La amenazan de muerte por no pagar cuotas
7 enero, 201910:04 pmAutor: Elida Mendoza VillanuevaCapital Destacada Noticias
Por no pagar cuotas, el pasado 4 de noviembre, la líder del Movimiento Acción Revolucionaria y Campesina, Marcela Alicia Galarza López, junto con miembros de la mesa directiva, su esposo y hermana, irrumpieron por la madrugada en el domicilio de la comerciante Rosa Maldonado de la Cruz. El esposo de Galarza, Hugo Enrique Martínez, con pistola y machete en mano, intentó derribar la puerta de acceso. Como no lo logró, rompió la tela y vidrios de la ventana de la recámara donde dormían sus hijos, que lograron refugiarse junto con su madre en el baño, ante los estruendos. Martínez amenazó con violarla y matarla. Galarza secundó a su cónyuge, destruyó macetas, vidrios y objetos que se encontraban en la cochera. Amenazó con asesinarla. “Te voy a matar hija de tu chingada madre, que muertas hay todos los días”. Los vecinos despertaron ante los gritos de auxilio de Maldonado. Llamaron a la policía y evitaron una lamentable tragedia.
Los agentes le dijeron a la afectada que no podían detener a Galarza y su equipo porque no los habían encontrado en flagrancia. Maldonado los confrontó. “¿Entonces tienen que esperar a que me mate para hacer algo”. El jefe de los uniformados le dijo que solo podía ofrecerle su número de celular. Si ocurría otro incidente, iban en cinco minutos. La quejosa mostró los daños y algunos videos donde los agresores golpearon a los vecinos que la defendieron, las amenazas de ser ultrajada y exterminada. Los hechos ocurrieron en la calle Provincia de Cádiz número 229, en el fraccionamiento Misión de los Ángeles en la facción de Rivera. Maldonado explicó que a las dos de la mañana, Galarza, Martínez, Loreto Azanza Monroy y Nóe Sánchez, sus vecinos, luego de estar en una fiesta del cumpleaños de la dirigente, bajo el influjo del alcohol y drogas, llegaron a su domicilio e intentaron derribar la puerta a patadas.
“Los golpes eran tan fuertes que me levanté. Fui por mi teléfono que se encontraba en el baño. Lo que me ayudó a no recibir un machetazo de Hugo Martínez por la ventana de mi cuarto, donde rompió los vidrios, quería matarme. No alcanzó tampoco a mis hijos de nueve y cuatro años, que se pararon asustados a seguirme. El señor gritaba vulgar que se iba a meter a cogerme, hacer lo que me gustaba porque yo era una puta, me iba a chingar para después matarme. Hablé al 911, no hubo respuesta porque las líneas estaban ocupadas. Los vecinos me ayudaron o no hubiera contado lo que pasó”. Después abandonó casa y colonia.
Maldonado refirió que sus amigas le advirtieron no ir a la fiesta de Galarza, que tenía el propósito de “chingarla”. Tampoco quedarse en el domicilio, donde la iban a buscar. Cuando su agresora se enteró que era comerciante, ya que vende artículos por catálogo, como colchas y joyería de plata, le pidió cuotas. Se negó y fue amenazada. La afectada se refugió en la casa de una amiga. Pero Galarza y Martínez mandaron a dos de sus hijos a estacionarse al frente. Uno se bajó del vehículo, sacó un marcador y escribió en la ventana “te vas a morir”. Golpearon la puerta, que intentaron derribar. Se fue al baño, esperó hasta la seis de la mañana y pidió un taxi para irse.
Interpuso una denuncia en la procuraduría por el intento de violación, homicidio y daños a la propiedad ajena. Pero el ministerio público Héctor Aldasoro Guzmán solo aceptó amenazas, desestimó las pruebas de los mensajes, grabaciones y llamadas registradas. Señaló que no iba con ropa rasgada ni golpeada. Ante la insistencia de su agresora de afectarla, le mandaron vigilancia policiaca para que estuviera más tranquila. Algunos ministeriales la acompañaron a sacar sus objetos personales. Galarza le dijo sin recato que había logrado el objetivo de correrla. El lunes, cuando llevó a su hija al kinder, se topó con la señora Janeth Sánchez Quintero, que se hace pasar como enferma de cáncer. Es subordinada de Galarza. “Me dijo que le bajara de huevos, porque iba a valer madre en caso de no retirar los cargos. Agarré mi moto y partí”.
Antes de la hora de salida, le avisaron que la buscaban dos hombres en un carro rojo. Le pidió a un avecina fuera por su hija. En las redes sociales filtró que si algo le sucede, culpa a Galarza, acostumbrada a intimidar a los afiliados que se niegan a cubrir las aportaciones. “Todo lo que tiene es a base de robos”. Amenazó al señor Horacio Rodríguez y sus dos hijos, por haberla ayudado. Pedirá que lo corran del Interapas. Lo mismo hará con su ex pareja, Fernando Ríos, que labora en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. “Miente cuando dice que la ataca, sólo acude a la colonia a visitar a su hija. Instaló cámaras para vigilarme”.
La quejosa afirmó que “Galarza ha defraudado mucha gente que calla, por miedo. Les vendió terrenos que se ubican en el camino a Cerro de San Pedro con documentos falsos. Nunca los entregó. Tampoco reparte los materiales para construir que le facilita el gobierno estatal. Los usó para hacer su casa. Con el dinero que obtiene de manera ilegal, se hizo cirugías estéticas. Exige 3 mil pesos por adelantado y mil por semana. También se apodera de viviendas vacías del Infonavit que luego renta. Un joven buscó quemarle sus aposentos porque lo defraudó con lotes. Había estado preso e hizo la lucha por tener un patrimonio. Cuando se enteró que era un engaño, que no tenía escrituras, no pudo reclamarle. Buscó vengarse, pero lo detuvieron. Por sus transas a Galarza le rompieron los vidrios de su camioneta y le balacearon el domicilio. Fue gente inconforme con su proceder. Dice que es licenciada, dejó trunca la carrera de enfermería”.
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