Gabino Morales, pendenciero y enemigo acérrimo de las mujeres

25 marzo, 20198:22 pmAutor: Juan Pablo MorenoCapital Destacada

Al super delegado en San Luis de programas integrales para el desarrollo, Gabino Morales Mendoza, se le puede aplicar el axioma de que en la política, la forma es fondo. Hay varios hechos que deben preocuparle al extremo. El castigo a sus derechos partidistas por 6 meses, no lo pudo frenar la dirigente nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, que antes se afanó en protegerlo en sus constantes patanerías. La Comisión Nacional de Honestidad y Justicia, que se caracteriza por su autonomía, analizó las quejas de violencia política y de género que presentó en su contra Martha Lisset García y Sarahí Esquivel Veloz sustentadas con fotografías, correos electrónicos, carátulas de face y videos. Lo menos que les dijo fue “putas”. En el balance de la denuncia, Polevnsky consultó al presidente estatal de Morena, Sergio Serrano, que avaló la querella con todas sus implicaciones. Mendoza y Serrano tejieron desde los prolegómenos del partido, una alianza de amistad y complicidades, que se rompió por el manejo faccioso del presupuesto. La última diferencia entre ambos se dio cuando Morales, sin ninguna facultad, quitó a García como representante de Morena ante el Instituto Nacional Electoral, donde la había colocado Serrano que ahora, cuando le preguntan de su otrora seguidor, sólo responde con voz seca: “es un traidor”.

Además de Serrano, institucional, Polevnsky avisó con tiempo a su jefe máximo, el presidente Andrés Manuel López Obrador, sobre el castigo que se le venía encima a su delfín en San Luis. Al arribar a la entidad, en su segunda visita como mandatario, al ser abordado sobre el tema, el tabasqueño resaltó que no era el motivo de su viaje. En de acto protocolario de Cedral donde anunció millonarias inversiones, el controvertido funcionario ya no estuvo en el palco de su benévolo mecenas, lo que despertó incontables suspicacias. Antes, en la plaza de los fundadores, defendió a Morales de rechiflas y descalificaciones por sus nocivas injerencias en la bancada del congreso. Ya se habla que en cualquier momento será removido del cargo, que ha usado de manera convenenciera. En lugar de sumar esfuerzos, se empecina en ahondar las diferencias con los grupos relegados. No tolera la cercanía de los operadores cercanos al senador Ricardo Monrreal, con el que tiene un pleito a muerte. Aunque lo invitó a su boda, trata con despotismo a los simpatizantes del senador Primo Dothé Mata.

A regañadientes, empezó a dialogar con los emisarios del diputado federal, Ricardo del Sol. El ex candidato a la alcaldía de Soledad, Juan Carlos Velázquez, le dijo que tenía 50 colaboradores para ayudarlo a levantar los llamados censos del bienestar. Pero que lo auxiliara con el pago, pues había quedado exánime por los gastos de dos campañas consecutivas. Le contestó que ya tenía sus propias brigadas y que no necesitaba más gente. En todo caso, le dijo que sólo le ayudaría con los costos de 10 personas. Velázquez, molesto, se retiró de las pláticas. Luego Morales anunció, intrépido, que en dos días había cubierto los domicilios de Cactus y Prados, dos de las colonias más pobladas de la capital. Nadie se tragó la mentira. Otra anécdota pinta la voracidad de Morales. En la etapa que fue presidente de Morena, en Valles, le solicitaron 50 mil pesos para contratar sillas, sonido, tapancos, mesas y comida para el cierre de Serrano que buscó ser gobernador.

Alegó que no tener fondos, sólo daría, si acaso, la mitad. Al poco tiempo, los organizadores denunciaron que se les adelantó a pedir factura por el monto total. Por sus constantes yerros, se estima que la caída de Morales es inminente. Se barajan como probables sucesores, las figuras que antes se manejaron para el cargo de super delegado. Uno es el empresario del ramo automotriz, Antonio Lorca, que descartan por ser sobrino político del gobernador Juan Manuel Carreras. Es fiel seguidor de Monreal. Su llegada acrecentaría las divisiones. Otro es el ex diputado local, Jaén Castilla, que manejó las redes magisteriales. Lo respalda la líder histórica Elba Esther Gordillo. Se habló del dirigente nacional de los magistrados administrativos, Juan Ramiro Robledo, que conoce de cerca de López Obrador, desde que buscó la gubernatura por el PRD, después que lo corrió del PRI el maximato Horacio Sánchez Unzueta. El que tiene mayores probabilidades es el notario 32, Leonel Serrato, ex candidato a la alcaldía de la capital y ahora coordinador metropolitano de programas integrales.

