Las fugas de aguas negras en el Tanque Tenorio, pueden generar olores fétidos, infecciones en la piel y problemas mayores por el gas metano que se respira
17 abril, 202411:41 pmAutor: Oralia Guzmán MendozaCapital Destacada Municipios Noticias
El ambientalista Ramón Ortiz Aguirre, sorprendido, dijo que en febrero, la empresa Aguas Residuales del Tanque Tenorio, al vencerse el contrato, dejó sus tareas en lo inmediato. Por la magnitud del proyecto, debió negociarse para darle continuidad a las obligaciones. Y si ya no eran viables las condiciones económicas para la firma o el gobierno estatal, establecer condiciones para volver a licitar el manejo de la planta. Dijeron que sólo iban a dejar a cuatro trabajadores. El secretario de gobierno, José Guadalupe Torres Sánchez, informó que ya había otra firma, que se encargaría de manejarla. “Es ATT, creímos que era una telefónica. Con otros amigos, la buscamos en internet y nunca apareció. Es preocupante porque ya existe retorno de aguas negras hacia Las Mercedes, avenida Seminario y otros lugares, por la falta de un despliegue adecuado. Ante el derrame, se nota que no han podido recibir el caudal, tienen cerradas las compuertas, el agua no pasa o existe alguna falla en los tanques, en el tratamiento primario”.
“Es un problema delicado, porque hay efectos serios para la salud. La gente recibirá contaminantes como las bacterias Ecoly, con las aguas negras que se expanden, olores fétidos, molestias y enfermedades en la piel. Lo más preocupante es la presencia del gas metano que se genera en el proceso de tratamiento. Hay materia orgánica que se descompone en el metano, que se almacena en la planta, donde se quema. También debe existir un control del gas cloro, que es fundamental para el tratamiento de las aguas. Los volúmenes que se usan son considerables. No es la misma cantidad que se utiliza en Los Filtros, en una planta potabilizadora o en el tanquecito de un pozo. El gas cloro en grandes volúmenes es muy peligroso. Puede causar daños en la salud. Cuando se pierde un tanque de 50 kilogramos, entra Protección Civil a bloquear carreteras para rescatarlo, ya que puede originar serios problemas. Pero en el Tanque Tenorio sería catastrófico, ya que las autoridades municipales anteriores, han permitido se urbanice la zona cercana, cuando debe existir un área protectora. Dieron cambios de uso de suelo y permisos para construir, por lo que hay espacios habitacionales alrededor”.
“Otro efecto es que si le faltan los 450 litros por segundo que necesita la Termoeléctrica de Villa de Reyes o no les gusta la calidad del agua que les llega, pueden cerrar las llaves de paso. Se establece en el contrato y empiezan a arrancar los pozos que tienen para extraer la misma cantidad, lo que causará un daño a la capital, Querétaro y Guanajuato. No pueden dejar de generar electricidad. Desde que se hizo el convenio, se vigiló que los pozos no se clausuraran, ante el riesgo de la falta de agua por causa mayor, sabotaje o falla en la planta, podrían generar luz sin contratiempos. Si ya ocurrió lo previsto, es algo muy peligroso. No van a detener los pozos de un día para otro. Si ocurre, volverán a extraer agua del acuífero en una época donde existe una gran demanda de agua potable. Si se afecta al acuífero, es preocupante. Nos han dado los datos a cuentagotas. Queremos saber el plan de la Comisión Estatal del Agua. Lo que dirá el titular, que no es ingeniero, es litigante. No importa si se rodea de asesores competentes”.
