Corre el fuerte rumor que alguien ha vendido a San Luis Potosí en 400 millones de pesos y alguien a su vez, lo ha comprado. ¿San Luis Potosí puede ser vendido? ¿400 millones son suficientes? Les digo, no hay suficiente dinero en el mundo para comprarlo. La dignidad no está a la venta. Jamás nos vamos a arrodillar ante el centralismo, viva San Luis Potosí, San Luis de la patria. Daremos algunos datos para ilustrar quienes somos, los que constituimos el pueblo potosino. Nuestros padres y madres originarios fueron los huachichiles, uno de los pueblos indígenas que no pudieron someter los conquistadores españoles. La riqueza que generó en oro San Luis, fue de tal magnitud que acabaron bautizándolo Potosí, como el cerro de Bolivia, cuya riqueza nunca se acaba. El cerro que truena, dónde el oro nunca se acaba. El pueblo de San Luis es de una riqueza más allá del oro, dónde la dignidad no se puede comprar.

Juan Santiago, movilizó a los pueblos indígenas náhuatl y tének en la huasteca potosina, sublevaron a las comunidades años antes de que el cura Hidalgo llamara al levantamiento armado. Finales del siglo XVIII. Fue en San Luis Potosí dónde se trazó la ruta para seguir la lucha por la independencia, Miguel Hidalgo transitó por Salinas, Venado, Charcas, Matehuala y el altiplano potosino en su ruta al norte para abastecerse de armas. Anacleto Moreno en Tierra Nueva, Nicolás Zapata en Rioverde. Mariano Jiménez y Lanzagorta, en la capital potosina, fueron los primeros en conspirar, sublevarse y combatir contra el virreynato. Los frailes Juan Herrera y Villerías fueron apresados por los mismos motivos, el pueblo potosino acompañó la lucha. Principios de 1800.

Durante la invasión estadounidense, a mediados del siglo XIX, fue el pueblo potosino el que le plantó cara a los invasores gringos. Mariano �vila, el gobernador Adame y el pueblo jamás se rindieron ni aceptaron los tratados de paz, a pesar de que la capital del país fue ocupada y Santa Anna se dobló. Don Ponciano Arriaga fue el padre de la constitución mexicana de 1857, la redactó. Fue un liberal, federalista y republicano. Nacido del pueblo potosino, fue diputado y llegó a gobernar por encargo de Juárez, Aguascalientes y el Distrito Federal. Ponciano Arriaga fue el creador de la Procuraduría de Pobres, la institución anterior de las Comisiones de Derechos Humanos. Un abogado del y para el pueblo.

En San Luis Potosí fue instaurada la capital de la república mexicana durante las estadías del presidente Juárez, el pueblo potosino defendió nuestra soberanía frente al invasor francés. Juárez con guarniciones se pertrechó y con destacamentos, logró hacer frente a la invasión. El pueblo potosino le garantizó la resistencia nacional y republicana, se reorganizaron los poderes de la unión. Francisco Alcalde y Jesús González Ortega fueron garantes militares y políticos del orden.

El Plan de San Luis. ¿Hará falta decir más para ilustrar que fue San Luis Potosí la cuna de la revolución mexicana? Fue donde surgieron los Clubes Liberales que se opusieron a la dictadura porfirista. Juan Sarabia con su periódico El Demócrata y otros pensadores radicales, impulsaron la génesis de la revolución mexicana. Camilo Arriaga y Antonio Díaz Soto y Gama impulsaron el Primer Congreso Liberal en 1901, surgiendo el Partido Liberal Mexicano, con la consiguiente represión de la dictadura porfirista. Francisco Madero fue hecho preso en San Luis Potosí, su proclama era Sufragio Efectivo, no reelección.

Con el Plan de San Luis Potosí, Madero convocó al pueblo potosino y al pueblo de México a derrocar al dictador Porfirio Díaz y su mal gobierno. Dolores Jiménez y Muro, Librado Rivera y otras gentes emanadas del pueblo potosino, fueron los precursores de la revolución mexicana. Miles de peones encasillados y cientos de obreros fueron quienes empuñaron las armas y derrotaron a la dictadura. Fue en San Luis Potosí dónde se gestó el ideario intelectual y político del movimiento revolucionario que llegó a todos los rincones del país. El pueblo potosino fue la cuna ideológica de la revolución mexicana.

