Con fraude, se impone en el comité municipal del PAN en Soledad, Heriberto Miranda

17 septiembre, 20199:09 pmAutor: La NoticiaCapital Colaboradores Municipios Noticias

El domingo 18 de agosto, en el PAN de Soledad, mediante un fraude maquinado, se impuso como presidente del comité municipal, al ex tesorero de la dirigencia saliente, Heriberto Miranda Palomo, que obtuvo 110 votos contra 72 que sacó el ex regidor José Cruz Paulín Rojas. Miranda es seguidor del diputado federal, Xavier Azuara Zúñiga. Miranda, junto con su antecesor y regidor del ayuntamiento, Gilberto García Castañón, sirvieron de vasallos a los ex ediles de Soledad, Ricardo Gallardo Juárez y Ricardo Gallardo Cardona. Hubo acarreo de votantes en autos particulares. La cargada del comité municipal y estatal resultó a favor de Miranda. Se dio la compra de votos, traiciones, urnas infladas, cuentas de votos que no cuadraron, una boleta de más. Inflaron una urna con 49 votos. Inequidad entre los aspirantes. Un padrón sin actualizar, donde aún aparecen muertos y militantes que hoy pertenecen a otros partidos. Incluso, algunos con el cargo de dirigentes. Una delegada del comité estatal con la camisita del candidato “oficial”.

Salió a relucir un PAN hundido en el olvido y fracturado. Su edificio es la prueba más fehaciente de la decadencia. El auditorio, sucio desde el piso al techo. Cada hueco lleno de telarañas. Los sanitarios sin agua e impregnados de un fuerte olor a orines y heces. La militancia se pregunta: ¿cómo le hará Heriberto Miranda para limpiar la casa y sacarla a flote, cuando no hizo nada en tres años como tesorero y presidente en funciones de su partido?. Le suman un recurso de impugnación sobre los resultados que interpuso en el comité nacional su oponente Cruz Paulín. En un expediente de 14 hojas dio cuenta de algunas chicanas que usaron para dejarlo fuera de la contienda.

Miranda fue impuesto por el quinteto que encabeza Azuara, la legisladora federal Josefina Salazar Báez, el diputado local Rubén Guajardo Barrera, el notario 23 y ex panista, Gerardo Zamanillo y el dirigente estatal, Juan Francisco Aguilar Hernández. El equipo intentó colar a Miranda con una planilla única, pero no pudo. Cuando el Tribunal Electoral del Estado determinó que Paulín debía competir, echaron a andar la maquinaria para derrotarlo. El comité estatal envió como delegada a la consejera nacional, representante ante el Consejo Estatal Electoral y titular del Instituto de Estudios Legislativos del congreso, Lidia Arguello Acosta. Instaló antes de las once de la mañana la mesa de registro de militantes. El ex diputado local Raúl Paulín Rojas, hermano de Cruz Paulín, intentó anotarse. Arguello no lo dejó, estableció que faltaba un minuto para iniciar. Algunos panistas exigieron al líder saliente, Gilberto García, rendir cuentas y diera el nombre del tesorero responsable del manejo de los recursos. Guardó silencio. Ante la insistencia, Arguello lo autorizó a contestar. Expuso que lo haría la próxima semana.

Después de las 12, Arguello pidió a la mesa de registro, el padrón de los que se apuntaron para participar en la contienda. Informó que la comisión estatal de procesos envió 307 boletas, que correspondía al padrón de militantes, de los que se registraron 139. Arguello dio el segundo golpe cuando advirtió a Cruz Paulín excederse 34 segundos de los cinco minutos que tenía para dar su mensaje a la militancia. Sería el mismo tiempo que otorgaría a su oponente Heriberto Miranda, que no duró más de tres minutos en el micrófono. Luego pidió a los candidatos nombrar a los escrutadores. El equipo de Paulín divulgó que la competencia estaba cerrada, que ganaría con cuatro o cinco votos de diferencia. Miranda y García parecían nerviosos.

En el siguiente punto, la asamblea eligió por mayoría, como aspirante al consejo nacional a Josefina Salazar y como representantes ante al consejo estatal a Agustín Leura González y María de Lourdes Juárez. Para entonces, el área de acceso al auditorio se llenó de jóvenes que llegaron con Óscar Sebastián Campos Amaro, representante de la comisión organizadora estatal en el registro de candidatos. Arguello, Acosta y García pasaron lista de mano a sus seguidores. Después Arguello inició la elección de la nueva dirigencia. Llamó por lista, casi sin parar, a los primeros delegados. La asamblea le pidió fuera más despacio. A la fila de los votantes nombrados se sumaron los que llegaron después y otros que se registraron más tarde y al mismo tiempo votaron, con el permiso de Arguello. El litigante José Hernández Chávez le advirtió que era ilegal. No tuvo caso abrir un registro temprano. Le recordó que se cerró con 139 delegados. Le respondió que si se podía.