“El gobernador Ricardo Gallardo ya declaró que no está informado de manera cabal. Dijo que se iba a potabilizar el agua del Tanque Tenorio. Equivale a volverla apta para el consumo humano. Se tratan las aguas negras. Es triste que se vaya a la picota el trabajo de muchos años en una capital con la zona metropolitana, con un altísimo nivel al tratar más del 62% de las aguas residuales. Lo ideal sería negociar con la empresa madre, Degremont, ampliar las bases del convenio, ya que hizo un trabajo efectivo. Si al estado no le convenía en lo económico, finiquitar el acuerdo, pero dar margen para otro concurso, con un proceso transitorio, donde la firma le explique a los nuevos, los capacite para que le sigan. Todo se enredó. Dice la CEA que el organismo operador de agua potable y alcantarillado, Interapas, le debe 200 millones de pesos. Es extraño, ya que nos cobran a los ciudadanos cada bimestre el saneamiento. ¿A dónde se va el dinero?”.
“Si el problema no se atiende, va a crecer la contaminación de los suelos y las aguas subterráneas. Mientras los canales no se entuben, tendremos enfermedades de las vías respiratorias y cutáneas. Alguien se la puede tomar, ya que en Soledad y centro histórico, hay gente que tienen norias, de donde se abastecen. Trato de entender a las autoridades estatales y municipales, pero no puedo. Hay improvisaciones tremendas. Se refleja en las direcciones. Las aguas negras llegan al tanque, pero no sabemos si es tratada toda o se habrá de acumular. La planta del Tanque Tenorio estaba destinada para limpiar mil 100 litros por segundo de aguas domésticas y uso industrial. El plan era complejo. Inició en el sexenio de Fernando Silva Nieto. Como director de la CEA, me encargó hacer las proyecciones, con todo el cuidado posible y detalles. Elaboramos el trazo ejecutivo que iba a resolver el manejo de las aguas residuales de San Luis y otros estados”.
“Es un trabajo que lleva años construirlo. Hay que aforar los canales de aguas negras. Hacer estudios topográficos. Implementar trazos para ver de dónde viene y llega el agua al tanque, que ya existía. Es un cuerpo que empezó a recibir aguas del rio Españita a través de los canales de aguas negras. Creció en una superficie mayor a las 200 hectáreas. Nos metimos al diseño. Había que imaginar un tratamiento primario y secundario. Uno para dotar de agua a los agricultores. Recordemos que todas las aguas negras y sus canales, tienen una concesión que les otorgó el presidente de la república, Manuel Ávila Camacho a los ejidatarios. Poseían desde antes las zonas de cultivo y hay que respetarlas. Pero les íbamos a dar agua de calidad. El segundo punto era el sector industrial, para evitar que ya no sustrajeran agua del subsuelo. La primera empresa que se visualizó fue la termoeléctrica de Villa de Reyes, que se ubica en el valle de San Francisco”.
“Entonces extraían 500 litros por segundo, lo que causaba un fuerte abatimiento en el acuífero, que está interconectado con el valle de San Luis. Es por lo que tenemos fracturas, por tanto sacadero de agua. El plan se concibió para que la termoeléctrica recibiera 450 litros de agua tratada por segundo. Las negociaciones se hicieron con la directiva de la Comisión Federal de Electricidad. Sus técnicos revisaron las bases de la propuesta. Vieron la calidad que se podía aportar. Nos fijaron parámetros particulares de descarga. Se concibieron las bases del concurso y se licitó la obra. Hubo varias empresas y se actuó de manera transparente. Aunque no falta alguien que encuentre errores. Se contrató al Servicio Panamericano de Seguridad para salvaguardar las bases. Un comité revisó los requisitos. Resultó ganadora la firma francesa Degremont, con amplia experiencia a nivel mundial. Es un consorcio que tiene a Suez, la que construyó el Canal de Suez, con la ley de drenajes en la época del emperador Napoleón Bonaparte”.