+++++

Los que conocen de antaño a Gabino Morales se atreven a elaborar un perfil sociológico, elemental, del controvertido personaje. Lo recuerdan a fines de los noventas en una colonia perdida del Saucito, con las uñas largas y negras. Casi vestía harapos. Desde entonces era agreste e introvertido, descortés en el trato. Se vinculó de manera fortuita y temporal a un organismo que pregonaba la teología de la liberación. Su vida cambió cuando conoce al sempiterno candidato a la presidencia de la república, Andrés Manuel López Obrador. Otro de sus protectores es el historiador y ex delegado de Azcapotzalco, Pablo Moctezuma Barragán. Lo sumó a la nómina donde rápido se ganó una negra fama al tratar con despotismo a los trabajadores. Morales fue acusado de aviador ya que en horario de labores, se le miró constante en manifestaciones públicas en la capital potosina. Lo definen como un mirrey a la inversa, un déspota sin ilustración, un lumpen de la política. Resulta extraño que  no obstante los escándalos mayúsculos que ha generado por el rechazo enfermizo a todo lo que suene a mujeres, López Obrador lo defienda con el débil argumento de que se trata de grillas y politiquerías.

Para sus incontables detractores, Morales ya cavó su tumba política. Su futuro inmediato es el que ha labrado con su soberbia y desplantes. Se ha establecido que ataca frontal, sin piedad, al género femenino, al que combate en el mismo plano. En contraparte, hilvanó un escudo protector con la efebocracia que acomodó en diversos cargos. Su modelo icónico es el delegado en la zona media, Kevin Angelo Aguilar, con el que comparte las sanciones partidistas. Otro de sus fieles seguidores es el encargado del sector centro sur en Santa María del Río, Guillermo Morales López. En Matehuala ubicó a Roberto Ramírez Montoya. Tiene un trato institucional, de competencia, con el vigilante del área metropolitana, el ex candidato a la alcaldía de la capital, Leonel Serrato, que podría relevarlo si cae en las próximas semanas. Puso de consejero de la diputada local Alejandra Valdés Martínez al defensor de le comunidad lésbico, gay y transexuales, Jeús Paul Ibarra Collazo.

No es aventurado sostener que el actuar político de Gabino Morales lo hace a partir de su acendrada misoginia. Algunos pasajes lo pintan entero. Una de sus primeras víctimas fue la encargada de la cartera de la mujer, Mónica Albarrán Bustos, que para frenar las soeces embestidas, publicó en los grupos de whatsapp capturas de pantalla donde fue insultada. Optó refugiarse en el ala del senador Primo Dothé. Morales enfurece y gira instrucciones al secretario de organización y consejero estatal, Octavio García Rivas, para que la quite de la fórmula con el dirigente huasteco. Luego se ensañó con la maestra jubilada, Marta Lidia Pérez Herrera. La desbancó como suplente de la candidata al senado en la segunda fórmula, Josefina Banda Zermeño que puso a su familiar Guadalupe Ana Karen Guerrero Durán. Morales creó un cisma en Morena desde que se alió con el dirigente Sergio Serrano. Juntos manejaron las prerrogativas de manera arbitraria, lo que generó una amplia corriente opositora, donde se ubicó la profesora Pérez, hija del combativo litigante y ex comunista, Prisciliano Pérez. En una asamblea, cuando caminó por el pasillo, tocó incidental a Morales, que reaccionó de manera violenta. Se sacudió la camisa con encono al momento que esbozó una mueca de desprecio, como si le hubieran manchado la vestimenta con estiércol. Rápido fue condenado por los asistentes. “¡Maricón, poco hombre, no insultes a las mujeres!”. En otras ocasiones, también en público, grotesco, le sacó la lengua a la mentora, que sólo alcanzó a ruborizarse.

