En la escena del crimen
19 septiembre, 202510:10 pmAutor: Julio Alfredo Ceballos AlonsoCapital Colaboradores Noticias Opinion
“Quien no sabe lo que busca, no reconoce lo que encuentra…â€.
El concepto Escena del Crimen, la podemos definir como el lugar donde se cometió un delito. Abarca la ruta de acceso, núcleo, ruta de escape y área circundante.
Ahora bien, si la escena del crimen es la zona donde se cometió un delito, se trata siempre de una o varias plenamente identificables en lo fÃsico. Además, se debe circunscribir a un espacio determinado, delimitado y debidamente medible o al menos calculable. Si la escena del crimen implica un delito, asumiremos que bajo el principio de Intercambio de la CriminalÃstica, “siempre existirá un flujo de materia fÃsica entre el autor, la vÃctima y la (s) escena (s) del crimenâ€.
Si en la escena del crimen existÃa una ruta de acceso y escape del autor, implica identificar los puntos y buscar rastros, indicios y pruebas.
Existe en la escena del crimen “tÃpicaâ€, un núcleo donde los rastros, indicios y pruebas son más fáciles de identificar, para un ojo entrenado.
El área circundante es un lugar de “precaución†para los investigadores. Significa que cuando creÃmos haber definido y buscado de manera correcta, resulta más prudente buscar más allá de lo evidente. El investigador de la escena se puede topar con muchas sorpresas.
Quiero aclarar que existe alguna controversia respecto al término escena del crimen y es la siguiente. Entendamos al “escenario†como lugar. No podemos confundir la “escena†y darle el mismo valor. Al hablar de escenario, se puede establecer que se trata del sitio de los hechos o del hallazgo. Pero siempre el concepto hace referencia al lugar, y por el contrario, la “escena†se refiere al mismo hecho, al momento en que se desarrollaron los motivos de las investigaciones.
Sin embargo, las definiciones que luego encontramos sobre los términos a que se hace referencia, pueden atender a la manera en que las diversas legislaciones los establezcan o un asunto práctico, no por lo mismo correcto.
El lugar de los Hechos. Primera etapa de investigación. Por elemental que parezca, advierten los profesores José Antonio y Miguel Lorente Acosta, no debemos olvidar nunca que en el laboratorio, sólo se estudia lo que se envÃa. El análisis se inicia sobre el indicio que se recibe, no sobre el que se manda, por lo que si durante el trayecto o el tiempo transcurrido, se altera. Será sobre la evidencia que inicia el trabajo. Si el indicio no se junta, por falta de un adecuado estudio del lugar de los hechos, el resultado final será como si no hubiéramos tenido indicios, lo que afecta por completo el proceso judicial.
Por tales razones se puede afirmar que el éxito de las pesquisas, depende, en gran parte, del trabajo desarrollado en el lugar de los hechos, que comprende protegerlos, la búsqueda, localizaciones, fijaciones, escritas, fotográficas, planimétrica, levantamiento y embalaje de los indicios. Hay que tener siempre presente, que constituyen la prueba cientÃfica del delito. A nuestro juicio, el más importante y seguro de los medios de prueba que contempla la legislación penal moderna. Estar atentos siempre a guardar la “Cadena de Custodiaâ€, para que no se pierda valor procesal.
“Es mejor no excavar a hacerlo con errores, ya que las fallas cometidas, son irreparablesâ€, sabio principio de arqueologÃa, aplicable también a la CriminalÃstica de Campo. Primera etapa de las investigaciones. No se debe tocar, cambiar o alterar objeto alguno, sostiene Le Moyne Snayder, hasta que se encuentre identificada, medida y fotografiada. Recordar que cuando algo ha sido removido, no podrá ser restituido a su postura original.
A su vez, Jorge Silveyra, expresa lo mismo. “Siempre se recordará que un objeto que haya sido movido, no podrá ser puesto de nuevo en su lugar originalâ€. Sobre lo anterior, se desprende que es fundamental vedar la zona de los hechos, respetar a la vÃctima y mantener intangible cuanto le rodea. Su examen se verifica según la forma del suceso y las condiciones del lugar. Las indagaciones técnicas siempre están en concordancia con el tipo de delito y las circunstancias en que se cometió.
El lugar de los hechos es tan valiosa fuente de informes, siempre y cuando sus aguas no hayan sido contaminadas. Como un libro lleno de vestigios materiales, relata la historia de las infracciones cometidas, cuya veracidad depende de que se haya respetado el principio criminalÃstico de proteger la escena del crimen. Observación. El papel que desempeña en las pesquisas criminalÃsticas es fundamental, ya que permite encontrar los indicios o testigos mudos que no mienten, cuyo diligente y adecuado examen hace posible señalar al autor o autores del ilÃcito penal, como las reconstrucciones. El éxito depende, por lo tanto, del cuidadoso examen de la escena del crimen en busca de indicios, objeto propio, formal y determinado del estudio de la criminalÃstica. Es decir, hallar el “material sensible significativoâ€, relacionado con los hechos investigados, también denominados, “evidencias fÃsicasâ€.
En tal virtud, saber observar el “lugar de los hechosâ€, resulta indispensable. Recordemos que solo encuentra el que sabe lo que busca. Observar es mirar atentos algo para conocer sus caracterÃsticas. Conviene tener presente que en una hora de trabajo metódico y al aplicar las reglas de las observaciones cientÃficas, a saber, las hipótesis expresas y manifiestas, que sirvan de guÃa al investigador, puede resolver lo que parece en principio un enigma.
En suma, las observaciones pueden ser completas, exactas, metódicas y descriptivas. Intencionadas, porque se hace con un fin determinado. Ilustrada, porque va guiada por un cuerpo de conocimientos. Cuan cierto es el siguiente concepto de Guillermo Marañón, el famoso médico y polÃgrafo español. “La verdad no está sólo detrás del experimento, también en la simple y fecunda observaciónâ€. Cuando los hechos se observan directos y se descubren con exactitud, se incorporan a la eternidad de lo creado. Pavlov (1849-1936), concedÃa extremada importancia a la capacidad de observar en el trabajo cientÃfico. La consideró una de las cualidades más valiosas del hombre de ciencia. En tal sentido, es muy significativo que por indicaciones suyas, se grabase en grandes caracteres en la fachada del edificio del laboratorio de la ciudad cientÃfica de Koltushi: “espÃritu de observación y más espÃritu de observación…â€. Cajal, con frecuencia repetÃa, “observar sin razonar es tan peligroso como razonar sin observarâ€.
La observación es nuestra mayor herramienta intelectual, como todas, susceptible de enmohecerse. Necesitada de continuas reparaciones y sustituciones, pero sin la cual, serÃa casi imposible labrar honda brecha en el duro bloque de lo real…â€. **Visión Panorámica de la Investigación CriminalÃstica. Doctor Rafael Moreno G. **La Medicina y nuestro tiempo, Espasa Calpe. España 1957. **Le Moyne Snayder, investigación de homicidios, Editorial Limusa, 1982.



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