El litigante Arturo Fernández considera al motivador Gabriel Salazar, un delincuente de cuello blanco

8 septiembre, 20219:08 pmAutor: Paola Moreno GuzmánCapital Noticias

El litigante Arturo Fernández Tovar lamentó el tortuguismo con que ha actuado el fiscal Federico Garza Herrera, para resolver la demanda por fraude que interpusieron más de 50 ahorradores que fueron engañados por el dueño del Grupo Infiniti, el también motivador Gabriel Alan Salazar Soto, que con engaños de darles un 10% de intereses mensuales por sus inversiones, les arrebató el patrimonio de una vida de trabajos y sacrificios. Destacó que el infractor se mueve a sus anchas por la capital, opera en la céntrica avenida Carranza, sin que las autoridades ministeriales se atrevan a llamarlo a cuentas. A más de un año de aportar elementos de prueba, los afectados exigen lo requieran en términos judiciales, para infundirle temor y pague con alguna de las múltiples propiedades que esconde a través de prestanombres.

Fernández estableció que están cerca de “judicializar el adeudo. Tuvimos un acuerdo con el director del área de delitos patrimoniales Raúl González López y con el sub fiscal Edmundo Aarón Castro. Me indicaron que trabajan en todas las denuncias, checan las que vayan a la par, lo que no estoy muy de acuerdo. No es mi estilo pelear con la procuraduría o fiscalía, quiero imaginar que estamos en el mismo lado. No soy un iluso, nos dicen que ya se giró el citatorio para el demandado Gabriel Salazar Soto. No tenemos un domicilio muy cierto, porque el señor se cambia constante de casa. Cree que puede librar la acción de la justicia. O lo hace por las constantes manifestaciones donde le gritan que es un ladrón. Lo que no le gusta a los vecinos, que le piden, se largue a otra parteâ€.

“No le ayuda en nada mudarse de casa, salvo que tampoco le guste pagar la renta. Lo llamaron a cuentas en el último lugar donde logramos ubicarlo. Se supone que es la parte final de la carpeta de investigación, por lo que creemos que ya está a punto del cierre y el juez gire las órdenes de arresto correspondientes. Es mucho el decremento patrimonial que causó a tantas personas. ¿Dónde ubicó el dinero escondido?, solo Gabriel Salazar lo sabe. Pero tiene con qué responder, sabemos que posee varias propiedades. Algunas las debió poner a nombre de otras personas, con los famosos prestanombres. Confiamos tener resultados muy pronto. La fiscalía debe ponerse las pilas. Ya pasó mucho rato en integrar los expedientes. Entiendo que es un asunto complicado, más de lo que en un principio pudiera vislumbrarse, pero ya tenemos una teoría del casoâ€.

“Les dije cómo hacerle, ya que no habían entendido dónde estaba el fraude. Les di todos los parámetros legales para que pudieran entender el engaño. Como había un contrato civil, no encontraban el enredo, cuando el documento era el sustento de la transa. Salazar presumía tener el permiso para servir como operador financiero, lo que es falso. Se necesita un seguro que lo avale, de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Secretaría de Hacienda e incluso de la Unidad de Inteligencia Financiera, para saber el manejo del dinero que recibe del público. No por el hecho de que exista un contrato civil, significa que está dado de alta, para ser un intermediario. Debe contar con las especificaciones que marca la ley federal de inversiones, donde se establecen todos los requisitos. Les dije que no obstante el convenio, lo que se concretó fue una estafaâ€.

“El avance ha sido lento, la fiscalía debe activar más rápido las piezas de la carpeta de investigación. Nos preocupa que Federico Garza ya se va, duerme tranquilo y el asunto se quedó atorado. Lo relevan funcionarios de más abajo, como el licenciado Raúl González, que se ha prestado a escucharnos y ayudarnos. Salazar tenía algunas empresas que si funcionaban, como Grupo Infiniti, conformada por 20 filiales, de las

cuales sólo funcionaron 4. Las demás fueron una patraña para atrapar más gente. Alardeó que era dueño de medio México para lograr jugosos rendimientosâ€.

“Otra que también activó fue Invercop, una de seguridad y otra donde vendía uniformes policiales, pero funcionó muy poco tiempo. Tuvo una de limpieza, con la que hizo enjuagues, coludido con la ex secretaria de salud, Mónica Rangel. Se conocen por el papá biológico de Salazar, el litigante Carlos Cano Zuart, que manejó la contabilidad de algunas dependencias estatales. Es el que conecta a los dos personajes, que tuvieron acuerdos por cantidades millonarias. Seguro que salió a deber muchos favores. Nos dijo que tenía el respaldo de funcionarios importantesâ€.