“Tienen un conocimiento profundo, con obras en todo el orbe. Nos tocó negociar con Banobras las aportaciones del gobierno federal a fondo perdido. Fueron trámites difíciles con el banco, ya que nos pusieron muchos requisitos. Estaba al frente Felipe Calderón, quien vino a San Luis a firmar los convenios de aceptación al Hostal del Quijote. Fue una gran ventaja para el estado. Si otras entidades querían hacer un trabajo semejante, tendrían que invertir cantidades millonarias muy elevadas. El estado hizo algunas inversiones, que pudieron ser más onerosas, en caso de no conseguir los beneficios. No nos alcanzó el tiempo para echarla andar, porque hubo cambio de gobierno. Le entregamos todo a Marcelo de los Santos. Incluso el fideicomiso que se elaboró con Banco del Bajío y Banorte para que nadie metiera las manos. Entonces se trazaron los acueductos, hicimos las estaciones de rebombeo, los tanque regularizadores de caudal y el agua empezó a llegar a Villa de Reyes”.
“Hay otros acueductos de la zona industrial que no se han surtido todavía, porque no se han abierto los contratos. Pero es una alternativa más para obtener agua. Se respetó a los ejidatarios de Los Gómez, Libertad, Soledad y algunos pequeños propietarios que se beneficiaron con agua que recibió un tratamiento primario. Es urgente activar la planta del Morro que no se alcanzó a desarrollar. Apenas se sentaron las bases. Marcelo de los Santos se lo dejó a su relevo, Fernando Toranzo, que no hizo nada. Se la botó a Juan Manuel Carreras que la dejó intacta. La fracción geográfica recibe las aguas negras en pleno siglo 21, cuando existen las mejores tecnologías del mundo. Pero vamos como los cangrejos, para atrás. El ayuntamiento carece de plantas de tratamiento, pero hay fraccionamientos que ya las tienen. Se deben exigir cuando solicitan el cambio de uso de suelo, impacto ambiental o factibilidad de agua. Pagan una cuota por mantenerlas. También cubren otra al Interapas, como sucede en Villa Antigua, Campestre y Club de Golf la Loma. En Cactus, el Grupo Tres Naciones hizo una pequeña planta. La entregó al ayuntamiento, que nunca la operó. Las usan para regar las áreas verdes. O se inyecta al drenaje, al que ayudan a mejorar”.
“Se quejan de que Escalerillas, Mesa de Conejos, Insurgentes y Tierra Blanca, tiran las aguas negras en la presa San José. Pero no hacen una planta tratadora. Entubaron una parte que llega al río Santiago. En la etapa del alcalde Octavio Pedroza, tuvieron una pequeña planta en Escalerillas, que no funcionó. Nunca la echaron a andar. Se robaron la bomba y los cables. A nadie se le ocurre recuperarla. Al edil Enrique Galindo, que tiene mucho tiempo en campaña, no lo he visto que haga una planta de tratamiento o que genere un plan de saneamiento. Sólo reparte pipas de aguas a las colonias y no se da abasto. Entre el municipio y gobierno estatal, existe una guerra por el agua. Las víctimas somos los ciudadanos. Dijeron que el magnate Carlos López Medina había entregado al cabildo Aguas del Poniente. Luego que no. Después aprueban que se formará la directiva de agua potable, alcantarillado y saneamiento. Fue de donde surgió el Siapas, ahora Interapas. No entendemos el berenjenal. ¿A quién le reclamamos la falta del líquido? ¿Al Interapas, a la nueva directiva, Aguas del Poniente, Comisión Estatal del Agua o Comisión Nacional del Agua?”.
“Gallardo dijo que construyó la presa del Peaje, aunque sólo realizó unos arreglos. Y refirió algo peor: que iba a garantizar la demanda los próximos 100 años. La reserva del Peaje sólo sirve para abastecer el 9% de los ciudadanos. El 30% de los pobladores se iba a surtir del Realito, que resultó un tremendo fracaso, un monumento a las corruptelas. Ahora en tiempos de sequía, dicen que van a arreglar la cortina, que le compete a la Conagua. Pretextaron que no había unas laínas especiales que se venden en Europa. Hubiera salido más barato, construir un nuevo acueducto que reparar el actual mugrero, que cada rato falla. Es patético que las autoridades no miren las necesidades reales del pueblo. Sólo buscan el interés político. Se contradicen en el pleito hídrico. Luego se meten con la universidad autónoma, donde hay gente muy valiosa a la que agarran como escudo. Hay que cancelar el contrato del Realito. Tener una asesoría legal, completa, porque se hizo con cláusulas amañadas para surtir el agua. Aunque no llegue, el gobierno les paga. La gente es la afectada”.