Morales dejó sin recursos a Albarrán. Buscó ahogarla para dejar en su lugar a sus otrora incondicionales Sarahí Esquivel Veloz y Paloma Rachel Aguilar Correa. Las campañas de los diferentes candidatos de Morena no avanzan por la evidente ineptitud de Morales, que arrepentido, llama de nuevo a Albarrán para que haga labores de proselitismo, con una paga jugosa. Asume el síndrome de la mujer golpeada y se somete, dicen sus allegados, que la critican por su falta coherencia. Morales metió a la nómina de Azcapotzalco a Esquivel y Aguilar. Después las filtró como “asesoras” del ex diputado local, Jesús Cardona Mireles, que las corre por acudir a cobrar sólo las quincenas. Cuando Morales las quiso tratar con la punta del pie y humillarlas en público, se rebelaron y denunciaron su conducta atrabiliaria. En el caso de Lisset García, fue de las gestoras fundacionales de Morena. Formó parte del grupo que cada miércoles, en las oficinas de Comonfort, invitaban a distintos conferencistas, donde estuvo el cinéfilo Ernesto Baltazar Sierra. Hasta que llegó el doctor en historia y antropólogo, Joaquín Muñoz, que luego fue candidato a la alcaldía de la capital. García presidió el primer comité municipal de Morena.

Tuvo en estructura a Cardona Mireles. En finanzas a Andrés Velino. La jefa de prensa fue Consuelo Araiza que luego coló como candidata a diputada federal por el sexto distrito a su hermana Amelia Araiza, a la que Morales y Serrano abandonaron cuando impugnó el conteo de votos donde la aventajó la perredista Guadalupe Almaguer con una mínima diferencia. Le cobraron a la reportera de medios electrónicos las supuestas filtraciones donde se dieron a conocer los constantes y fraudulentos manejos financieros. Por su actitud de venganza, perdieron una curul que se pudo ganar con mínimos litigios. Optaron por esconder el expediente en un cajón, donde enmoheció. Cuando llegó el momento de nombrar a los delegados federales distritales, Serrano y Morales, sin consenso, apuntaron a sus allegados. Fue como Paloma Aguilar quedó como encargada del quinto. Lisset García ocupó el sexto. El sueldo era de 40 mil pesos al mes. Se dijo que la mitad la entregaban a las universidades públicas de Morena.

Cuando se publicó el dictamen condenatorio contra Gabino Morales al que despojaron por 6 meses de sus derechos partidistas, un grupo de activistas, encabezadas por Mónica Albarrán y Josefina Banda, denunciaron por los mismos cargos a García y Esquivel. Se notó a distancia la burda maniobra del delegado federal para tratar de amortiguar su desprestigio. Los integrantes del consejo consultivo de Morena,  Juan Carlos Ruiz Guadalajara, Enrique Rivera, Urenda Queletzú Navarro y Alejandro Rosillo, convocaron a rueda de prensa para solicitar al presidente López Obrador que Gabino Morales fuera destituido como delegado por ser culpable de violencia política y de género en contra de Lisset García. Suspenderle los derechos partidistas, implicó destituirlo de cualquier cargo que ostente dentro de la estructura organizativa de Morena. Está obligado a participar en cursos y talleres respecto a los temas de violencia política en razón de género y violencia en contra de la mujer.

Relataron que el comité encontró responsable a Morales por utilizar lenguaje sexista y machista en perjuicio de García, que se desempeña como enlace en el sexto distrito electoral federal, con sede en la capital. El resolutivo establece que «con la finalidad de hacer cumplir sus determinaciones, mantener el orden y el respeto entre las partes, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia impone un apercibimiento, de acuerdo al artículo 63 inciso a, para que se conduzca con respeto hacia todas las militantes e integrantes de Morena. A las mujeres en general y García en particular. Evitar en todo momento cualquier acto u omisión que atente contra sus derechos fundamentales. Realizar sus actividades sin afectar directa o indirecta la esfera física, sicológica-emocional, laboral, política y de género de las mujeres. En caso de no cumplir, quedará como antecedente, en el supuesto de que el actor incurra en actos contrarios a la normatividad de Morena que deriven en cualquier tipo de violencia». Conminaron al tabasqueño para que de manera preventiva y salvar el principio de presunción de inocencia, separe del cargo de delegado del gobierno federal ante el gobierno estatal a Gabino Morales y nombre a otra persona como interina.

