Se difundió el mensaje del fiscal general de la república, Alejandro Gertz Manero, informando la presentación de una denuncia recibida en la dependencia, suscrita por “Emilio L�, quien en realidad es Emilio Lozoya Austin, antes director de Pemex en el gobierno de Enrique Peña y que ahora se encuentra vinculado a un proceso penal por los delitos de uso de recursos de procedencia ilícita, asociación delictuosa y cohecho, en su calidad de autor material y naturaleza dolosa.

La denuncia fue presentada el 11 de agosto en contra de quienes eran sus jefes, Enrique Peña Nieto, ex presidente de la república y Luis Videgaray, ex secretario de hacienda, los que le ordenaron recibir y repartir dinero, organizar los sobornos utilizados para  financiar la campaña del 2012 y la compra de votos en el congreso para aprobar las reformas estructurales en materia energética.

En la denuncia de Emilio Lozoya -de acuerdo con el mensaje de Gertz Manero- también se refirió a la empresa Odebrecht, de la que señala, recibió 100 millones de pesos a cambio de la asignación de contratos con Pemex. Señaló que el dinero fue utilizado en la campaña política de Peña Nieto para pagar a los asesores y otros gastos electorales, que también podrían impactar en la autoridad del titular del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova. Lozoya también hizo referencia a que durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, se privilegió el contrato de la compra de la planta Etileno XXI, la cual causó grave daño económico a la nación, aunque no especificó el monto.

Otro tema que trató Gertz Manero sobre la denuncia de Lozoya, se refirió a la compra de votos a los legisladores, en tres pagos: uno de 120 millones, el segundo de 84 y el tercero de 200 millones de pesos, para el soborno a un legislador y 5 senadores, para la aprobación de las reformas estructurales en 2013 y 2014. Según Lozoya, sus jefes Enrique Peña y Luis Videgaray, le habrían ordenado repartir los sobornos. También se mencionó que el dinero fue entregado a un secretario de finanzas de un partido político.

Como era de esperarse, la presentación de la demanda y la difusión que hizo Gertz Manero, causaron efectos semejantes a una onda expansiva que ha cimbrado a la clase política nacional, por el golpe certero que reciben Peña Nieto y Luis Videgaray, tanto en lo mediático como en lo judicial, por las graves acusaciones de corrupción que los impactan, lo mismo a las autoridades electorales, a los legisladores con la reforma estratégica en materia de energía y al mismo Felipe Calderón.

Los legisladores potosinos que votaron la reforma energética fueron los priistas José Everardo Nava Gómez, Esther Angélica Martínez Cárdenas, Óscar Bautista Villegas, María Rebeca Terán Guevara y los panistas Felipe de Jesús Almaguer Torres y Xavier Azuara, todos votaron a favor de la reforma de Peña Nieto. Se aclara que el diputado Jorge Terán Juárez del PRI, no aparece en las listas que haya votado, ni a favor ni en contra.

La misma reforma fue aprobada el 11 de diciembre por el senado de la república, donde participaron los ahora gobernadores Carlos Mendoza Davis de Baja California Sur, José Rosas Aispuro de Durango, Francisco Domínguez Servién de Querétaro, Francisco García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas y Martín Orozco Sandoval, de Aguascalientes, todos del PAN. Por parte del PRI, votaron a favor Omar Fayad, gobernador de Hidalgo y Claudia Pavlovich de Sonora.

En el caso de San Luis Potosí, tres senadores votaron a favor de la reforma energética, de Peña, Teófilo Torres Corzo del PRI y dos panistas, Sonia Mendoza Díaz y César Octavio Pedroza Gaitán. Los anteriores datos fueron consultados en la Gaceta Parlamentaria de la LXII legislatura.

Por el momento, debe quedar claro que los delitos mencionados y que tal vez involucren a tan distinguidos políticos, no han prescrito. Si bien se presumen inocentes las personas a las cuales se les atribuye un delito, no andan muy tranquilos. Los señalamientos de corrupción en los legisladores no son cualquier tema, como para no darles importancia, ya que es un asunto grave, que pone en tela de duda la honorabilidad de los legisladores.

Es una gran oportunidad para los ex senadores y diputados de esclarecer los hechos y afrontar las acusaciones. Sobre todo para los que pretenden se candidatos a gobernarnos. La onda expansiva que produjo la denuncia de Lozoya puede tumbar las aspiraciones de algunos, porque no tardarán mucho en sacarles sus trapitos al sol. Es cuestión de días para que los exhiban en público. mariaelenayrizararias@gmail.com

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