En la aplanadora del PAN para imponer a Miranda, apareció un panista con credencial de San Luis Potosí. Arguello intentó aceptarlo al sostener que estaba en el padrón. Hernández aclaró que no puede registrase, menos votar. El aludido le arrebató al litigante la tarjeta y desapareció. Las votaciones no duraron más de una hora y media, pero fue tiempo suficiente para rellenar la urna. A las 3:15, Arguello cerró la contienda. “Alargó la asamblea para permitir que llegara más gente a registrarse y votar. Debió concluirla a las dos de la tarde”, replicaron algunos inconformes. Vino el conteo de votos. Se anuló una boleta. No explicaron el motivo ni la mostraron a la asamblea. Hubo 6 panistas que se apuntaron y ya no regresaron. Figuró la esposa del ex diputado local Pablo López Vargas, que se enojó cuando acudió a inscribirse y le dijeron que no venía en el padrón. López si estaba.

Aunque en el proceso se usó otro donde aún aparecen difuntos. El resultado final fue de 110 votos para Miranda Palomo y 72 para Cruz Paulín. Sobró uno. Se emitieron 49 más de los 139 que se inscribieron. Nadie vio tanta gente formada. Hubo boletas dobles. La prueba más fehaciente es la que sobró y Arguello no supo explicar. La salida más fácil fue otorgarla a Paulín. Sin contar el voto nulo que se esfumó. También hubo compra de votos para favorecer a Miranda Palomo. Se cotizaron a 500 y mil pesos. El saliente García Castañón en plena asamblea amenazó a un militante que dijo iba a votar por Paulín. Sin pudor, recorrió el auditorio para amagar que el apoyo era para Miranda. El diputado Rubén Guajardo trató de persuadir al tribunal electoral, para negarle el registro a la planilla de Paulín. Se supo que junto con Arguello, llegaron al edificio que ocupa el órgano.

El legislador llevó un maletín con dinero que le dio al magistrado Óscar Calixto Sánchez para que lo repartiera entre sus compañeros, que lo rechazaron. Dijeron que iban a actuar conforme a la ley. Aunque Miranda Palomo ganó con trampas, a los orquestadores Guajardo y Azuara los rechazan. No pudieron evitar que Paulín llegara a la competencia. Algunos inconformes sostienen que Guajardo vendió el PAN en Soledad a los Gallardo. Durante la contienda, un grupo de jóvenes se apostaron en la mesa de registro de los delegados, donde repartieron calendarios 2019 en los que aparece la fotografía de Guajardo. También colocaron carteles en los parabrisas de los automóviles. Usó a la ex regidora de Soledad, Luz María Mata Carrizales, que trató de impedir a la panista Rosario López, votar por Paulín. Le dijo que la asamblea se había terminado. Además recurrió a la ex secretaria del PAN, María de Lourdes Juárez, que acarreó al menos a 15 militantes a los que siempre vigiló de cerca.

La diputada federal Josefina Salazar le hizo creer al ex diputado local, Raúl Paulín Rojas, hermano de Cruz Paulín, dividir los votos para que ganara. Después que el tribunal electoral dio un revés a los conspiradores, la legisladora asentó que ya no podía retirar de la planilla de Miranda a su ayudante Leticia Arenas Narváez, que antes ocupó la cartera de promoción de la mujer en la dirigencia de Hilario Gómez Guzmán. Se comprometió no llevar otros seguidores a cambio de que los Paulín y su séquito votaran a favor su candidatura como consejera nacional de Soledad. Era lo que le faltaba para colarse por unanimidad. Pero no le cumplió a los Paulín. Salazar llevó a sus padres al acto. Su madre festejó cuando dijeron que Miranda sacó 110 votos y Paulín 72. También el asistente de Salazar, el consejero estatal, Manuel Castillo Arias, traicionó a los Paulín. Alardeó que en lugar de cruz, pondría un círculo en la boleta. Pero llevó a su esposa y un seguidor que se inclinaron por Miranda.

Se puso en la entrada para correr a los adversarios con el cuento de que había terminado la asamblea. Sus detractores dicen que muy pronto se sabrá que Castillo cobra en la Auditoria Superior del Estado y en el PAN estatal. Zamanillo Olvera fue decisivo para que no ganara Cruz Paulín. Antes se alió a Azuara y Guajardo Rojas. Le heredó los simpatizantes a su ejecutores Leonor Noyola y Gabriel Tudón Velázquez, actual dirigente del comité municipal del Partido del Trabajo, pero aún registrado en el PAN. Noyola le juntó a Miranda 16 votos. Anunció que su jefe buscará la alcaldía por el PT. Después del conteo que lo favoreció, Palomo se acercó a sus adversarios. Cruz Paulín le informó que impugnaría el proceso. El jueves 22 lo hizo ante la comisión nacional de justicia partidaria. En el documento citó algunas pruebas del fraude. Sabe que el dirigente Marko Cortés no le hará caso. No se va a confrontar con Azuara ni con Juan Francisco Aguilar. Los quejosos también llevarán su caso al Tribunal Federal Electoral.

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