Gabino Morales recibió otro golpazo demoledor de las diputadas federales Lorena Villavicencio y Wendy Briceño que se solidarizaron con su compañera de bancada, María Luisa Veloz, madre de la afectada Sarahí Esquivel Veloz. Exigieron a López Obrador lo quitara de funcionario, ya que fue denunciado de amenazas, difundir de manera ilícita imágenes y acoso sexual. Las querellas se interpusieron en la fiscalía de San Luis. Resaltaron que la violencia política de género la presentó Lisset García y Sarahí Esquivel, sus ex compañeras de oficina, a las que boicoteó varias iniciativas laborales. Temen a las represalias que pudiera urdir. El acoso sexual lo hizo contra un militante de Morena. Las legisladoras exigieron al presidente, revoque el nombramiento de Morales, ya que no puede ocupar un cargo alguien con un perfil de violento. En la columna Reserva Exprés del Universal se planteó que Morales podría ser el primer sacrificado en la estructura federal.

++++++

En las redes sociales circuló una entrevista que hizo el portal Quadratín a Sarahí Esquivel Veloz, donde relató que Gabino Morales la acusó sin fundamentos de puta. Cuando fue citado a México, agredió de manera verbal a los consejeros que lo interrogaron. Expuso que asume una conducta de agresiones sistemáticas contra las mujeres que le estorban. “No íbamos a permitir malos manejos financieros. Entonces ventiló que me acosté con varios dirigentes nacionales de Morena para tener muchos contactos”.

Esquivel se dijo impotente, pero seguirá las denuncias hasta las últimas consecuencias. Su tragedia la usará como una causa social para frenar las agresiones físicas, verbales y políticas que les impiden acceder a cargos de poder. Sabe de las consecuencias. Afirmó que Morales es peligroso por el cargo que ostenta. Le pidió frenar los ataques machistas. Relató que la miró con rencor cuando salió con otro correligionario. La amenazó con esperar las consecuencias. Indicó que el dirigente de Morena, Sergio Serrano, está al pendiente de los sucesos. Habló de otras mujeres afectadas, que se niegan hablar por las represalias que pudiera urdir Morales Mendoza.

La ofendida destacó que el resolutivo del comité nacional fue claro sobre la violencia política que se ejerció contra dos mujeres. Instó a López Obrador tomar en cuenta las recomendaciones para que los hechos no queden impunes. Aseveró que su caso quedó registrado en la fiscalía estatal, en el área de delitos sexuales, bajo el expediente 22776/18. Esquivel pidió la renuncia de Gabino Morales, ya que es un peligro latente para las mujeres. Además, no tiene capacidad para el cargo.

++++

Si alguien sabe del oscuro estilo golpista de Gabino Morales son las víctimas que ahora lo repudian. Lo ubican como experto en crear perfiles falsos en Facebook donde ofende a sus contrarios con un lenguaje misógino. Lo definen como sexoso y enfermizo. Uno de sus pseudónimos predilectos es el de Daniela Montez, donde maneja aplicarle un examen toxicológico a Sarahí Esquivel, que sube datos sin sentido a la página electrónica de su mamá, la diputada federal, María Luisa Veloz. El activista Octavio García Rivas, que conoce los entretelones, le mandó “saludos combativos a la camarada Montez”. García, junto con el historiador Joaquín Muñoz, han denunciado las corruptelas de Serrano. Cada rato le exigen, abandone la dirigencia de Morena, por su comprobada ineptitud. Pero el modelo de atacar desde las sombras, se lo copiaron a Morales sus detractores. En el face se lastiman de manera atroz, soez, intestinal. Es el escenario de las luchas políticas sin reposo ni piedad. Es la pelea de la selva subterránea. Una de las víctimas del super delegado es Edna Calcuayo, cercana a Saraí Esquivel. Se confronta con Karen Castillón, identificado como Kevin Aguilar. Tiene constantes duelos de ataques bajunos con  Graciela Alcaraz, que maneja una familiar de Serrano.

-Edna Calcuayo: ¡pinche chango sicópata!

-Karen Castellón: psicópata tú, que no tienes vida propia. Buscas criticar a alguien más para llamar la atención, pinche discapacitada de mierda. Ya mejor mátate, junto con tus amigas drogadictas. Deberías hacer algo productivo en lugar de difamar a la gente que trabaja y no andar como estúpida.

-Edna Calcuayo: Y de seguro tú usas las neuronas de caquita pura, como para arrastrarte por los gabinistas y lamberles las patas. ¡Ándale, ve a limpiarles la kola, (sic) órale!

-Karen Castellón: ¿Qué quieres?, que me rebaje a hacer lo mismo que tú le haces a otras mujeres y al viejito depravado de Sergio Serrano. No creo que sea muy agradable lamerle el culo al viejo decrépito. Pero seguro eres una putita que aparte de ser esclava sexual, tienes que sobajarte a insultar a alguien más y resistir todo tipo de comentarios por tu carencia de dignidad, maldita perra.

