El gobernador Ricardo Gallardo pinta al vilipendiado Circuito Potosí o Rocha Cordero, al que le invirtió cerca de 200 millones de pesos, como una obra magna. Pero a los pocos días, tuvo hundimientos y baches. Culpó a su socio y prestanombres, el diputado federal, Alejandro Segovia, de los percances.

En la misma ruta, construyó un fraudulento puente atirantado, que tasó en casi 20 millones de pesos, que pudo cobrar dos veces, ya que lo incluyó en los costos iniciales del carril. Ya anunció otros dos puentes más, uno se ubicará en Circuito Potosí Oriente y Calle 71, al que le puso un costo de 367 millones de pesos. Alardeó haber comprado 5 mil focos lead para iluminar los 43 kilómetros reparados.

Ahora resulta, según el fotógrafo Luis Fernando Leal Beltrán, que compró, fiel a su estilo, luminarias chafas, para obtener mayores ganancias. El publicitado carril luce semi oscuro y peligroso, por las incontables unidades que se han fundido. La estafa salió a flote de nuevo.

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