La avaricia sin límites del gobernador Ricardo Gallardo Cardona ha provocado que cometa errores inverosímiles, que acentúan su negro historial delictivo. Pareciera que no ha aprendido nada en un camino lleno de baches y reveses. Ahora, con la muerte de una mujer en la rueda de la fortuna que opera en la Feria Nacional Potosina, la que califica como la más segura y grande del país, sus ahijados le reclaman contratar a empresas chafas, barateras, que cargan en su expediente, más tragedias registradas en otras partes del país, donde han prestado sus deficientes servicios, como es el caso de la firma Atracciones La Roca, que suplió por las sempiternas Atracciones García , que tenían costos mayores, pero en los años que figuraron como proveedores, no dieron mayores problemas.

A Gallardo se le puede aplicar el contradictorio axioma, “lo barato sale caro�, ya que necesita cada peso sobrante para cubrir la carísima nómina de los artistas que contrata y paga con la pobre hacienda estatal. No le importa dejar sin ingresos a los burócratas y jubilados, que casi mata de hambre, después de tres años de abusos laborales y dejarlos sin prestaciones médicas. Como son fondos que se gasta sin estar programados, es sospechoso de “lavar dinero� de entes oscuros y peligrosos. No aprendió nada de las dos muertes y varias decenas de lesionados en el antro Rich, donde por sobrecupo y la venta de bebidas alcohólicas sin control, se generó el incidente que tuvo alcance internacional. Sus colaboradores, el director de gobernación, José Concepción Gallardo Martínez y el titular de protección civil, Mauricio Ordaz, fueron señalados de emitir dictámenes falsos que garantizaban un orden irreal.

Otra vez Gallardo y su equipo cercano se vuelven a equivocar. Si hubieran sabido que un niño tenía en sus manos la integridad física de miles de usuarios a través de una máquina inestable, al menos pudieron reaccionar de manera incidental. Aunque prometió no dejar en el desamparo a los familiares de la víctima, preocupado por las pingues ganancias que le arroja la macro cantina, arbitrario, sin consultar a la ciudadanía, sin respetar una tradición de varias décadas, molesto porque las lluvias han estropeado los dividendos, cambiará la Fenapo a mayo. Ya no se efectuará en agosto, aunque el 25 se festeje a San Luis, rey de Francia, que originó múltiples festejos conmemorativos.

Gallardo repite su conducta atrabiliaria. También desapareció el nombre del bulevar Antonio Rocha Cordero, un ícono en la cultura del PRI, para generar el llamado Circuito Potosí, para honrar la marca de sus tequilas y rones que oferta en la Fenapo, como marcas exclusivas. Lo mismo que las aguas minerales embotelladas. Nada se escapa a la voracidad extrema del contratista grupero número uno de la entidad. Uno de sus móviles es el temor extremo a que no pueda dejar como relevo a su cónyuge, Ruth González, como ya le adelantó la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, que tiene como predilecta a la próxima secretaria de gobernación, Rosa Icela Rodríguez y tal vez al magnate huasteco, Gerardo Sánchez Zumaya, quien asegura, meterá otra vez a la cárcel a Gallardo, por ratero.

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