“El convenio lo hizo la llamada herencia maldita. Entonces que agarren a Toranzo y Carreras, junto con sus directores de la CEA, para que expliquen, cómo establecieron las tarifas, por qué pagamos tanto y no se puede cancelar el convenio. El presidente de la república, le ordenó a Gallardo, lo resolviera y no hizo caso. Hay otras fuentes de agua que no se aprovechan. Está la Cañada del Lobo, una pequeña presa para contener las altas bajadas pluviales para regar una zona inferior que ya no existe. Antes abasteció la capital muchos años, a través de un acueducto que partía de la Sierra de San Miguelito, llegaba a la primera caja rectangular del Santuario. Los lava coches dañaron la concha en la que se sostenía. Seguía otra pileta donde los aguadores, cargaban sus depósitos y la vendían en las casas. También se deslizó a la Conchita que se ubica en Fernando Rosas y Calzada de Guadalupe, donde la gente se abastecía. Luego llegó a la Caja del Agua, el símbolo de la ciudad. El canal terminó en una fuente de la Alameda. Es un torreoncito que se ubica frente al cine”.
“Ahora que hacen obras frente al mercado Tangamanga, el alcalde Galindo se espantó porque encontraron restos de un acueducto. Si existe la Cañada del Lobo con agua, mucha se evapora. ¿Por qué no hacer una pequeña planta potabilizadora y surten a Tierra Blanca, San Juan de Guadalupe e Himno Nacional? Levantar la contra presa de La Constancia, donde existen restos de la cortina que se reventó el 15 de septiembre de 1933. Llegó a almacenar 4 millones de metros cúbicos. No lo hacen porque afectarían intereses de fraccionadores. Cuando estuve en la CEA y era alcalde Xavier Silva Staines, ingeniero petrolero, juntos hicimos el proyecto para la cortina. No nos alcanzó el tiempo, ya que nos dedicamos a elaborar plantas tratadoras. Se puede almacenar agua y conectarla a la línea que viene a Los Filtros. Al final del eje 140, en la comunidad de Arroyos, hay otra presa que se usa para riego y el pequeño poblado. Sirve para controlar avenidas, impide se inunde la zona industrial. Se puede instalar una pequeña planta tratadora y meter agua a la zona urbana”.
“Se necesita que los encargados de las dependencias, se bajen de las suburbuan y carros híbridos, caminen y se metan al cerro. Con los avances tecnológicos, con los satélites o drones, se pueden explorar otras alternativas. Los millones de metros cúbicos que se pierden en las épocas de lluvias en el río Santigo, es debido a que no existe otra cortina de presa. Se tiene que asentar en dos cerros. El único lugar para hacerla es la presa de La Constancia. El agua que escurre, llega a la Tinaja, donde se pueden realizar inyecciones del líquido con represitas. Hay muchas técnicas, le dan un tratado, construyen pozos de absorción y se regresa el agua al subsuelo. Algunos pozos se perforan ahora a 800 metros. En la zona del Morro, en el interinato de Gonzalo Toribio Martínez Corbalá, se perforó un pozo a mil metros. Dio más de 100 litros por segundo. Tenía como propósito, conocer lo que los geólogos llamamos columna litoestraférica. Es decir, que existe en las rocas donde se puede almacenar agua. Se encontró el acuífero libre, el semi confinado y otro profundo confinado. Ignoro si le han dado mantenimiento”.
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