Claudia Ortega, un terrible feminicidio en el olvido

6 diciembre, 201611:55 pmAutor: Capital Noticias

“En estos tiempos no se necesita un motivo, hoy por hoy un motivo es un estorbo para un asesino…Más aún, un impedimento…”

                                                           Julio Alfredo Ceballos Alonso

El sábado 12 de octubre entre las 00:30 y 01:00 horas recibí un mensaje por inbox mediante el cual se me informaba que en la colonia Valle Dorado se habían escuchado detonaciones producidas por arma de fuego durante aproximadamente tres minutos. Quiero aclarar que mi fuente es muy confiable y vecino de la colonia. Compartí esta información en mi muro de facebook para que los vecinos y gente que pasara por el lugar tomaran sus precauciones.
Quiero mencionar que los sucesos en los que intervienen armas de fuego, son dinámicos y pueden durar tan solo unos segundos. Es decir, los sujetos que accionan las armas viajan en automóviles muy veloces y potentes por lo que se desplazan en segundos grandes distancias, aunado a tal factor, la cadencia de las armas de fuego, tomando como ejemplo el popular AK 47 comúnmente conocido como “Cuerno de Chivo”, de uso común entre corporaciones policíacas y miembros del crimen organizado, que dispara munición 7.62 X 39, con una frecuencia de tiro de 600 disparos por minuto, en su versión automática, con un alcance efectivo de 302 metros en automático y cuyos proyectiles de desplazan a 715 metros por segundo.

Por lo que tomando los datos en consideración, el reporte con el que inicio mis comentarios se me hizo “muy largo”. La fuente refiere que escuchó las detonaciones por espacio aproximado de ¡tres minutos!. El mismo sábado 12 de julio a las 13:30 horas en mi perfil de facebook emití una “alerta” por medio de la cual hice del conocimiento público de que la noche del viernes (no pude precisar la hora) había sido levantada una mujer que tiene su domicilio en la calle de Diamante de la colonia Valle Dorado, a inmediaciones del lugar donde me reportaron las detonaciones por arma de fuego. También informo que el mismo día fue localizado el cuerpo de una mujer en terrenos del Parque Logístico, con visibles huellas de tortura y ultimada con disparos de arma de fuego. A la misma hora di a conocer que al parecer el cuerpo correspondía a la mujer “levantada” en la acera Diamante y que en vida respondió al nombre de Claudia Teresa Ortega.

Unas horas después di a conocer que el probable móvil del asesinato de Claudia Teresa Ortega era feminicidio. Cabe mencionar que mi alarmante noticia solo tuvo eco en amig@s y seguidores de mi biografía de facebook y de mi página cibernética. Aunque estuve al pendiente de que algún otro medio cibernético o tradicional que en su sitio de internet hicieran algún comentario al respecto, solo me topé con un muro de misterioso silencio. Pero tampoco nadie, ni autoridad ni medios, negaron la noticia. No obstante, estuve al pendiente de las redes sociales durante toda la tarde y la madrugada del domingo. Pero nadie hizo comentario alguno sobre mis informes. El sábado 12 por la noche, compartí mi siguiente estado en Facebook: ¡Y los mariachis callaron!

Y no me refiero a los profesionales y tradicionales músicos que identifican a nuestro país, más bien a las autoridades y medios informativos que han mantenido silencio absoluto acerca del último feminicidio. Perdón, se me olvidaba «el principio de sigilo y secrecía en las investigaciones criminales»(?) Unos minutos más tarde comenté, bueno dirá el procurador Federico Garza, que como no se ha interpuesto ninguna denuncia al respecto ante el ministerio público y si los familiares se presentaron ante la autoridad, seguro les contestaron: «necesita esperar 48 horas, seguro Ortega anda con el novio», como es su costumbre en casos similares. El domingo 13 de julio, a las 15:16 horas, el periódico Pulso, en su edición digital, publicó la siguiente noticia: “hayan muerta a mujer cerca del Parque Logístico. Tenía lesiones en el cuerpo”.

Y en el correspondiente reportaje informan que: «la Policía Ministerial del Estado investiga la muerte de una mujer encontrada en el camino antiguo a Santa María, debajo de las torres de la Comisión Federal de Electricidad, la cual presenta lesiones en diferentes partes del cuerpo, aunque se espera la necropsia para determinar las causas de la muerte y la identificación de la misma». Luego en el reporte se expuso que sobre la carretera 57, por el Parque Logístico de Villa de Reyes, se encontraba el cuerpo de una persona del sexo femenino por lo que de inmediato se trasladaron al lugar para verificar los hechos. Se encontró a una mujer de entre 25 y 30 años, complexión robusta, tez blanca, cabello largo color castaño, la cual está en calidad de desconocida. Iniciaron de inmediato las investigaciones correspondientes para conocer las causas de la muerte.

Al dar a conocer el periódico Puso de San Luis la localización del cuerpo de una mujer desconocida en el mismo lugar que yo indiqué más de 24 horas antes y de la quien también proporcioné la identidad, ya que respondió al nombre de Claudia Teresa Ortega, me pregunto si la intención de las autoridades era la de ocultar el homicidio. Ya he señalado que tal vez se trate de un feminicidio más. También me pregunto ¿qué hubiera pasado si no hago la denuncia pública del “levantón” de la calle de Diamante de la colonia Valle Dorado?. Di a conocer que una línea de investigación para las autoridades consiste en el hecho de que al parecer la víctima sostenía una relación sentimental con un integrante de un grupo de la delincuencia organizada con presencia en el estado. Se presume que el individuo es responsable de su asesinato. También facilité el dato de que Claudia Teresa Ortega vivía en la calle Diamante de la colonia Valle Dorado de donde habría sido ”levantada”. Era bailarina exótica del table dance Scorpions y que habría tenido serios problemas al denunciar de manera anónima un caso de trata de personas en tal antro.

Me parece extraño que no obstante haber proporcionado la identidad de la víctima, ninguna persona se haya presentado ante las autoridades a reconocer y reclamar el cuerpo. Lo cierto es que la hoy occisa presentaba huellas de tortura y lesiones producidas por proyectiles de arma de fuego. Una de las probables razones por las que las autoridades han tratado a toda costa que el feminicidio de Claudia Ortega no se haga público, es que preparaban una “versión institucional”, ya que San Luis Potosí, en octubre, está considerado entre los cinco estados más seguras del país. Y tales noticias deterioran su imagen. Además, se darían a conocer importantes inversiones en la próxima visita el presidente Enrique Peña Nieto. Es otra de las razones para evitar que se haga pública la incidencia de delitos graves. También son importantes los datos que me hicieron llegar, en el sentido de que las autoridades están en espera de que los familiares de Claudia Ortega acudan a identificar y reclamar su cuerpo para plantearles algunos “posibles arreglos”. Lo cierto es que con el nuevo feminicidio, la procuraduría vuelve a quedar exhibida ¡entre la incompetencia y la sospecha!

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