Fue el pueblo potosino el que derrocó a los caciques del PRI. El doctor Salvador Nava Martínez no hubiera podido solo, fue el pueblo potosino el que aglutinado echó fuera a Gonzalo Santos, a Carlos Jonguitud

Barrios y frenó a Carlos Salinas de Gortari al imponer al infausto e infame Fausto Zapata Loredo y Gonzalo Toribio Martínez Corbalá. El navismo fue encarnado por el pueblo potosino. Al grado que muerto Nava en 1992, el yerno, hijos y nietos, cómodos se montaron sobre el ataúd y reciben las canonjías que ahora el pueblo potosino no está dispuesto a mantener bajo ninguna consigna, porque la lucha la dio el pueblo potosino.

2021: Morena no ganó para Andrés Manuel López Obrador, San Luis Potosí en 2018, porque se equivocó de aliados, colocó al empresario Antonio Lorca, sobrino del gobernador Juan Manuel Carreras, como uno de los operadores, los otros, Leonel Serrato, Adrián Esper, hoy se disputan los restos y sobras en otros partidos. Abandonaron como chapulines a Morena, porque solo la usaron. El magistrado Juan Ramiro Robledo jamás se apareció. Amlo ganó en 2018, el dirigente estatal de Morena, Sergio Serrano, durmió el sueño de los injustos, dos años, en una plácida hamaca.

No creó estructura partidista, solo le interesó el ingreso mensual de un sueldo. Todos los personajes hoy rinden culto y pleitesía al PRI y al convicto Ricardo Gallardo, disfrazado de partido Verde. Hoy Morena, el partido del presidente, el que está en el poder, es asediado porque saben todos los grupos políticos que va a ganar la gubernatura de San Luis Potosí y todos los cargos importantes, ayuntamientos y diputaciones locales y federales. El cacicazgo de Sánchez Unzueta, la mafia del poder Pripanista, a fuerzas quieren seguir en el mando y han comprado con 400 millones de pesos, la candidatura de Morena en San Luis Potosí.

Justo cuando la izquierda tiene fuertes posibilidades de ganar, la mafia del poder que se ha adueñado de San Luis Potosí desde 1991, ahora se disfraza de Morena, luego de haberse enriquecido vestida de PRI. Después de PAN y de PRI de nuevo. A fuerzas quieren imponer a una priista que miente, roba y traiciona como candidata de Morena. No solo los simpatizantes y militantes de Morena la repudian, no la quieren, la detestan, la aborrecen, la deploran y la rechazan. El repudio es generalizado. Es el pueblo potosino el que no está de acuerdo en esta infame imposición. Es una afrenta. Más allá de Morena misma, es ya el pueblo potosino el que dice, no a las imposiciones. No a Mónica Rangel. No a Xavier Nava, porque no son del pueblo potosino.

Francisca Reséndiz Lara lleva en su Marcha por la paz, la legalidad, la dignidad y la justicia, que arrancó desde San Luis Potosí hacia la Ciudad de México, la carga de toda la congruencia, coherencia y razón histórica del pueblo potosino, que no acepta imposiciones, porque desdeñan su dignidad. Nos vulneran. Nos menosprecias. Es una mujer la que encarna al pueblo potosino. La acompañan las comerciantes golpeadas por Xavier Nava y los indígenas huastecos invisibles a la mirada del priismo, los jóvenes menospreciados y perseguidos por la mafia del poder en San Luis Potosí. Son los que se agregan. Conforme pasan los días y se avanza en los kilómetros, es el pueblo potosino el que camina hacia la Ciudad de México.

Le reprochan al centralismo, que se ha equivocado, se ha rendido en el pasado y ha sido el pueblo potosino el que ha tenido que defender la soberanía nacional, la libertad social y política y hoy lo hace con la verdadera transformación de México. En 2021, es el pueblo potosino el que está de pie, da la muestra y la lección al resto del país. No nos vamos a rendir, no vamos a claudicar ni vamos a permitir simulaciones. Los 400 millones no son suficientes para comprar al pueblo potosino. Un colimense o un tabasqueño o un ente extraño y desconocido, no van a decidir el destino del pueblo potosino ni del resto de México. Ni 400 millones ni todo el oro y dinero del mundo son suficientes para comprar la dignidad del pueblo potosino.

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