-Daniela Montez: están bien grifas todas y cuando se juntan, abren el perfil de Edna para destramparse.

-Edna Calcuayo: ya dile a Sarahí que no te comparta del churro.

-Daniela Montez: cómo se lo va a pasar si el perfil es de Sarahí, pobre ilusa guanga, asquerosa de mierda. Mejor debería quitarse la vida y dejar de ser un estorbo.

-Daniela Montez: Edna Calcuayo ya dile a la Paloma que mejor publique ella. Ya sabemos kien (sic) está atrás de ese perfil.

-Edna Calcuayo: Ok, se lo digo de tu parte, señor Gachango.

-Daniela Montez: pero dile no te agas (sic) pendeja. Esta loca solo kiere (sic) poder para tener dinero y comprarse sus drogas.

-Edna Calcuayo: pero si tu Gachango te metes drogas duras como la piedra y la coca, no te hagas guey.

-Daniela Montez: de seguro eso se lo enseñó la flácida de Sarahí. Fuera el serrano.

-Karen Castellón: Fuera Serrano, él sí es un verdadero acosador y siempre con amantes.

-Daniela Montez: de echo (sic) mantiene a la hija de su amante con recursos del partido.

En el mismo contexto de imputaciones sexuales, se viralizó un video donde aparece un “servidor de la nación”, Gabriel Lerma, ligado al equipo de Mónica Albarrán, que interviene en una charla para defender a Gabino Morales. Lo increpa el rocanrolero Juan Antonio Gómez “El Brujo Tlachxqui”. Le dice a Lerma que lo respeta como músico, pero no tiene calidad moral para defender a Morales, ya que en los baños de Sears, le muestra el pene a jóvenes amigos de su hijo. Gómez se encontró en la calle a Lerma, al que increpa, por lo que de manera sorpresiva lo descuenta. Lo sangra de la mejilla izquierda. El afectado interpuso una demanda por agresiones. El ejército de encuestadores que usa Morales percibe de 3 a 6 mil pesos al mes. Serán las huestes que usará para ganar la dirigencia estatal de Morena en octubre. Las prerrogativas del partido en la entidad en el 2019 superan los 13 millones de pesos. Se habrán de dividir en dos partes. Una para el manejo autónomo de Serrano. La otra para el consejo consultivo que solicitó la caída de Morales. Lo integran elementos que pueden ser o no militantes. Destacan en su ámbito. Lo consultan sobre los temas de interés. Se estableció ante la presencia del académico John Ackermann quien exigió señalar deficiencias. Serrano ofreció que los regañaran si era necesario.

Se transcribe el “diálogo” que ocasionó la agresión de Lerma a Gómez. “Daniela Montez: está bien fea, kien (sic) va a acosarla. (Alude a Esquivel Veloz). Juan Antonio Gómez: tú eres mujer, sabes que el acoso no distingue. El machismo se basa en el aparente poder, en el dominio, pero aquí, lo que domina entre ustedes es la envidia, ponte en su lugar mejor. Gabriel Lerma: hay una propensión a hablar sin bases reales, sin pruebas. Hay demasiado resentimiento y ambiciones políticas que codician indebida e irreflexivamente, una responsabilidad que nuestro delegado Gabino Morales cumple cabal. Es una persona de ética y trabajo muy intenso, de convicciones inquebrantables. Me consta, lo he visto actuar. Yo no especulo si lo hacen quienes lo cuestionan. Juan Antonio Gómez: Gabriel Lerma, no lo puedes decir tú, de integridad no sabes, como artista te respeto, pero alguien que le enseña el pene en los baños de Sears a los adolescentes, no puede hablar de integridad. Los conozco y te señalarían en cualquier momento. Espero que haya sido un acto aislado porque no sabes el margen de consecuencias de tus actos. A la próxima, si te reviento, porque son cercanos míos. Replicas y nos vamos a los tribunales también”.

