La sistemática negativa de Ruth González sobre su patrimonio individual

20 octubre, 202511:56 pmAutor: Juan Pablo Moreno GuzmánCapital Destacada Municipios Noticias

La senadora por San Luis Potosí, Ruth Miriam González Silva, ha evitado por todos los medios, hacer pública su declaratoria patrimonial. Incumple uno de los principios básicos de transparencia que exige la Ley de Responsabilidades Administrativas. Las omisiones se agravan por los múltiples señalamientos de uso indebido de recursos públicos para promover su imagen con fines electorales.

A través de la solicitud de transparencia folio 350030300015725, se le solicitó, confirmara si ha presentado su haber patrimonial. También se le pidió una copia o explicara las razones por las cuales no está disponible. La respuesta fue evasiva. Indicó que los datos “se encuentran en la Plataforma Nacional de Transparencia”, acompañada de un instructivo. Sin embargo, tras seguir el procedimiento, no aparecen en ningún apartado visible, completo o parcial. Las mismas respuestas ya habían sido entregadas en al menos dos solicitudes previas, lo que demuestra una práctica sistemática de obstaculizar el derecho a informar.

La senadora está obligada por ley a presentar lo que tiene al inicio del cargo, las modificaciones anuales y conclusiones. Debe enunciar ingresos, bienes, propiedades, inversiones y conflictos de interés. Aunque puede reservar ciertos datos por seguridad, su existencia y exhibiciones son públicas. La falta de cumplimiento puede derivar en ser inhabilitada, sanciones económicas o incluso procesos administrativos y penales.

Según el Manual de Remuneraciones 2025, el sueldo neto mensual de un senador en México es de 131 mil 700 pesos. Ruth González Silva ha declarado que sus actividades proselitistas y entrega de apoyos, “salen de su salario”. Sin embargo, se ha documentado que utiliza una camioneta Mercedes-Benz blindada con escoltas, viste ropa de diseñador y joyería de alta gama. Realiza giras por todo el estado donde entrega apoyos que, por su escala y frecuencia, no podrían financiarse con su sueldo. Asimismo, se le relaciona con propiedades y negocios boyantes, como un edificio ubicado en Cuauhtémoc 933, una residencia en Club La Loma, valuada en más de 7 millones de pesos y salones de belleza.

En su currícula no menciona experiencia previa en la iniciativa privada, actividades empresariales o trayectoria profesional fuera del servicio público. Antes de llegar al senado, fungió apenas como presidenta del DIF municipal de Soledad y luego a nivel estatal, donde hizo negocios millonarios en compras fraudulentas para las despensas que reparte con criterios clientelares. En teoría, ambos cargos son honoríficos. No se le conocen negocios propios, ni fuentes de ingresos adicionales, que expliquen la rápida suma de bienes y servicios.

Además de los lujos personales, se ha documentado que González Silva se apoya en infraestructura de la Junta Estatal de Caminos y la Secretaría de Desarrollo Social y Regional, para entregar obsequios a través de giras política que se traducen en actos de campaña anticipada. Usa recursos públicos con fines personales o partidistas, lo que prohíbe la ley.

La ciudadanía cuestiona ¿de dónde provienen los millones de pesos que sostienen su estilo de vida y constantes campañas?, ¿por qué se niega a transparentar su patrimonio?, ¿quién patrocina sus ambiciones políticas?

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