“No sabemos si mantenga los respaldos, ahora que habrá cambio de gobierno, lo que debe preocuparle. La forma de engaño que usó Salazar no es nueva, ya se había visto antes. Captó el interés de algunos a los que entrega el interés del 10% pactado de las inversiones, lo que genera una ola de crédulos que hablan de las elevadas tasas. Invitan a otros, se hace una cadena. Pero se complica devolverles los intereses. La mentira se acaba con el alcance expansivo. Entonces el defraudador vuela lejos, Salazar se quedó en San Luis porque no tiene a dónde ir. Lo identifican donde se paraâ€.

“Tendrá que responder con las propiedades que tenga. Aunque muchas las oculta a través de ventas ficticias o de prestanombres. No es bruto, solo ladrón. Tiene astucia para cometer fraudes, es innegable, pero carece de moral y de principios. Desde el inicio, puso las propiedades a nombre de otras personas. No se pudo gastar todo en viajes o en el camino de rosas que le puso a su hija y esposa. Hemos conseguido ciertos resultados, no son suficientes, pero nos hizo algunos pagos. Le embargamos dos inmuebles que debemos sacar a remate. En lo penal, queremos que se judicialice. Cuando mire que es serio el tema, se va a espantar y pagarnos. No se animará a enfrentar sentencias por cada asunto presentado en la fiscalía. En total tiene cerca de 200. Hasta ahora no ha captado la magnitud de sus robos. No sabe lo grave que son. Se atiene a que lo van a proteger en el gobierno estatalâ€.

“Asume una personalidad mesiánica. Todos deben rendirle pleitesía aunque los afecte. Considera que gastarse el dinero ajeno no es delito, aunque los perjudica. Una vez dijo que la causa es porque le salió mal un negocio. Suele suceder con una taquería, que fracasa. La línea es muy delgada. Pero es diferente cuando el changarro es falso. Se puede gastar un millón de pesos en un local de ropa que nunca abrió. Pero el dinero se gastó, se configura el fraudeâ€.

“Sabe que la regó, no le iban a alcanzar los recursos para pagarles a todos, con intereses. Además, ya no había dinero, porque se lo gastó. En un alarde de poder, el señor se paseaba como rico, con lujos. ¿Cómo fue que le creyeron y se dejaron impresionar por un tipo que les vio la cara de tontos? Hay gente muy impresionable, que todo se cree. Se llama teoría de la víctima propicia. Compran un Audi en 80 mil pesos, modelo 2018. Saben que algo no funciona. Imaginan lo fácil, la persona lo vende porque necesita el dineroâ€.

“Pero el carro vale 600 mil pesos. No escuchan la vocecita que les dice no atontarse. Deciden adquirirlo y resulta que es robado. Se excusan en decir que confiaban en el vendedor. Se enganchan solos. En el caso de Gabo Salazar, muchos lo entrevistaban como un dios. No es posible, carezcan de un mínimo de inteligencia, para no darse cuenta que había un engaño atrás de todo. Los expertos financieros alertan que no debieron meterse si carecía de los permisos legales. Ninguna empresa puede ofrecer el 10% de intereses. Es para desconfiarâ€.

“El interés bancario es del 7% anual y Salazar oferta el 10% mensual. Hay que ser muy crédulo para no darse cuenta de la trampa. Salazar se dedicaba a engañar. Es incomprensible cómo la gente se dejó impactar por su estilo de vida. No es posible que de la noche a la mañana, suba tan rápido en la escala económica. La inteligencia financiera no hizo su trabajo, no se dio cuenta y no reaccionó. Se conjugaron varios factores. Buscó la excelencia, ser el más fregón del mundo en ventas, agarró de todo un poco para

hacerse un traje como si fuera un hombre maravilloso y emprendedor. Lo único real es que se convirtió en un gran defraudador. Si hubiera invertido en las empresas que formó, pudo lograr mejores rendimientos y llegar más lejos de forma honestaâ€.

“A las autoridades no les ha interesado mucho el asunto. No obstante las manifestaciones en contra de Salazar en Carranza, Reformas y otras avenidas importantes, todavía hay crédulos que lo defienden. No comprendo los análisis que hacen para darle el respaldo, cuando le vale el daño que causa. Carece de temor para determinar que hay un peligro latente. Tiene un problema en el lóbulo frontal, no funciona de manera adecuada. Se llama ataraxia, otros dirán que es cinismo. Tampoco anda a salto de mata, ya se hubiera ido de México. Se le mira feliz por todos ladosâ€.

“Se le puede considerar un delincuente de cuello blanco, un defraudador, con el permiso, negligencia y apoyo del gobierno estatal. Confiamos en que el atraco no tenga las mismas consecuencias que hubo con la Unión de Crédito Regional, donde resultaron afectados miles de ahorradores y no hubo responsables. No se aplicó la justicia. Hubo complicidad de las autoridades con los maquinadores. Gabriel Salazar opera con absoluta libertad en Carranza, una de las calles más céntricas de la capital. Roba a sus anchas al juntarse con políticos y diputados. No sabemos si todavía tiene nexos con la ex candidata de Morena a la gubernatura, Mónica Rangel, quien lo colmó de contratos sin concurso en la etapa que fue secretaria de saludâ€.

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