+++++

Una de las características del “estilo de mando” de Gabino Morales es que es conflictivo por antonomasia. Echa pleito hasta con su sombra. Oficioso, se metió a la disputa que tienen sus protectores, Yeidekol Polevnsky y el secretario de organización de Morena, Gabriel Ramos, con el influyente senador, Ricardo Monreal, quien externó que Morales en nada ayuda a López Obrador. El delegado de programas integrales tiene diferencias insalvables con el senador huasteco, Primo Dothé Mata, que en aras de limar asperezas, lo invitó a su boda. Sin importar su investidura, estar en un sitio ajeno en una fiesta privada, Morales ordenó atacar a huevazos al ex regidor del PRD en la capital, Isaac Ramos, con el que tiene rencillas de antaño. Está confrontado con el equipo de Monreal en San Luis, que capitanea el empresario del ramo automotriz, Antonio Lorca. El ex dirigente estatal del PRD, Alfredo Guadalupe Zamora Marín y el ex candidato de Morena a la alcaldía de Soledad, Juan Carlos Velázquez.

Está distanciado del coordinador de los diputados locales, Edson Quintanar, al que no pudo hacer a un lado para colocar a su alfil, la legisladora del PT, Paola Arreola. En uno de sus recurrentes dislates, publicó en face, con el pseudónimo de Daniela Montez, que “el cachetón Quintanar es un monigote de Leonel Serrato”, coordinador metropolitano de los programas integrales. Apenas lo sigue la diputada Alejandra Valdés Martínez que usa recurrente para golpear a Quintanar y Serrano, a los que acusó de aplicarle violencia de género. Oportunista, Gabino Morales capitalizó una protesta de comerciantes que acudieron al congreso a exigirle a los diputados bajarse el salario. Al final el reclamo terminó en un diálogo fraterno donde Morales simuló que se había ganado las simpatías de Pedro Carrizales “El Mijis” y de Mario Lárraga, que fue denunciado por Arreola de hacerle tocamientos morbosos. Carrizales se alejó también de Arreola que lo desplazó como coordinadora de bancada del PT.

Antes de una alianza forzada, el antropólogo Joaquín Muñoz criticó de manera sistemática el manejo arbitrario del presupuesto de Morena por parte de Serrano y Morales, al que censuró de no tener el perfil profesional para ocupar el cargo que ahora ostenta. A Muñoz, al diputado federal Ricardo del Sol y al consejero estatal Octavio García Rivas, se les atribuyó orquestar la protesta en plaza de fundadores contra Morales. Cientos de voces le gritaron ¡fuera!. Lo salvó la injerencia de López Obrador. En sus afanes de alcanzar la gubernatura, el legislador de Valles logró sumar a su séquito a Morales, que se abrió múltiples frentes peligrosos. Una muestra que hacen un solo bloque se dio en las recientes votaciones del consejo consultivo, donde logran desplazar de la dirigencia a la diputada federal María Luisa Veloz, donde quedó el matehualense José Rosario Mendoza “El Ruso”. Pero con los restantes 3 diputados federales, Morales no tiene el mínimo trato. Le compiten las simpatías con López Obrador, el ex candidato a la alcaldía de la capital, Leonel Serrato, cuyo punto flaco, es estar ligado al maximato local, Horacio Sánchez Unzueta, que tratará de hacerlo dirigente de Morena. Otro cercano interlocutor del presidente es el magistrado administrativo, Juan Ramiro Robledo Ruiz, que aspira a suceder en la gubernatura a Juan Manuel Carreras. Es quizá el único que está al margen del lodazal que ha generado Morales y sus incontables enemigos.

La batahola se sintetiza en varias triangulaciones. Serrano, dueño del presupuesto, buscará dejar a alguien que le cubra las espaldas. Pero quiere el cargo de Gabino Morales para acomodar a sus incondicionales Paloma Aguilar y Sarahí Esquivel. Morales intenta desplazar a Serrano para ubicar a cualquiera de sus subordinados. Anhela tener el control del partido, diputados federales, locales, alcaldías y ser el ariete en San Luis del gobierno federal. La lucha fratricida entre  Serrano y Morales, obligó a Serrato a aliarse con Serrano para tumbar al conflictivo super delegado. Todos se quieren aniquilar entre sí, pero no hacen públicas las diferencias. Temen que López Obrador los haga a un lado los tres. Lo cierto es que las constantes peleas han dejado una fractura que se antoja insalvable. Y si Morena tenía alguna alternativa de triunfo en el 2021, se diluye por los encontronazos, venganzas y zafarranchos que arma cada rato Morales y los depredadores que buscan aniquilarlo.

 

 

 

Comments

comments

AMLO Gabino Morales Morena política presidente Andrés Manuel López Obrador revista La Noticia San Luis Potosí slp

Comments

comments