés López Obrador. Confía en que la presidenta Claudia Sheunbaum, no permitirá se cometa una injusticia. Hizo responsable de lo que suceda a su persona y familia, a la titular del DIF de Tancanhuitz, Carmen Franco Lárraga, hermana del edil caído, por encabezar las amenazas en su contra. Y llevar al municipio a cárteles delincuenciales. Expuso que al momento del homicidio, juntos con sus hijos, se encontraban en San Luis. Las cámaras de las casetas en las carreteras de cuota, corroboran sus dichos. Sin precisar si fue la policía, indicó que han entrado y salido en su domicilio de Tancanhuitz «a sus anchas». Aprovecharon para sembrarles armas e inculpar a su hijo y esposo. Si fuera cierto, no quitan las cámaras de vigilancia ni van ni vienen sin restricciones. Destacó que su domicilio está rodeado por integrantes del crimen organizada, que también amenazaron a una litigante que la defiende, hospedada en el hotel de la empresaria Margarita Viñas.
En su página de Facebook, la presidenta estatal de Morena, Rita Ozalia Rodríguez, recibió múltiples reclamos de la militancia y simpatizantes, donde exigen que el caso de Franco Lárraga sea atraído por la Fiscalía General de la República, ya que desconfían de las facciosas investigaciones ordenadas por Gallardo Cardona. Erika Guerrero propuso, “ojalá que las pesquisas las lleve la FGR y no le den carpetazo. Franco merece justicia, el pueblo necesita saber la verdad, por qué quitaron a un gran líder del camino”. El mismo planteamiento hicieron Rigoberto Rodrigo Guzmán Noval y Laura Camacho. Federico Linares Carranza, dijo, “a la Guardia Civil del Estado, hay que tenerle miedo”. Ernesto Torres aseveró que era una lamentable pérdida. “Les encargo a los del Verde Ecologista”. Enrique Méndez Rubio estableció: “el gobernador Ricardo Gallardo, según él, ya resolvió el caso”. Pablo García expuso: “mientras el Verde siga en el poder, San Luis no se compondrá. Y si la presidenta Claudia Sheinbaum no les pone un hasta aquí, todo seguirá peor”. Federico Linares Carranza precisó que estar cerca de los verdes, aterroriza. Feliciano Santos indicó que los del verde, hacen lo que se les antoja, como en Tampomolón Corona. Juana Laura Castanedo fue más exigente al destacar: “la familia de los acompañantes muertos, queremos justicia. Morena nos la debe, nuestros jóvenes confiaron en su movimiento y perdieron la vida. Ya dejen de estar como los avestruces y demuestren que vale la pena confiar en ustedes”.
Por las deficientes indagatorias, un juez determinó que Manuel Aguilar Acuña, “El Kippy”, fuera liberado, ya que la fiscalía no aportó pruebas suficientes para acusarlo como probable autor material del asesinato de Franco Lárraga y tres de sus acompañantes. Siguen vigentes las acusaciones contra su hermano, José Guadalupe Aguilar Acuña y su sobrino, Alejandro Zúñiga Martell. En una primera ronda de votaciones, para elegir al relevo de Franco, se impuso con 4 de 7 sufragios, la regidora de Morena, Gloria Guadalupe Felipe Avitud, pero un belicoso grupo de inconformes, identificados con la presidenta del DIF, Karen Franco Lárraga, hermana del edil sacrificado, exigieron que fuera designada la regidora de Movimiento Ciudadano, Olga Karina Luna Flores, quien solicitará la proteja el gobierno estatal. Ignora si la puedan quitar por surgir de una doble contienda.
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