Al doctor Ismael Trujillo no lo dejan dormir ni descansar
17 septiembre, 20164:04 pmAutor: Juan Pablo MorenoCapital Noticias
El ex diputado local del PRD Ismael Trujillo MartÃnez, alcanzó de manera temporal la paz y tranquilidad al comprar una vivienda en el complejo Circuito San Miguel número 121 en la colonia San Francisco, en Pozos. Pero hace dos años vive un calvario cuando llegó el Grupo San Pedro, que a un costado de su casa, con maquinaria pesada, derribó árboles, hizo excavaciones y movió grandes volumenes de tierra para construir una gasolinera , un centro comercial, bar y otros locales. Desde entonces vive con la zozobra que por un descuido humano, se registre una explosión que ponga en riesgo su vida y la de su cónyuge. Precavido, se gastó 65 mil pesos de sus fondos de ahorro para recubrir las paredes que le ayuden a neutralizar el fuego.
Pero las medidas preventivas no fueron suficientes. Como habita en una zona donde los ex alcaldes Victoria Labastida, Mario GarcÃa y Ricardo Gallardo no han sido capaces de garantizarle agua potable al fraccionamiento, sus molestos vecinos explotan el subsuelo sin permisos federales, a hurtadillas, por las noches, para cubrir sus necesidades primarias. Lo que podrÃa poner en riesgo la salud de los empleados y clientes que usan los sanitarios y lavado de manos, con agua no apta, ya que podrÃa estar contaminada. Por los elevados ruidos de las máquinas, Trujillo y su esposa tampoco han podido dormir a plenitud en los últimos meses, lo que podrÃa afectar su salud y estado anÃmico. Por el constante saqueo de agua y vibraciones, los muros de su vivienda podrÃan humedecerse y debilitarse.
Trujillo denunció los hechos a Gallardo y al delegado Luis Carlos Delgado Joseph de los estragos que le causa el centro comercial San Francisco que se ubica en el bulevar Pozos 201, lote uno manzana 14, donde venden gasolina, por lo que usan de manera constante una ruidosa compresora. Además, no deberÃan tener un hidroneumático que utiliza energÃa eléctrica, lo que puede generar un accidente de graves consecuencias. El quejoso solicitó revisar si la empresa cuenta con los permisos legales adecuados. Exhortarlos a reducir el ruido que le provoca estrés, ya que atentan contra su espacio fÃsico y violentan su privacidad. Destacó que Delgado tiene el propósito de resolver el problema, pero la directora de obras, Claudia Salas, se mueve en una vertiente contraria, ya que se justificó al sostener que se trata de un problema heredado.
Aunque acudió al centro comercial, sólo se limitó a visitar el sitio de máquinas, sin ordenar que encendieran los equipos que ocasionan el daño ecológico auditivo. Irónica, le dijo al afectado que le grabara el ruidazo y después le llamara para volver a intervenir. Trujillo le restregó se preguntara cómo se surten de agua, ya que tampoco contratan pipas. A menos que la subieran al techo con cubetas. La funcionaria se molestó porque la exhibió en su página de face. El ahora doctor jubilado le expuso que a sus 63 años, siempre ha tenido como norma no mentir, engañar ni discrimanar a nadie. A los reclamos de Trujillo se sumó el parroquiano Emilio Medina. Denunció que la calle Aduana no tiene luz, lo que provoca el fecalismo. Algunas parejas parctican el sexo y los dueños de vehÃculos se estacionan sin orden, lo que impide el acceso de los propietarios a sus viviendas.
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