Cuando Salinas de Hidalgo fue un emporio de la sal
5 marzo, 20186:39 pmAutor: Paola Moreno GuzmánCapital Municipios
El presidente del Colegio de San Luis, David Eduardo Vázquez Salguero, destacó que una de sus tareas primordiales será aplicar el conocimiento adquirido de los alumnos a resolver los problemas regionales y nacionales, con lo que se logrará, tenga una utilidad social, al impulsar el desarrollo y bienestar de la gente. Ayudar a abatir las desigualdades que existen en el país en materia de economía, educación y justicia.
Buscará el acercamiento con el sector productivo para el financiamiento de los proyectos y conocer el impacto que tendrá con las transformaciones científicas y tecnológicas que adoptan las principales industrias nacionales y transnacionales en el estado y resto del país. “La cuarta revolución industrial y mecanizar los procesos industriales, creará desempleo. Es lo que genera la infusión de la inteligencia artificial. No en sentido negativo, ayuda en muchos aspectos, pero es necesario que todos los procesos se humanicen, con un sentido social de respaldo. No hablar de cuestiones de productividad. La ciencia no avanzaría si falta respeto a la libertad para investigar. Hay que ampliar su ámbito, no coartarla”.
Vázquez pretende habilitar un anexo al área de la biblioteca, que solo requiere inmobiliario y darle un mayor uso. En el ámbito editorial, buscará firmar más convenios de coedición para que los libros circulen en otras partes del país. Algunos se han traducido al inglés. Habló sobre su tesis de maestría en historia. Abordó el tema del matrimonio en San Luis Potosí a finales del sigloq19, donde analizó los perfiles sociodemográficos y socioeconómicos de los contrayentes, cómo elegían a sus parejas entre los distintos barrios de la ciudad. “Entonces existía la separación de cuerpos. El divorcio entró en 1914 con Venustiano Carranza. Pude observar que antes las personas se casaban a una edad muy temprana. Pero mientras más amplia era la capacidad educativa, la edad para casarse alargó cada vez más”.
“Los paradigmas de las familias han cambiado. El matrimonio se conoce ya como un contrato, además de que existen gran cantidades de modelos de familias. Las del mismo sexo, de un solo padre, de varias personas que fungen como titulares. Los que adoptan. Ha influido en que la sociedad busque tener menos hijos. Influye el aspecto económico y los valores. Se imaginan que entre menos hijos es mejor. México tiene que adaptarse a los marcos legales, los cuales son muy importantes e indispensables. Pero siempre prevalecer los valores universales, como la tolerancia, la ayuda mutua, el respeto y el amor. Deben estar en todos los seres humanos. Son los que unen, provocan bienestar en la colectividad”.
Sobre su tesis doctoral, Vázquez Salguero habló sobre quienes contribuyeron al territorio de Salinas a finales del siglo 18 y mediados del 19, siglo XIX, que comprende parte del altiplano potosino y el noreste de Zacatecas. Muchas personas se mantenían de exportar sal, ya que era un insumo muy importante para elaborar la plata. Salinas de Peñón Blanco fue una zona donde existía una gran cantidad de lagunas, entre 19 a 21, esparcidas hasta Zacatecas. Se distribuían grandes cantidades de sal a las haciendas y sus principales compradores eran los zacatecanos. “Los lagos no tenían salida al mar por lo que en cada época de lluvia se llenaban, provocaban deslaves en las serranías y arrastran los minerales que terminaban concentrados en el lecho de las lagunas, por millones de años”.
“Tiempo después, un empresario de origen vasco, implementó las fábricas de sal por medio de la evaporación de las piletas. La sal que se extraía no es como la que conocemos del mar, pero si era de una gran calidad que llegó a establecerse como una de las principales empresas salineras que distribuyó la sal de mesa, llamada Sal Cisne. Se produjo en Peñón Blanco por más de 40 años. Se surtió a la cocina mexicana. Pero todo lo bueno llegó a su fin. Fue porque Guerrero Negro, en Sonora, amplió su producción de forma tremenda, con el uso de tecnología nueva, la sal de mar ofreció mayor calidad y una zafra más amplia y rápida. Además en Salinas los mantos acuíferos se abatieron, ya no hubo agua en el subsuelo, quedaron algunos pozos menor alcance, que se optó por dejar al consumo del ganado local”.
“Sin lugar a dudas, la sal de Salinas de Hidalgo fue y será una de las empresas más grandes e importantes del país. La hacienda donde se producía la sal, funge como museo y archivo histórico, el cual cuenta con muchos archivos correspondientes a la época colonial e independiente, México contemporáneo, el reparto agrario, la revolución, historia de la agricultura de Salinas, entre otros temas más que pueden ser consultados por todo el público que le interese”.
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