López Obrador asegura que el cambio de régimen será pacífico

21 marzo, 20186:56 pmAutor: La NoticiaCapital Noticias

El precandidato a la presidencia de la república de la coalición “Juntos haremos historia”, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que México necesita cambiar el régimen corrupto, de injusticia y privilegios que subsiste. Ante cientos de simpatizantes que se congregaron en la Plaza de los Fundadores el 9 de febrero, les dijo que no lo mueve la ambición de poder, dinero, ni la lucha por un puesto. Sólo aspira a transformar y sacar al país de la pobreza, miedo, la inseguridad y violencia.

Después de hacer una breve reseña de los movimientos sociales que han ocurrido en la república desde la independencia, guerra de reforma y revolución mexicana, donde destacó el despliegue de potosinos ilustres como Ponciano Arriaga, Camilo Arriaga y Librado Rivera, precisó que es necesario un cambio por la vía pacifica, sin violencia, con la ayuda consciente y organizada de la gente.

Ante simpatizantes y seguidores que coreaban su nombre y le llamaban presidente, López Obrador expuso su plan para cambiar al país. Prometió acabar con la corrupción y la impunidad. Cortar el copete de privilegios que hay en el gobierno, como los grandes sueldos de funcionarios y las pensiones de los ex presidentes. Poner en marcha un plan de austeridad y con los recursos que se obtengan, reactivar la economía e impulsar el desarrollo.

Aseguró que la corrupción es el principal problema del país. Se debe combatir por rezones de índole moral y recuperar el dinero que se va por el caño. Según datos del Banco Mundial, asciende a un billón de pesos cada año, lo que equivale al 20% del presupuesto en el país, que es de 5 billones 300 mil millones de pesos. Con cálculos más conservadores, anotó, si el costo de la corrupción por año fuera del 10% del presupuesto, es decir 500 mil millones de pesos anuales, no hay banda de delincuentes en el mundo que robe tanto, el peor de los ladrones es el político corrupto.

Con tales recursos y los que se obtengan del plan de austeridad que implementará, contempla bajar los sueldos de los altos funcionarios a la mitad y eliminar todos los privilegios que gozan ahora. Como es el caso de las pensiones de los ex presidentes que ascienden a 5 millones de pesos, cada uno, al mes, con lo que se podrá financiar el desarrollo del país, sin necesidad de aumentar los impuestos ni contratar deudas.

“En los 6 años no se aumentará el iva. No se cobrará en alimentos y medicinas, tampoco habrá incrementos al impuesto sobre la renta. Ni gasolinazos ni más préstamos. El ex mandatario Vicente Fox dejó la deuda en un billón 700 mil millones, llegó Felipe Calderón y la subió a 5 billones 200 mil millones de pesos, con un aumento de 200%. Con Enrique Peña Nieto alcanzó los 10 billones de pesos”.

Calificó de un abuso las pensiones que reciben los ex presidentes, que no tienen los ex  mandatarios en ninguna parte del mundo. Señaló que la prestación no se contempla en la ley y solo es un acuerdo que firma el que llega porque sabe de los beneficios. Reiteró que venderá el avión presidencial que dejó Felipe Calderón. Lo recibió y usa Peña Nieto, que costó 7 mil 500 millones de pesos. No tiene uno similar el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Mencionó además que el gobierno federal cuenta con 54 jets. En 10 años, que abarcan el sexenio de Calderón y 4 de Peña, se han gastado 100 mil millones de pesos en compra de más aviones.

Prometió rescatar el campo, fijar precios de garantía y otorgar subsidios a los productores. Fortalecer la economía nacional y el mercado interno para generar trabajo remunerado. Afirmó que por la corrupción de 40 años, en México no se han construido más refinerías. Las 6 que se tienen operan al 35% de su capacidad, por lo que se tiene que recurrir a la compra de 600 mil barriles de petróleo para atender la demanda del país, que es de 800 mil barriles anuales. “La compra de los combustibles es un negocio de 500 mil millones al año,  que manejan los de la mafia del poder, que son huachicoleros, con licencia para robar”. Habló de construir dos nuevas refinerías, una en Campeche y otra en Tabasco. A mitad de su gobierno, se producirá la gasolina en el país, con lo que se abaratarán los precios de los combustibles.

Le dará atención especial a los jóvenes. Garantizar su derecho al estudio y trabajo. Le otorgará becas a 300 mil estudiantes de preparatoria y universidad de familias de escasos recursos económicos y se emplearán a 2 millones 300 mil muchachos como aprendices, que serán capacitados en talleres, empresas y comercios con un sueldo de 3 mil 600 pesos mensuales que cubrirá el gobierno.

Añadió que las víctimas de la violencia que se vive en México, donde se cometen 70 homicidios diarios, en su mayoría son jóvenes, que ante la falta de oportunidades, se van con la delincuencia. Su programa para el sector lo sintetizó en una frase: “becarios sí, sicarios no”. López Obrador les dijo a los maestros que cancelará la mal llamada reforma educativa, que no tiene nada que ver con mejorar la enseñanza. Junto a los maestros y padres de familia, firmará un acuerdo para enfatizar la calidad, sin afectar los derechos de los mentores. Se acabaron las privatizaciones, no se tocará el Seguro Social ni el ISSSTE, se hará efectivo el derecho a la salud, que se consigna en la constitución. Se habrán de mejorar los salarios de los doctores y enfermeras. La pensión a los adultos mayores se duplicará y será universal. Se incluyen a los discapacitados.

El precandidato de la coalición Morena, Partido del Trabajo y Partido Encuentro Social, aseguró que su movimiento es amplio, plural e incluyente, donde se respeta la libertad de creencia, por lo que nunca va enfrentar costumbres, tradiciones y religiones. Le dijo a sus seguidores que no les iba a fallar ni a traicionar al pueblo, pues no quiere pasar a la historia como el ex presidentes Antonio López de Santa Ana, que vendió la mitad del territorio. O como Porfirio Díaz, el dictador que esclavizó  al pueblo y entregó sus bienes a los extranjeros.

O Victoriano Huerta, el chacal que asesinó al apóstol de la democracia, Francisco Madero. Menos Carlos Salinas de Gortari, padre de la desigualdad moderna y autor intelectual de la llamada política neoliberal, que derivó en la inseguridad y la violencia. “No voy a ser como Felipe Calderón, que se robó la presidencia y para legitimarse de manera irresponsable le pegó un garrotazo al avispero, declaró la guerra al narcotráfico y convirtió al país en un cementerio. Peña siguió con lo mismo. Yo no voy a mancharme de corrupción como Peña Nieto. Voy a seguir el ejemplo de Benito Juárez García, Francisco Madero, Lázaro Cárdenas del Río, el de un potosino de nuestro tiempo y un ejemplo, Salvador Nava Martínez”.

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